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Polémica remodelación

Los vecinos ganan la primera batalla: Obras Públicas quita los badenes de la CV-500

El resto de los badenes se retirarán en cuanto estén instalados los semáforos y pasos de cebra; los vecinos de El Perellonet, pese a todo, no retiran la demanda

17/01/2017 - 

VALENCIA. Es la primera batalla y la han ganado los vecinos. La Conselleria Obras Públicas ha iniciado la retirada de los llamados cojines berlineses, instalados en un tramo de la zona de El Perelló en la carretera CV-500, tal y como se comprometió con las asociaciones de vecinos y otras entidades afectadas. Las protestas unánimes han surtido su efecto y, haciendo honor a la palabra dada, el director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, informó este lunes de que se estaban "cumpliendo los compromisos adquiridos" y, a través de un comunicado oficial, anunció el desmontaje de esos cojines berlineses en una zona concreta de El Perelló "donde los técnicos han determinado que ya pueden retirarse".

“Es la primera vez que vemos un movimiento a favor”, explicaba el alcalde pedáneo de El Perelló Andrés Fernández. Para el representante socialista, la clave ha sido “el diálogo”. “La presión ha de ser muy fuerte para que sirva para algo. Pero el ir, volver a ir, hablar, explicar las cosas, procurar conseguir apoyos, ha sido lo que de verdad ha hecho mover ficha. Lo que ha valido es demostrarles con pruebas que un tractor no pasaba por ahí, que estropeaba el género... [La Conselleria] Es gente que con pruebas en la mano han sido conscientes de que eso [la remodelación de la CV-500] ha sido un error. Hay un compromiso firme y la Conselleria ya tiene los técnicos para hacer el estudio de esta carretera, no sólo una reversión sino darle una mejora, en la que la gente del parque también aportarán su granito de arena, flexibilizando las normativas para que esta carretera vuelva a ser una carretera circulable, para que se pueda adelantar un autobús”, explicó.

La retirada de los cojines berlineses se ha devenido como perentoria, apenas unas semanas después de haberlos instalado. En este sentido Domingo admitía en la nota oficial que la propuesta “no ha dado los resultados deseados”, ya que “se instalaron para mejorar la seguridad vial y reducir la velocidad en algunos tramos pero han ocasionado el efecto contrario, porque los conductores los evitan invadiendo el arcén o el carril bici”. “Las peculiaridades de este tramo, por donde también pasan máquinas segadoras y tractores, ha provocado algunos inconvenientes y, por ello, se ha procedido a desmontarlos”, explicaba. Esta primera reversión proseguirá en las próximas semanas en el resto de la carretera, una vez el Ayuntamiento de Valencia finalice la instalación de semáforos y pasos cebra. En este sentido, desde el consistorio de Valencia aseguraron que sus trabajos concluirán a principios de marzo, como mucho. Tanto los semáforos como los pasos de peatones son prescriptivos, acorde la legislación vigente, para las líneas de autobús. 


La reforma se realizó de manera conjunta entre la conselleria y el Ayuntamiento de Valencia. Impulsada desde el consistorio, se inspiraba en un proyecto rechazado por la Unión Europea, y pretendía conseguir un supuesto equilibrio entre el derecho a la movilidad, la seguridad de los usuarios más vulnerables, en especial el carril-bici, y la preservación del medio ambiente y el desarrollo de las actividades económicas. Para ello se redujo el ancho de los carriles para darle espacio al carril-bici, se redujo la velocidad a 60 kilómetros por hora, se estableció una línea continua que impide adelantar y se colocaron los manidos cojines. 

Pero no sólo no ha gustado nada la propuesta, algunos la tildan de "capricho", sino que puede acabar con la Conselleria en los tribunales, ya que la asociación de vecinos de El Perellonet le ha planteado una demanda al Consell que no piensan retirar. Así lo certificaba Luis Zorrilla, presidente de esta entidad, quien reclamaba “la reversión completa”. Para Zorrilla la remodelación de la carretera “es un decisión política que no se entiende” y así lo comparten sus convecinos, que han apoyado una denuncia en la que se califica a las obras de “ilegales” y se exige expresamente “la nulidad de la actuación administrativa”, la reversión de la carretera “al exacto estado que se hallaba con anterioridad”, así como que se condene a la Administración a pagar las costas.

El conflicto, además, ha provocado malestar entre los ayuntamientos. El alcalde pedáneo de El Perelló se lamentó este lunes de la escasa disponibilidad para conversar del alcalde de Valencia, Joan Ribó, con quien ha intentado reunirse en vano en diversas ocasiones. “No sé por qué no tiene un minuto para verme. Se supone que los dos somos de izquierdas. A lo mejor es verdad que está muy atareado. Cuando uno llama tres veces y no le contestan empieza a pensar que no quieren verle. Pero bueno, soy un jubilado y tengo todo el tiempo del mundo. Seguiré intentándolo”, anunció socarrón.

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