VALÈNCIA. (EFE). La Federación de Vecinos de Valencia ha exigido más transporte público en verano y fiestas y más consulta en los presupuestos participativos y ha lamentado que en la ciudad hay barrios degradados, se mantienen los problemas de botellón, terrazas y apartamentos turísticos y hay falta de limpieza.
Así lo ha expresado su presidenta, María José Broseta, en un balance de 2018, en el que ha destacado la aprobación del ZAS de El Carmen, la apertura del aparcamiento de la plaza de Brujas y del Parque Central, la condonación de la deuda de la Marina y el reinicio de las obras de la L10 como los aspectos más positivos del año.
La entidad vecinal ha observado con preocupación las declaraciones del alcalde, Joan Ribó, y la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, sobre la transformación de los barrios periféricos, y que, a su juicio "indican el profundo desconocimiento de lo que sucede y de los graves problemas que existían antes y que siguen existiendo".
Ha reconocido y aplaudido avances sociales importantes como la renta valenciana de inclusión, los bonos sociales de la EMT o las ayudas de emergencia a personas que padecen pobreza energética pero ha subrayado que "para transformar un barrio hace falta mucho más que eso o que construir un jardín o un carril bici".
Por eso, les ha pedido "que no hagan afirmaciones a la ligera" cuando ven "lo poco que se ha avanzado" en barrios como el Cabanyal, Nazaret, la Malvarrosa, el Grao, Velluters, la Fuensanta, Benicalap o Torrefiel, donde siguen denunciando problemas de seguridad por drogas, de convivencia o de la falta de obras esperadas.
La irrupción del patinete eléctrico como medio para desplazase ha sido uno de los fenómenos de 2018 y al respecto, ha valorado sus aspectos positivos, como los de las bicicletas, aunque ha advertido que si no se regula de una forma clara, pueden darse problemas de convivencia con los peatones.
Ha exigido el fin de los recortes de servicio de EMT y FGV en verano y periodos festivos como Navidad y ha pedido más coordinación entre ambas empresas de transporte público desde la Autoridad Metropolitana para cubrir citas como conciertos, Fallas o la Gran Fira.
Broseta ha apuntado que los procesos participativos siguen "dejando mucho que desear", especialmente la consulta sobre los presupuestos y ha apuntado que "se deben democratizar fomentando la participación presencial" por los problemas para integrase al sistema informático de parte de la ciudadanía.
Ha insistido en que la tramitación y ejecución de los proyectos es excesivamente lenta, lo que desincentiva la participación y ha denunciado que se siguen incluyendo proyectos que no responden a propuestas vecinales, sino que son iniciativa del Gobierno municipal.
La dirigente vecinal ha lamentado que los problemas de convivencia por la invasión de terrazas y el botellón siguen sin solución, incrementados por la proliferación de apartamentos turísticos ilegales, que siguen funcionando pese al nuevo marco legal.
Para contribuir a solucionar estos problemas, ha urgido a sacar adelante la nueva Ordenanza Reguladora de la Ocupación del Dominio Público Municipal, así como la de Convivencia que pretende frenar el botellón.
En cuanto a la gestión de residuos, ha valorado que se haya incrementado la dotación, pero, a su juicio, "sigue siendo insuficiente", según la dirigente vecinal, que ha reclamado campañas permanentes de concienciación, así como que se incrementen los medios para la poda de arbolado.