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cheste fue pionero en pedir el confinamiento perimetral

Los municipios confinados advirtieron el desastre: muchos ya habían decretado restricciones propias

6/01/2021 - 

VALÈNCIA. Las reuniones sociales y familiares y los eventos navideños de los últimos días han disparado los contagios en la Comunitat Valencia, e incluso los hospitales han quedado al borde la saturación, todo ello mientras se esperaban nuevas restricciones por parte de la Generalitat Valenciana. Finalmente, la víspera del día de los Reyes Magos, como si de una plegaria se tratara, han llegado las restricciones al territorio valenciano.

A parte de las medidas extraordinarias comunes a toda la Comunitat Valenciana, que entrarán en vigor el día 7 de enero, y que contemplan el avance del toque de queda a las 22 horas, el cierre de bares y restaurantes a las 17 horas o una mayor limitación en los aforos de los comercios, el Consell ha decidido confinar 29 municipios. En Castellón han cerrado las localidades de Jérica, Soneja, Atzeneta del Maestrat y Borriol. En el caso de Alicante, Polop, Alcoi y Castalla. Y, en Valencia, Llíria, Massanassa, Ayora, Utiel, Sedaví, Sollana, Guadassuar, Oliva, Daimús, Canals, Benigànim, Moixent, Xàtiva, Ontinyent, Cheste, Sinarcas, Anna, Quatretonda, Bonrepòs i Mirambell, Benetússer, Alfafar y Llocnou de la Corona.

Xàtiva, una larga lucha contra la covid-19

Entre estos municipios destacan algunos con una gran población que presentan tasas de incidencia acumulada que no han dejado de crecer en las últimas semanas. Es el caso de Xàtiva. La capital de la Costera, con más de 29.000 habitantes, ha registrado en los últimos 14 días 280 nuevos positivos y se sitúa en una incidencia de 957,89 contagios por cada 100.000 habitantes. La preocupación en la ciudad, sin embargo, no es nueva. De hecho, las autoridades municipales llevan semanas aplicando restricciones para evitar que se incrementen los contagios en las Navidades.

Por ello, el pasado 17 de diciembre, el ayuntamiento de Xàtiva decretó una serie de medidas extraordinarias dentro de sus competencias municipales. Estas, además, contemplaban acciones con una clara vocación de evitar aglomeraciones navideñas y afluencia de turistas: suspendió la entrada al Belén monumental, que únicamente se puede visitar desde su perímetro exterior, y cerró las puertas de uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad, el Castell. También suspendió todas las actividades, convocatorias y actos públicos socioculturales, turísticos, formativos, deportivos y lúdico-festivos y cerró al público las instalaciones municipales. La circulación del tren turístico y la escoleta de Nadal se suspendieron y la programación del Gran Teatre, se aplazó hasta encontrar una nueva fecha.

Estas limitaciones, sin embargo, se tomaron cuando la situación era menos preocupante que en la acutalidad, ya que la capital de la Costera contaba con una incidencia acumulada de 523,42 positivos por cada 100.000 habitantes. Eso sí, en aquel momento, el alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, aseguraba que se descartaba el cierre perimetral de la ciudad. Con el paso de los días y pese a las medidas extraordinarias, los contagios no han disminuido en la ciudad y, días antes de finalizar el 2020, el consistorio prorrogó estas limitaciones. Según señalan desde la administración local, la mayoría de los contagios tienen su origen en las comidas y cenas de estos últimos días, coincidiendo con las celebraciones navideñas. Asimismo, hay que recordar que a pocas horas de celebrar el fin de año, el ayuntamiento decretó el cierre de dos pubs y dos terrazas por incumplir la normativa sanitaria.

Preocupación en el departamento Xàtiva-Ontinyent

Precisamente el departamento Xàtiva-Ontinyent ha sido, según los datos de Sanitat, el que más positivos ha registrado en las últimas dos semanas por encima incluso de los de la ciudad de València: 1.611. En este territorio también se han cerrado perimetralmente otros municipios como el de Canals y Moixent, con una incidencia acumulada de 1.096 y 1.800 casos por cada 100.000 habitantes respectivamente. En el caso de Canals, hace solo unos días se barajó la posibilidad de confinar la localidad debido a la propagación del virus, una opción que se descartó desde Sanitat por considerar que "no sería efectiva" al tratarse de una situación generalizada en la comarca. Mientras, desde el consistorio de Moixent se decretaron medidas extraordinarias hace apenas 48 horas.

Ontinyent, la ciudad más grande de La Vall d'Albaida, también ha librado durante los últimos meses una larga lucha contra la covid-19. Pelea que, aunque consiguió aflojar ligeramente las cifras, no ha llegado a tiempo para evitar el cierre perimetral. Y es que, los contagios de este municipio se dispararon durante el mes de noviembre hasta rozar los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes. Una situación que obligó a tomar fuertes medidas restrictivas dentro de lo que son las competencias municipales: cierre de todos los centros recreativos, culturales, lúdicos y de mayores; reducción del 50% del aforo en el autobús, y cancelación de todas las actividades en la vía pública. 

De este modo, llegaron a principios de diciembre con 537 casos por cada 100.000 habitantes, prácticamente la mitad. Aun así, el Ayuntamiento no quiso cantar victoria demasiado rápido y, aunque aflojó un poco las medidas, todavía mantuvo unas cuantas vigentes: los centros de mayores continuaron cerrados, así como algunos de los espacios municipales en los que se podría concentrar un mayor número de personas. 

