VALÈNCIA. La acción realizada este sábado por el grupo A.E. Agró en el Hotel Sidi Saler en la que solicitaban la demolición del inmueble no ha gustado entre los vecinos de la Dehesa del Saler. En un comunicado remitido este lunes por la tarde, “a petición de la mayoría de socios y vecinos” según reza el texto, la asociación de esta pedanía ha criticado a la entidad ecologista, a la que acusa de rayar en “el fundamentalismo”, al tiempo que recuerda la petición que lleva haciendo desde años de reconvertir el Sidi en un centro para mayores.
El texto comienza describiendo a los participantes en el acto del sábado como “minoría muy minoritaria” y califican la acción de mera propaganda. Si bien se reconoce “la labor que desempeña desde hace años” Agró, los vecinos les acusan también de hacerles sentirse agredidos y estigmatizados y califican de “obsesión excesiva y persecutoria, rayando el fundamentalismo ecológico”, la reclamación en pro del derribo del hotel. “[…] Al parecer no existe otra alternativa que no sea la demolición del Sidi y de nuestras casas”, se lamentan.
Igualmente, muestran su sorpresa porque en el acto del sábado no se hubiera hecho “ninguna referencia” ni sacado “pancartas” sobre “el grave problema que representa la regresión de las playas del sur”. Un retroceso, apuntan, que viene provocado “en gran parte por las diversas ampliaciones del puerto de València”. También hacen hincapié en que su acción los miembros de la entidad ecologista no hablen tampoco “del riesgo de salinización que amenaza a la Albufera, etc.”.
Un aspecto que critican con dureza es “la comparación del Sidi con el Algarrobico”, la cual califican “cuando menos tendenciosa”, además de considerar que con ella desde Agró tratan “al pueblo de analfabetos e indocumentados como mínimo”. En este sentido recuerdan que el Hotel Algarrobico, situado en la playa del mismo nombre de la localidad almeriense Carboneras, “se paralizó hace más de 10 años por estar construyéndose en una zona donde estaba totalmente prohibido construir, tiene más de 20 pronunciamientos judiciales y está en vías de demolición por sentencia del Tribunal Supremo”.
En cambio, señalan, el Hotel Sidi Saler “se construyó en terreno privado urbanizable, comprado al Ayuntamiento de Valencia en los años 70 con todas las licencias y los permisos en regla, por más que posteriormente un deslinde del Gobierno lo incluyera dentro del Dominio Marítimo-Terrestre, así como la declaración de Parque Natural otorgada posteriormente en 1986”. Y añaden: “No se le conoce ninguna querella por ilegalidad”.
La entidad vecinal, que recuerda que representa “a más de 1.200familias”, propone, como solución al atolladero en el que se encuentra el inmueble, su “reconversión del mismo para usos sociales, como podría ser un centro para la tercera edad, del que tan necesitados están los Poblats del Sud y que generaría muchos puestos de trabajo”, dicen. Dicho centro debería funcionar “por supuesto” respetando el entorno en que se encuentra e “integrándolo de una manera sostenible con el medioambiente”; “al igual que todas nuestras viviendas, las que tanto molestan a la asociación ecologista Agró”, agregan.
También señalan que “en la mayoría de los casos” las viviendas de El Saler son la única de los vecinos, y que cuando escuchan a los ecologistas emplear el lema Tot el Saler per al Poble sienten “amenazadas” sus casas que, recalcan, fueron registradas en su momento “dentro de la legalidad vigente”.
La conclusión a la que llegan, dicen, es que ningún gobierno ha querido “de verdad” recuperar este espacio para el “pueblo”. “Se trataba de parar las obras, indemnizar y recuperar las parcelas, pero nunca se hizo... Y esto, tan evidente, parece que el movimiento ecologista Agró no quiere o no le interesa verlo así, y siguen año tras año aireando sus pancartas y su mensaje intoxicador, como si tuvieran que demostrar o justificar cada cierto tiempo que luchan por estas causas”, apunta. Y concluyen apuntando que “tal vez” en Agró “están a favor de los desahucios”. “¿El por qué? Cada cual que lo interprete a su manera”, apostillan.