VALÈNCIA. (EP). La dirección de Lladró y los sindicatos han llegado este jueves a un acuerdo sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que, de ser aprobado por una asamblea de trabajadores este lunes, afectará a 76 empleados, repartidos entre las cuatro empresas que conforman el grupo: 34 en Porsa, 29 en Lladró SA, ocho en Daisa y cinco en Arte y Porcelanas.
Así lo han indicado a Europa Press fuentes de UGT, que han detallado que en un principio, el expediente iba a afectar a 81 trabajadores (tres más en Lladró SA y otros dos en Daisa), pero que durante las negociaciones de este jueves se ha conseguido que el ERE no afecte a estos cinco trabajadores.
En el caso de 'Porsa' y 'Arte y Porcelanas', el acuerdo contempla una indemnización de 20 días por año trabajado, más 24 mensualidades de convenio especial con la Seguridad Social. De estas empresas saldrán un total de 39 trabajadores, nacidos entre 1957 y 1960, de entre 59 y 62 años, que se han presentado voluntarios para prejubilarse.
El delegado de CCOO PV, Juan Llull, ha valorado que "aunque nunca se puede estar safisfecho cuando hay despidos, este ERE ha sido menos traumático que los de los últimos años", dado que se ha cubierto con personas mayores que se han presentado voluntarias para extinguir sus empleos.
Por su parte, en 'Lladró SA' y 'Daisa', el acuerdo recoge que las indemnizaciones serán de 25 días por año trabajado. No obstante, en este caso, según han precisado desde UGT, podría afectar a trabajadores de cualquier edad, aunque han remarcado que aproximadamente un 65% de la plantilla está "en edad jubilable o de prejubilación".
De aprobarse el acuerdo que han alcanzado sindicatos y dirección este jueves, los despidos tendrían efecto, según UGT, a finales de este mes.
Lladró, que fue adquirida en 2017 por el fondo inversor PHI Industrial, justifica estos despidos en causas tanto económicas como productivas. Según explicaba en un comunicado al inicio de las negociaciones, hace justo un mes: "La sostenibilidad a largo plazo de la compañía exige ajustar los recursos a su tamaño de negocio actual y esperado para los próximos años, con el objetivo de garantizar la viabilidad futura de la empresa".
Durante los dos últimos años, argumentaba, "se ha trabajado intensamente en potenciar el desarrollo de producto, la inversión en marketing y la eficiencia y adecuación de los perfiles comerciales. Sin embargo, los ajustes estructurales no se habían aplicado todavía a la central, donde se cuenta con una organización sobredimensionada y demasiado compleja para el tamaño actual del negocio".
Para Lladró, la respuesta de los nuevos mercados y canales a los que se dirigen las nuevas categorías de producto, fruto de la diversificación de la compañía, es muy positiva, pero requiere de mayor capacidad de reacción y agilidad por parte de empresa. A su entender, el proceso de reconversión y reposicionamiento de la compañía exige mejorar la eficiencia interna, pero también flexibilizar la producción, para responder con rapidez a las demandas del mercado.
La compañía espera que "con la organización adecuada de los sistemas productivos se podrá trabajar con menores niveles de stock". Algunos datos que reflejan la buena senda de la compañía son la positiva evolución del negocio online, la apertura de nuevas tiendas en el mercado asiático o la inauguración de los nuevos espacios Lladró Lifestyle dedicados al canal de interiorismo y decoración.
Su estrategia seguirá centrada en diversificar, crear y alimentar nuevas categorías de producto, apoyándolas desde marketing y comercial para darles visibilidad y abrir los canales de comercialización correspondientes. En especial iluminación, joyería, fragancias para el hogar e iconos de diseño en porcelana.
En paralelo, y aunque las ventas del producto clásico reflejan la madurez del mercado, continuará trabajando en adaptar el producto figurativo a los nuevos gustos y tendencias, ha asegurado.
En todo caso, para poder seguir invirtiendo y reforzar el prestigio de la marca y la distribución de los productos a nivel internacional, Lladró considera "necesario disponer de unos servicios corporativos y productivos optimizados y focalizados en aquello que aporta valor a la compañía".
Este nuevo ajuste seguirá complementándose con el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) iniciado a finales de 2018 y con la adopción de "medidas que proporcionen viabilidad económica" al grupo Lladró. No obstante, la propiedad de la compañía ha aseverado que su intención es "garantizar la continuidad de la mayor parte de la plantilla y la sostenibilidad a largo plazo de la empresa".