El profesor del Área de Economía e Historia de CUNEF analiza la esperada reunión de la Reserva Federal de EE UU, cuyo desenlace se conocerá esta tarde
MADRID. La Reserva Federal resolverá hoy el rumor que en las últimas semanas tanto revuelo ha causado desde la reunión que se celebró a finales de agosto en Jackson Hole (Wyoming). Si bien los últimos datos macroeconómicos muestran que la economía estadounidense se encuentra en la fase madura de su ciclo económico, con una tasa de desempleo del 4,9% muy próxima a la tasa natural de desempleo (4.8%), existen algunas dudas sobre la consolidación del crecimiento en los próximos meses.
Dudas que surgen tras conocer los últimos datos de creación de empleo en el mes de agosto y tras observar la evolución de la inflación marcada por la volatilidad del precio del crudo y la tendencia decreciente del precio de los alimentos. En tal caso, la decisión de una subida de los tipos de interés es, para la presidenta de la Reserva Federal, cuanto menos fácil debido a que la aplicación de un endurecimiento de las condiciones monetarias puede conllevar un riesgo para el mercado laboral que todavía no se ha restablecido a los niveles previos a la crisis financiera.
A este riesgo hay que añadir el impacto que puede tener la desaceleración en los mercados globales, así como las presiones políticas dada la proximidad de las elecciones presidenciales a la Casa Blanca previstas para el próximo 8 de noviembre. Consecuentemente, lo más probable es que no sea hasta el mes de diciembre cuando la FED reemprenda su camino hacia la normalización monetaria. Un camino que algunos expertos auguran que tendrá dos etapas, una en 2017 y otra en 2018, con un incremento de los tipos de interés en 0,75 puntos básicos en cada una de ellas.
Independientemente del momento exacto en que la FED lleve a término el nuevo el incremento del precio del dinero, la decisión tendrá un efecto sobre la economía de la Eurozona. Esto se fundamenta básicamente en que una subida de los tipos de interés implica una apreciación del dólar y con ello un incremento del precio de las importaciones. Algo que sin duda supone una grata sorpresa para Mario Draghi, dada que la inflación actual en la zona euro se sitúa en el 0,2%, muy lejos del objetivo marcado por el propio organismo (2%).
Al mismo tiempo, otro efecto positivo que conllevará la normalización monetaria es el abaratamiento de los bienes europeos en comparación con los bienes estadunidenses. Pero no todo son buenas noticias, puesto que un incremento en el diferencial de tipos de interés en EE UU y en Europa puede provocar una huida de capitales por parte de algunos inversores que encontraran una mayor rentabilidad en Estados Unidos.
En cualquier caso, y volviendo a la decisión de la FED, no hay que olvidar que uno de los principales ingredientes del cóctel que provocó la crisis de las hipotecas subprime en 2008 fue el mantenimiento de unos bajos tipos durante un largo periodo de tiempo. Por lo tanto, si bien todos los indicios descartan que hoy se anuncie la segunda subida de los tipos de interés, dicha decisión no se prolongará más allá del mes de diciembre ya que, en caso contrario, se incrementaran los riesgos de creación de burbujas en ciertos activos financieros.
Aunque visto lo visto, si tenemos en cuenta que la burbuja inmobiliaria en 2008 no es la primera en la historia más de uno pensara en aquello de que 'el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra'.
Carlos Salvador es profesor del Área de Economía e Historia de CUNEF