VALÈNCIA. El sistema de alquiler de turismos compartidos, el llamado carsharing, entra en la ciudad de València a pasos muy pequeños y con la esperanza de que el gobierno municipal regule cuanto antes el sector para ponerse en marcha. Por el momento, lo único que se conoce es que la normativa del sharing está en ciernes, a la espera de que las concejalías de Espacio Público y Movilidad acaben de redactarla, y que su puesta en marcha, debido a los ritmos de la administración municipal, no se prevén hasta entrado 2020.
Ahora bien, también es cierto que mientras, como ha venido relatando Valencia Plaza, el área de Alcaldía de Joan Ribó está preparando en la capital del Túria un proyecto piloto de carsharing con la mercantil valenciana Cargreen, independientemente de la redacción de la normativa. El proyecto ya está bastante avanzado entre Alcaldía y la empresa, y su duración será de 6 meses prorrogables automáticamente por períodos de 6 meses si no hay ningún problema.
El objetivo: probar el servicio en la tercera ciudad de España para conocer su repercusión en la movilidad de la ciudad al tiempo que contribuye a las arcas municipales con una tasa que asciende a 1.028 euros anuales por vehículo desplegado. De estos, unos 400 euros -el 39%- corresponderán al Ayuntamiento, mientras que los 628 euros restantes -61%- corresponderán a la concesionaria de la O.R.A., la empresa Dornier.
El consistorio ha alcanzado un principio de acuerdo con Cargreen y Dornier, si bien sólo falta la rúbrica del Ayuntamiento. La proyección de la operadora de carsharing es empezar la prestación del servicio con una flota de 150 coches eléctricos a lo largo y ancho de la ciudad. Así, la operadora pagará un montante total de aproximadamente 154.000 euros anuales a la concesionaria de la O.R.A.
Es así porque los usuarios de este servicio no pagarán la zona azul -de rotación- ni la zona naranja -de rotación y para residentes según la hora y el día de la semana-. Así, quien utilice estos vehículos no deberá correr con el coste de estacionar en las zonas O.R.A. En su lugar, será Cargreen quien afronte el gasto mediante la tasa, que deberá abonar de forma mensual.
La concejalía de Hacienda ha realizado dicho cálculo partiendo de la base de que los vehículos de carsharing están el 40% del tiempo estacionados y el restante 60% en circulación. Con ello y haciendo una media entre el precio de la zona azul y el de la zona naranja, se ha extraído la tasa.
Ahora bien, estos 1.028 euros anuales por vehículo forman parte de una proyección que no está exenta de cambiar. Si en algún momento, el tiempo de circulación es considerablemente mayor o menor al fijado -60%-, cualquier parte puede pedir la revisión de la tasa, que deberá ajustarse proporcionalmente al desfase temporal.
Es decir, si los vehículos están aparcados más del tiempo previsto, la concesionaria de la O.R.A. podría pedir el aumento de la tasa, mientras que si los turismos ocupan la zona azul o naranja menos tiempo del proyectado, será Cargreen quien pueda pedir una rebaja de la tasa. Para monitorearlo, la empresa valenciana deberá facilitar a la concesionaria de la O.R.A. datos sobre el uso de los vehículos en tiempo real. Además de la tasa, se ha establecido una fianza.
Según explicaron fuentes conocedoras de este proyecto inicialmente, la recarga de los vehículos se hará en instalaciones de la empresa, dada la falta de cargadores eléctricos en las calles de la ciudad. Cuando los vehículos tengan poca batería, enviarán un mensaje a la compañía, que los recogerá para recargarlos. Aquellos turismos que se hayan quedado sin carga no aparecerán a los usuarios en la app del servicio.