controla qev tech, con sede en picanya y planta en montmeló, en la que participa adrián campos

Los vehículos eléctricos, el nuevo negocio de Enrique Bañuelos

El proyecto lo pilota Miguel Valldecabres, el empresario que compró a Bañuelos en 2012 la patrimonial que fue matriz de Astroc

10/05/2018 - 

VALÈNCIA. Enrique Bañuelos sigue invirtiendo en España y continúa ligado al negocio de la Fórmula E, a pesar de que en 2016 vendió su participación en Fórmula E Holding, promotora del campeonato mundial de coches eléctricos que impulsó junto a Alejando Agag. El yerno de José María Aznar es ahora el amo del campeonato, del que Bañuelos es uno de los competidores. 

El empresario saguntino, que saltó a la fama con la promotora inmobiliaria Astroc, que años después reapareció en España -tras recalar en Brasil y después en Londres- con el fallido proyecto BCN World y que dilapidó parte de su fortuna en Amper, lo intenta ahora en un sector emergente, el de los vehículos eléctricos, donde ha entrado de la mano de un viejo conocido suyo, Miguel Valldecabres, el hombre que le compró en 2012 la patrimonial que fue matriz de Astroc y que también fue socio fundador de la Fórmula E.

Bañuelos y Valledecabres compraron una ingeniería en Montmeló (Barcelona) e integraron el proyecto CR Tech, de vehículos eléctricos, impulsado por Campos Racing, es decir, por el expiloto y empresario alcireño Adrián Campos. Campos es el tercer accionista valenciano de lo que a finales de 2017 se constituyó como QEV Tech Holdings y su filial QEV Technologies (antigua CR Tech). El grupo, del que Bañuelos y Valldecabres tienen el 70% y en el que participan otros accionistas minoritarios, tiene su sede social en Picanya y su centro operativo en Montmeló. Bañuelos es su presidente y Valldecabres su consejero delegado.

QEV Tech Holdigs tiene tres líneas de negocio: El primero es el más vistoso, el de la Fórmula E, en el que desde Montmeló llevan la gestión de la escudería india Mahindra Racing. El segundo es el más ambicioso, el diseño y desarrollo de vehículos eléctricos de alta gama, donde destaca el superdeportivo Arc Fox, que fabrica y comercializa la compañía automovilística china BAIC. Y el tercero es el más revolucionario: la fabricación de motores eléctricos para la industria de los minibuses. 

E-Racing

En verano de 2015, Mahindra Racing encargó a Adrián Campos la gestión de su escudería de Fórmula E, trabajo que viene desarrollando desde entonces con Joan Orús como director técnico. La participación de Adrián Campos en el proyecto QEV Tech ha supuesto la integración del negocio de e-racing en el holding que dirige Miguel Valldecabres. Una plantilla de 70 personas, la mayoría ingenieros, en la planta instalada cerca del circuito de Montmeló -1.200 metros cuadrados de oficina técnica y unos 1.600 de taller- se encargan del desarrollo, construcción y homologación del vehículo de competición.

Esta línea tiene una segunda actividad, ya que QEV Technologies es proveedor tecnológico exclusivo del nuevo Electric Production Car Series, primer campeonato europeo de vehículos Tesla, con normativa FIA. Para ello, la empresa ha diseñado y transformado un turismo Tesla en un vehículo de competición.

E-I+D

La segunda pata del nuevo proyecto de Bañuelos es el traslado de la ingeniería de la alta competición al diseño de vehículos eléctricos para particulares, concretamente, para particulares de alto nivel adquisitivo, ya que uno de estos coches puede alcanzar un precio de un millón de dólares. El mercado al que se dirige es de los "chinos ricos", según explica Miguel Valldecabres a Valencia Plaza.

El primer vehículo desarrollado por VEQ Technologies es el BAIC Arcfox-7, un superdeportivo de 603 CV presentado la semana pasada en el Salón de Pekín. El coche será fabricado y comercializado por la compañía pública china Beijing Automotive Group (BAIC).

E-Kits

La tercera línea es, al igual que la anterior, una transferencia de tecnología de las carreras de Fórmula E a la calle, en este caso, a las calles de países emergentes, para los que la empresa ha diseñado un kit que permite convertir minibuses de gasolina en eléctricos sustituyendo el motor por este kit, que cuesta 20.000 euros. 

El primer gran contrato lo ha firmado en Filipinas, donde circulan 300.000 yipnis -o jeepneys, en inglés-, minibuses que son el medio de transporte más habitual. El acuerdo inicial supone sustituir los motores de 50.000 jeepneys, proceso que será financiado por el Banco Mundial.

Los próximos objetivos son Ecuador, Brasil, Mali, Sierra Leona y otros países emergentes que reciben ayudas del Banco Mundial para iniciativas de eficiencia energética y movilidad. 

Según Valldecabres, "nadie está fijándose en los minibuses, y no hay grandes fabricantes de motores porque todos son carroceros, los fabricantes de coches fabrican el motor pero los de minibuses los compran", explica el consejero delegado de la VEQ Tech. Los kits de motor eléctrico los fabrica la compañía china Soundon New Energy Technology, situada en Xiangtán, en la provincia de Huna.

VEQ Technologies registró una facturación de 7,1 millones de euros en 2017 con un beneficio de 800.000 euros.

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