VALÈNCIA. El compromiso de los padres y madres con sus hijos ante la pandemia y frente a una vuelta a clase que se presenta en menos de una semana es uno de los puntos que aborda la Conselleria de Educación con el fin de garantizar un regreso a las aulas que cumpla con todas las medidas de seguridad estipuladas. Es por ello que, desde el gabinete del conseller Vicent Marzà, se obligará a los progenitores a firmar una declaración responsable por la que se comprometan a no llevar a los alumnos y alumnas enfermos o con síntomas de covid-19 al centro educativo.
Así lo recoge las instrucciones para la organización y el funcionamiento de los centros que imparten tanto Educación Infantil de segundo ciclo como Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato durante el curso 2020-2021 publicadas el 17 y 28 julio por Educación. En ambas resoluciones -una para las dos primeras etapas y otra para las restantes- se especifica que el documento a rellenar será elaborado junto a la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública "para garantizar el compromiso de los padres con el cumplimiento de las normas de salud e higiene para el alumnado, de acuerdo con los protocolos determinados en los planes de contingencia" de cada colegio e instituto.
En cuanto a esta medida, el conseller Marzà afirmó en una entrevista a Valencia Plaza que se implanta con el objetivo de "añadir un poco más de atención" al estado de salud de los estudiantes de forma más constante, por lo que es un "énfasis" originado por la crisis sanitaria. "Lo que pedimos es que los padres se comprometan a llevar a su niño en condiciones como lo han hecho siempre. Simplemente es un recordatorio de que las familias deben estar siempre pendientes de sus hijos antes de mandarlos al colegio para compartir vida con otros niños" explica.
De esta manera, se insta a los progenitores a tomar la temperatura a sus hijos cada mañana antes de asistir al centro de estudios, de igual modo que se recomienda vigilar que el niño o niña no presente ningún síntoma asociada con la covid-19 -tos, fiebre, dificultad al respirar, etc.-. Aún así, cada aula contará con un termómetro para poder tomar la temperatura a alumnado en caso de duda, tal y como se acordó en el Foro Educativo del pasado viernes.
Asimismo, el Protocolo de Protección y Prevención del 29 de julio elaborado por las consellerias de Sanidad y Educación establece que no se deberá asistir al centro educativo por 14 días si se ha estado en contacto estrecho o compartido espacio -sin mantener la distancia interpersonal- con una persona afectada por la covid-19. Por contacto estrecho se entiende a una distancia menor de 1,5 metros durante un tiempo de 15 o más minutos con convivientes, familiares o personas que hayan estado en el mismo lugar que un caso mientras este presentaba síntomas.
De momento, no se prevén sanciones para las familias que lleven a sus hijos con síntomas a las aulas que se abrirán el próximo 7 de septiembre, según explicó el conseller Vicent Marzà en la entrevista a este diario. "Si lo hacemos bien entre todos, los centros educativos pueden ser espacios seguros que incluso pueden ayudar a parar la transmisión porque se aprenden actitudes", matizó.
Es por ello que, frente a un retorno a las aulas de manera con apuesta por lo presencial, Marzà solicita a las familias la firma de la declaración responsable. "Pedimos a las familias que hagan esa declaración responsable, que se conciencien a ellos mismos y que tomen la temperatura cada día, que estén más activos en la detección de sintomatología con sus hijos porque es el primer paso", subrayó el conseller.
En esta línea, el conseller también afirmó que no hay que tener "miedo" ya que los centros educativos son instalaciones mucho "más seguras que otros espacio de socialibilización. De hecho, remarcó que en ellos los niños y maestros "no solo aprenden nuevas normas, sino que también en estas primeras semanas serán un espacio para mejorar el uso de las buenas prácticas porque tendrán que ponerlas en marcha desde el primer día".