Lamentablemente, los esfuerzos que el gobierno local acometió en solitario no han servido para aplacar la fuerza de la ola navideña, por lo que Ontinyent inicia el 2021 con un nuevo incremento de casos: superando los 700 de incidencia acumulada. "Hemos estado peor y no fuimos confinados, pero sabemos perfectamente que la de ahora es una cifra igualmente alta. Acatamos la decisión de la Conselleria y haremos lo que esté en nuestra mano para frenar la pandemia", alegan fuentes municipales. 

Por su parte, Benigànim es ya un viejo conocido del cierre perimetral. Y es que, este fue el primer municipio de la Comunitat Valenciana en ser confinado incluso en una época en la que la curva del virus parecía doblegada. Corría el mes de septiembre y la localidad tenía una incidencia acumulada de 944 casos por cada 100.000 habitantes. Unos números que, por entonces, hicieron saltar todas las alarmas. Fueron 21 días de cierre, hasta que finalmente la situación consiguió normalizarse. Ahora, el nuevo aumento de los contagios, mucho peor que el anterior, devuelve a los vecinos al aislamiento: 1.700 casos por cada 100.000 habitantes. 

La alianza común de Sedaví, Benetússer, Alfafar y Llocnou de la Corona

El círculo formado por Sedaví, Alfafar, Benetússer y Llocnou de la Corona llevaba más de dos meses peleando contra el virus desde las instituciones locales. Los cuatro municipios habían acordado una alianza común por la que todos ellos aplicarían las mismas restricciones, en un intento de no empeorar la situación propia ni tampoco ninguno de sus muy cercanos vecinos. Sin embargo, las medidas decretadas no consiguieron dar los efectos esperados y, cuando uno mejoraba un poco, otro empeoraba. Así, fue muy complicado hacer que todos pudieran salir al mismo tiempo de la difícil situación en la que se encontraban. 

Benetússer, por ejemplo, se vio obligado a endurecer algunas normas a finales del mes de diciembre, e incluso llegó a alargarlas sine die después de dos meses prorrogándolas. Una decisión que ayudó a reducir un poco las cifras, pero que aun así tampoco ha devuelto al municipio a una situación deseable. 

Ahora, los cuatro municipios vuelven a hacer un frente común por la recuperación conjunta, e incluyen también bajo su ala a Massanassa. Y es que, las mismas autoridades sanitarias que han considerado prioritario el cierre de Sedaví y Massanassa, han estimado que sus otros tres vecinos también deberían seguirles a pesar de no presentar números tan severos: Benetússer, Alfafar y Llocnou de la Corona. 

Foto: KIKE TABERNER

Esto se debe, principalmente, a la gran cercanía que existe entre los términos municipales, que incluso en algunos casos les lleva a compartir calles. Una circunstancia que no solo hace complicado delimitar dónde se debe cerrar y dónde no, sino que también afecta severamente a los movimientos poblacionales que se dan naturalmente en municipios tan unidos. De esta manera, Sedaví, Massanassa, Benetússer, Alfafar y Llocnou de la Corona recibirán un trato especial dentro de la situación de confinamiento: todos ellos serán considerados un solo núcleo, por lo que la movilidad entre ellos estará permitida. 

"Nosotros ya nos dimos cuenta hace mucho de que la única manera que teníamos de salir de esto era unidos", explican desde el Ayuntamiento de Benetússer, uno de los afectados por el confinamiento a pesar de que su situación no es la más crítica. "Sabemos que a los vecinos no les ha gustado, pero es que no tenemos otra opción. Los cinco municipios están muy unidos, y cerrar unos sí y otros no lo único que haría sería alargar todavía más el problema". Además, están convencidos de que su situación irá a peor después de las fechas navideñas, por lo que tampoco desdeñan que se haya puesto una solución incluso antes de conocer los datos que dejan las reuniones festivas. 

Cheste, uno de los pioneros en pedir el cierre

Cheste llevaba semanas exigiendo a la Conselleria de Sanitat una respuesta a la situación tan sumamente delicada que estaba viviendo. Y es que, desde que el mundial de motociclismo las cifras no han parado de empeorar: pasó de ser una localidad con números muy modestos a rozar los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes. Una circunstancia que ni siquiera en un mes se ha revertido: "Cuanto se abrió el circuito, todos los establecimientos y locales del municipio se cerraron a cal y canto para evitar esta situación", ha lamentado el alcalde, José Morell. "Pero en el circuito no había ninguna limitación, acudieron más de mil personas y la situación se nos ha ido de las manos". 

"Hemos pedido en reiteradas ocasiones a la Generalitat Valenciana que aplicase medidas más restrictivas, porque los datos no iban a mejor y además sabíamos que después de Navidades todavía iban a empeorar más. Estamos arrastrando todavía los números del mundial, y los contactos de las fiestas tampoco iban a ayudar en nada. Me da rabia porque el municipio había estado muy bien durante toda la pandemia", ha añadido el primer edil al respecto. Y, finalmente, su insistencia ha surtido efecto: con una incidencia de más de 600 casos por cada 100.000 habitantes, Cheste ha sido confinado. 

Mientras, en la comarca de la Ribera, el Consell ha decidido cerrar perimetralmente el municipio de Guadassuar. A pesar de que las cifras de la conselleria de Sanitat reflejan una incidencia acumulada de 271,51 casos por cada 100.000 habitantes, la situación es mucho más preocupante. Según ha comunicado el propio ayuntamiento, han registrado una tasa de 1.031,79 positivos por cada 100.000 habitantes. Se trata, además, de una localidad sobre la que la propia Generalitat ya había decretado restricciones, cuando a finales del mes de octubre lo incluyeron en los 31 municipios con medidas excepcionales.

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