VALÈNCIA. Qué bonito es montarse la película, al menos a veces: soñar con el futuro, hacer planes alocados sobre lo que es y lo que será, fingir algo hasta lograrlo…. Lo bueno también es acercarse a ese futuro desde caminos bien pavimentados, como sucede con la oportunidad que se da a más de cincuenta jóvenes a través de Cinema Jove: la de convertirse, por primera vez, en jurado joven. Gracias al festival los miembros del jurado pueden dar sus primeros pasos en el mundo del cine, desde charlar con directores a comentar sus proyectos con productores, pasando por conformar una pandilla cinéfila que no se despegará en todas las futuras proyecciones.
Detrás del equipo de jurado de largometrajes se encuentran, entre otros, los siguientes nombres: Julia Caro, Alexia Corrales, Javier Robles y Anna Enguix. Estos “primerizos” tienen la oportunidad de adentrarse en el cine como nunca lo han hecho antes, acampando en el Rialto desde el 24 de junio hasta el 2 de julio y hartándose de ver películas sin parar. Tras el fin de semana que marca el pistoletazo de salida comienza una carrera a fondo, que puede que marque el resto de la vida de estos “jóvenes”... o que se quede simplemente en un buen recuerdo, aún es pronto para saberlo. Las sensaciones generales comprenden los siguientes sentimientos: nervios, comprensión, incertidumbre, genialidad y sobre todo ilusión, como si de un anuncio de juguetes se tratara.
Entre los críticos “primerizos” hay un poco de todo: periodistas, estudiantes de comunicación audiovisual, artistas, actores y actrices… Sin importar el origen lo que les une es su pasión común por el cine. Tal y como lo define Corrales "se trata de un grupo diverso" que a veces lo único que tiene en común es el sector del audiovisual: “Somos personas muy diferentes, aunque tengamos un estilo parecido. No siempre pensamos igual, pero generamos un grupo muy compacto en el que poder conversar, un equipo de lo más cómodo y acogedor”. Entre cervezas después de los visionados aprovechan para comentar las películas, convirtiéndolas en una “experiencia conversacional” que trasciende de los comentarios básicos: “Todos tienen siempre algo que decir, las conversaciones siempre derivan a otros temas, otras películas, otras formas de crear… Es de lo más estimulante”.
En las charlas hay tantas opiniones como ojos que ven lo que sucede tras la pantalla, sobre la mesa se pone de todo, Caro contempla la variedad en el gusto en la expresión de cada uno: “Hay compañeros que hablan por ejemplo del cine contemplativo, otros realizan comparaciones del día a día… Tenemos siempre un poco de todo”, comenta, “al final es muy interesante el aura que se genera, y el debate que se lleva a cabo, tenemos siempre un poco de todo”. En este diálogo común está el objetivo de la valoración final, que llegará el esperado día 30 de junio: “La clave es tener un diálogo claro después de cada visionado”, comenta Enguix, “ver todas las opiniones y ya de cara al día de la valoración final tener una respuesta clara”.
La clave, con o sin cervezas de por medio, está en conformar un grupo variado y cómodo, con el que se pueda hablar de todo. Un grupo en el que poder ser uno mismo y sentirse comprendido, un factor clave para personas como Corrales: “Todos tenemos algo de igual. Nos gusta el cine de la misma forma, puedo hacer referencias a películas “raras” y que no haya un silencio después… Me siento comprendida”. Con referencias y temas variados se analizan uno por uno los largometrajes visionados, tanto el ritmo como la fotografía pasando por las sensaciones y comparativas con el día a día: “Analizamos cómo nos ha hecho sentir la película, a qué nos recuerda, su ritmo… Un poco de todo”, aclara Enguix.
Y luego está quien comenta comprendiendo ambas partes, como es el caso de Robles. Él participó el año pasado con su corto Sobre mi familia cuando la pandemia, que fue seleccionado en la sección oficial. Al haber estado en el otro lado la crítica torna a veces en un lado más humano: “Me pongo en la piel del que produce algo, haber estado ahí me hace valorar el trabajo de una forma más amigable”, comenta el crítico y director, “agradezco muchísimo esta oportunidad en la que he podido estar en ambos lados”, aclara. Además el lado crítico, y joven, le permite al igual que sus compañeros acercarse a un nuevo ambiente, más “discernido y más cercano”, y en el que por fin se puede hablar de cine “de todas las maneras posibles”, siempre desde el ojo crítico que aún se está entrenando a través de la escucha y del habla.
¿Qué te ha aportado esta oportunidad?
Julia Caro: “Jamás había estado en una misma habitación con más de dos directores, y aquí he podido estar hasta con quince. Es una oportunidad única para la gente que está empezando.... ¡Y una forma increíble de ver cómo funcionan los festivales desde dentro!"
Javier Robles: “En mi caso cuando participé en Cinema Jove como autor estaba mucho más nervioso. Vivir esta experiencia como crítico te hace generar mejores contactos, mucho más cercanos”.
Alexia Corrales: “Es una manera increíble de dar una oportunidad a los jóvenes. Hemos estado tomando algo con directores, actores, productores… Sin Cinema Jove esto no habría sucedido"
Anna Enguix: “He podido conocer perfiles muy variados, y conformar un grupo estupendo. Además al final del todo nos darán un diploma por haber sido jurado joven, quieras que no es una oportunidad para abrirnos paso en este mundillo, todo cuenta”
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