El comité de empresa afea a la Generalitat que recurra, como en el caso de la inminente 31 edición de Cinema Jove, a contratos menores
VALENCIA. El comité de empresa de CulturArts, ahora denominado Institut Valencià de la Cultura (IVC), ha denunciado que el ente autonómico está realizando contrataciones de personal a través de empresas externas obviando la bolsa de empleo que resultó del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), ejecutado en 2013 por la anterior corporación y que provocó 57 salidas. Los trabajadores apuntan en un comunicado a contrataciones de técnicos en Castellón, “entre otros”, y también a la delicada situación de Cinema Jove, que tras el recurso presentado contra la empresa adjudicataria se ve abocado a sacar adelante su nueva edición con trabajadores propios y contratos menores, tal y como ha anunciado el nuevo director del IVC, Abel Guarinos.
A menos de dos meses de su celebración, la organización del festival de cine ha quedado bloqueada por el recurso presentado por Quatre Fulles contra Solventa Solucions Bàsiques per Entitats i Ciutadans S.L., siendo el Tribunal Administrativo quien ha acabado frenando la adjudicación a la segunda compañía, que se impuso con la oferta más cara, 705.248 euros para la organización de los dos próximos años del festival (IVA incluido). “La dirección de CulturArts ha iniciado un proceso de contratación, a través de contratos menores, para poder poner en marcha el festival, ignorando una vez más que hay personal en la bolsa de trabajo suficientemente cualificada para llevar a cabo esa encomienda”, explican los trabajadores.
Según indican desde el comité de empresa, el 20 de abril solicitaron al ente información sobre los contratos menores llevados a cabo por la administración sin haber obtenido todavía respuesta. “La explicación no oficial es que el capítulo I está agotado y no se podían llevar a cabo más contratos laborales”, añaden. Así las cosas, urgen a la administración a gestionar “con valentía” y “no utilizando la puerta trasera de las subcontrataciones laborales encubiertas, con falsos autónomos y a través de empresas, un sistema ampliamente demostrado que nos sigue costando mucho más dinero”.
En una reunión del comité a finales de 2015 con el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, el comité de empresa le transmitió su preocupación por la “situación de precariedad” que, según indican, vive la plantilla, especialmente después del ERE. “Se nos contestó que lo más seguro es que hubiera llegado el tiempo de hacer menos cosas. Habíamos pasado de los tiempos del ‘más con menos’ del señor Manuel Tomás a los tiempos del ‘menos con menos’ del señor Girona. Pero los últimos meses hemos asistido a una política cultural que nada tiene que ver con esta filosofía, todo lo contrario. Laboralmente hablando se sigue exigiendo a una mermada y humillada plantilla un esfuerzo, que en ningún momento se ha tenido en cuenta a la hora de planificar el nuevo instituto”.
“Se han consultado a sectores muy diversos de la cultura del Pais Valencià, pero en ningún momento se ha consultado a los trabajadores y trabajadoras, verdaderos hacedores del día a día de los diferentes diseños culturales más o menos acertados. Desde la puesta en marcha de CulturArts en enero de 2013 la plantilla ha sido ninguneada y maltratada, y tras las últimas elecciones, ahora hace casi un año, la situación no ha mejorado; si bien el diálogo ha estado presente entre los trabajadores y trabajadoras, y los nuevos dirigentes culturales, al final parece más bien un monólogo”.