VALÈNCIA. La Marina de València lleva más de una década con el propósito de convertirse en un polo de innovación. Durante este tiempo, se han asentado en la dársena proyectos como Marina de Empresas o Innsomnia y, aunque en los últimos años se ha incrementado el interés por instalarse en las bases o espacios alternativos, lo cierto es que el proceso está siendo lento y la parálisis producida por la pandemia en los trámites administrativos tampoco ayuda.
Entre las aperturas que acumulan más retraso se encuentra la de Fosbury & Sons, en la Antigua Estación Marítima. A pesar de que el concurso se inició en 2018, no fue hasta mayo de 2019 cuando la compañía belga firmó el contrato para entrar en el espacio y, a día de hoy, aunque hacen frente al canon, todavía no han puesto el espacio en marcha. De hecho, la última fecha de apertura prevista era el próximo octubre pero, con la situación generada por el virus, lo más probable es que se alargue unos meses más.
Lo mismo ocurre con el Biohub, espacio de innovación biotech y que tenía previsto ponerse en marcha en el primer semestre de 2020 en la base número 5. Un contrato que fue firmado en mayo de 2019, ya hace más de un año, y para el que se dio una carencia de un año en el pago del canon Ahora, la nueva fecha de apertura está prevista para el primer trimestre de 2021, aunque el propósito estar en marcha antes.
El pasado 10 de marzo también se supo que la tecnológica Zeus había sido la única oferta para ocupar la base 1 en la zona sur de la dársena. Y aunque la presentación del proyecto ha sido relativamente reciente, el coronavirus también ha postergado la firma del contrato, que se realizará a lo largo de este mes. En el caso de Zeus, la intención es crear un espacio en el que dar cabida a todas aquellas ideas relacionadas con I+D.
No mejor les va a los contenedores públicos, como La Base, ubicada en el Alinghi. En 2018 se anunció que su primer inquilino sería Telefónica, con un centro de I+D en ciberseguridad especializado en Internet de las cosas y smart city. Sin embargo, a día de hoy en el espacio no están ubicados sus 15 integrantes, que han tenido que establecer su centro de trabajo en Innsomnia. Por el momento, la base del Alinghi se está utilizando para almacenar la falla municipal.
Por otra parte, también se han previsto retrasos en la reforma del Tinglado número 5 a causa del coronavirus al permitir el Gobierno municipal la petición de prórrogas por parte de las constructoras a causa de las epidemia. Un espacio que está pensando para usos relacionados con la innovación y la creatividad empresarial o como sede de empresas u oficinas.