El Ayuntamiento pide a la Conselleria de Cultura el reconocimiento pleno del museo fallero para que así pueda acceder a ayudas más allá de la financiación directa
VALENCIA. Los museos festivos superaron en 2015 la barrera de los 150.000 visitantes, la cifra más alta computada en los últimos años. La suma de los tres espacios expositivos gestionados por la concejalía de Cultura Festiva sumaron el pasado ejercicio un total de 157.262 visitantes. Por museos, el fallero fue visto por 93.443 personas, el Museo de las Rocas del Corpus por 52.636 y el museo de la Semana Santa Marinera por 11.183. La suma de los tres supone una de las cifras más altas de afluencia, siendo la sala consagrada a la fiesta del Cabanyal la única que pierde visitantes con respecto a 2014.
De esta forma, en el año 2012 los tres museos sumaron 119.176 entradas, en 2013 alcanzaron las 130.325 y en 2014 contaron con 140.543 visitantes. Las salas, sin embargo, todavía no son consideradas museos, una catalogación que, en el caso del fallero, podría estar a punto de cambiar. El pleno del Ayuntamiento de Valencia aprobó ayer por unanimidad remitir a la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte la solicitud para regularizar la situación del Museo Fallero de la ciudad, con un reconocimiento "pleno" que supone el "último paso legal" para que la entidad tenga carácter reconocido de museo.
Este cambio supondrá, entre otras cosas, que podrá acceder a diferentes ayudas de carácter estatal y europeo pues, hasta la fecha, sólo se financia con el aporte directo de consistorio. El portavoz de Compromís y presidente de la Junta Central Fallera (JCF), Pere Fuset, denunció que el espacio se haya convertido en un "almacén de ninots", a pesar de "ser el máximo exponente de la cultura fallera y uno de los más visitados de la ciudad". De igual forma, el edil se mostró crítico con el anterior equipo de gobierno que, según expresó, "manifestó en numerosas ocasiones que estaba trabajando para que la Conselleria regularizara el Museo Fallero y lo incluyera dentro del catálogo museístico".
"No era tan difícil porque para el pleno reconocimiento del Museo Fallero tan solo hacía falta nombrar un director, establecer un plan museológico y presentar la solicitud a la Generalitat", continuó Fuset. El proceso, precisamente, comenzó con la designación del profesor universitario Gil-Manuel Hernández como director de los museos festivos, quien ha sido el encargado de redactar el plan museológico. Falta ahora que sea aceptado por la conselleria.
Por su parte, el concejal del grupo popular Félix Crespo replicó a Fuset que "no tiene que dar lecciones respecto al museo, sino empezar a buscarle un nuevo emplazamiento digno de su importancia". Además, recalcó que "el trabajo del PP ha permitido que sea el más visitado de la ciudad" y que "si el director que han escogido escribió hace ya tiempo un catálogo razonado del Museo es porque había un trabajo detrás que permitía reconocerlo como tal". Por su parte, la concejala de Ciudadanos, Amparo Picó, pidió que se dé el mismo reconocimiento al Museo de la Semana Santa Marinera y al de las Rocas del Corpus.
El museo fallero, que se remonta a 1934, es fruto del indulto de un ninot que, año a año, hace crecer los fondos del mismo. Instalado en el barrio de Monteolivete, el espacio, sede de Junta Central Fallera, no sólo cuenta con creaciones de artistas falleros de diferentes épocas, sino también con carteles, insignias y fotografías históricas sobre la fiesta josefina.
