VALÈNCIA. (VP/EFE) Era lo esperado: que los empleados de la EMT de València, reunidos en asamblea, aprobaran los paros convocados por los sindicatos hace dos semanas para los meses de enero y febrero. Así pues, según ha trasladado el comité de empresa, una "mayoría abrumadora" ha dicho 'sí' a los paros parciales. Los paros convocados serán de dos horas por la mañana y dos horas por la tarde.
Los paros en el servicio se producirán los días 16, 24 y 29 de enero, de 7.00 a 9.00 de la mañana y de 17.00 a 19.00 de la tarde; y los días 4, 12, 20 y 27 de febrero entre las 8.00 y las 10.00 y entre las 16.00 y las 18.00. La intención es comenzar con estos parones de dos horas para incrementar la presión de forma progresiva si el conflicto que ha motivado la huelga no se resuelve.
En las votaciones celebradas este martes hasta las doce de la noche, votaron 873 trabajadores -de un total de 1.600-, de los cuales 615 emitieron su voto a favor y 216 en contra, y se contabilizaron 37 votos en blanco y 5 nulos, según ha informado a EFE el presidente del Comité de empresa, Adolfo Cruz, que ha precisado que la mayoría de empleados que trabajaron acudió a votar. Todos los sindicatos representados en el Comité de empresa (UGT, CCOO, APPTU y TUC), excepto la CGT, convocan estos paros.
El conflicto surgido en torno a las jubilaciones parciales en la EMT ha acabado por estallar. La empresa ha incluido en las nuevas prejubilaciones que los empleados deberán realizar 131 jornadas laborales, en lugar de las 65 jornadas que establece el convenio de la empresa.
El convenio data de 2013, cuando gobernaba el Partido Popular, y las nuevas dirección y gerencia -ostentadas por Giuseppe Grezzi y Josep Enric García respectivamente- decidieron llevarlo a la Agencia Antifraude. Según la denuncia, este convenio permitía que trabajadores prejubilados realizaran 65 jornadas laborales en lugar de las 131 que marca la normativa y, aún así, cobraban el salario completo.
El Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL), posteriormente, dio validez al convenio, pero se remitió a informes municipales, que llegaron a finales de noviembre y contradecían el laudo de arbitraje, dando la razón a la empresa. Estos informes han servido a la empresa para aplicar las 131 jornadas laborales y no las 65 que están fijadas en el convenio. Todo pese a haber manifestado su intención de cumplir con el laudo.
Además de las condiciones de la jubilación parcial, los paros también están convocados por el plan de jubilación 2019-2027, que se debía haber firmado a finales de junio según marca el convenio y todavía no ha sido negociado, y por los descansos en los finales de línea.
Otros puntos de reivindicación son el incumplimiento en la formación que ofrece la empresa que, según el Comité, debe 100 horas por trabajador; y el incumplimiento en la disgregación de los puntos de relevo, que obliga a los conductores a acudir a un punto de parada y no a los finales de línea tras la modificación realizada por la empresa en las diferentes líneas.
La polémica sobre los colores de los nuevos uniformes no forma parte de las reivindicaciones de los paros, ya que finalmente se va a incluir el azul junto al rosa, morado, verde y naranja, pero es un motivo más que ha "calentado" a la plantilla de trabajadores, según Cruz.
Además de a los conductores, los paros también afectarán a los empleados de oficinas y talleres, ha explicado el presidente del Comité de empresa, quien ha asegurado que están "cansados" de la dirección de la empresa.
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