tribuna de opinión

Los mercados no esperan nada del 20D porque el que gane tendrá poca maniobra

A juicio del experto, los mercados tienen claro que gane quien gane tendrá un margen de maniobra real muy reducido

17/12/2015 - 

MADRID. Las últimas encuestas ponen de manifiesto que la probabilidad de que el nuevo escenario político tras las elecciones generales vaya a asustar a los mercados financieros es muy reducida.

Además, los mercados saben que el margen de maniobra real con el que contará el nuevo Gobierno para hacer políticas económicas 'heterodoxas' es muy reducido. Conviene recordar que España se encuentra todavía inmersa en el procedimiento de déficit excesivo previsto en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y que eso hace que las instituciones europeas vayan a seguir estando muy encima de las decisiones de política económica que se tomen en nuestro país.

A modo de ejemplo de lo anterior, las instituciones europeas ya han dicho que el nuevo gobierno, que todavía no se sabe lógicamente cuál será, deberá introducir medidas de ahorro de gasto o de aumento de ingresos en los presupuestos para el año que viene.

Por otro lado, los vientos de cola que ahora mismo benefician a la economía española son tan importantes que tendrían que pasar cosas muy extrañas como para que se pueda producir un cambio brusco en el escenario macroeconómico a corto plazo.

Aunque pueda parecer paradójico, todo es tan aparentemente positivo a nivel macro en estos momentos que el mayor riesgo real al que se enfrenta nuestro país es el de volver a caer en la complacencia.

Sentar las bases de futuro

Es cierto que la situación a corto plazo ha mejorado. Es cierto que crecemos. Y es verdad también que estamos creando mucho empleo. Pero lo importante ahora no es sólo eso sino, más bien, sentar las bases para que esta positiva evolución económica pueda continuar a medio y largo plazo.

Para ello, es esencial que el nuevo Gobierno que salga de las elecciones, sea el que sea, apuesta de forma decidida por capital humano, por la innovación tecnológica, por la mejora institucional y por la generación de mayor competencia efectiva en los mercados.

Y también hay que considerar los efectos duraderos negativos que la crisis está teniendo sobre una parte no pequeña de la población española. Aunque parezca paradójico, un crecimiento tan elevado de la desigualdad como el que se ha vivido en España en esta crisis no sólo plantea dilemas éticos sino que es perjudicial para la estabilidad y para el desarrollo económico en el medio y largo plazo.

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Álvaro Sanmartín es Chief Economist y asesor de Alinea Global en MCH IS 

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