Juan Alcaraz (2d), en una imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Los empresarios alicantinos Juan y Pedro Alcaraz, fundadores de Goldcar y ahora al frente del family office Aligrupo y su rama inmobiliaria Alibuilding, no se plantean de momento cerrar sus sicavs. Mientras la mayoría de empresarios de la provincia (muchos del calzado) que recurrían a este vehículo para canalizar parte de sus inversiones en los mercados han optado en el último año por liquidarlas o convertirlas en sociedades de inversión ordinarias bajo la forma de sociedad anónima, los Alcaraz mantienen sin cambios las suyas.
En este sentido, cabe destacar que las dos sicavs en las que los fundadores de Goldcar son los accionistas mayoritarios a través de Aligrupo son dos de las más poderosas del mercado, con un patrimonio de más de 135 millones de euros entre las dos al cierre de 2022, pese a haber retrocedido ligeramente frente a 2021 (hace un año, el patrimonio conjunto de los dos vehículos superaba los 140 millones de euros). Al margen de la familia Alcaraz, solo la familia Torrecillas, propietaria de la red de concesionarios alicantina Prim Torrecillas, mantiene sin cambios su sicav, Inversiones Labrador, con más de 20 millones de patrimonio.
Según el informe de cierre de 2022, la sicav Inversiones Financieras Jupedal, en la que los Alcaraz son socios mayoritarios, cuenta con un patrimonio de 65,22 millones de euros (69,7 millones un año antes), aún por encima del que registraba al cierre de 2020 o 2019, tras aprovechar la buena marcha de los mercados durante los primeros meses de la postpandemia. En cuanto al número de accionistas, cuenta con 241, alguno menos de los 260 que tenía un año antes, y las acciones en circulación (4,4 millones de títulos) se han reducido también ligeramente.
En cuanto a la segunda sicav de los Alcaraz, Marjami 2, el vehículo cerró el ejercicio 2022 con 69,85 millones de euros, algo menos que los 71,88 millones de un año antes. Los accionistas se han reducido en este caso de forma más notable, pues pasan de 357 al final de 2021 a los 152 actuales. Una sicav debe tener como mínimo 100 accionistas para cumplir las condiciones que le permiten un régimen de tributación especial, y además existe un umbral mínimo de inversión, para evitar las figuras de los 'mariachis'. Las acciones en circulación, no obstante, se han elevado hasta los 54,43 millones de títulos.
Al margen de los Alcaraz y los Torrecillas, lo cierto es que los propietarios de las principales sicavs de la provincia han decidido durante 2022 echar el cierre o reconvertirlas en sociedades ordinarias. El último ejemplo, tal como ha contado Alicante Plaza, es el del empresario ilicitano Gaspar Serrano Aznar, que se ha deshecho de los socios minoritarios de sus tres sicavs con devolución de sus aportaciones y ha trasformado sus tres vehículos en sociedades clásicas.
Pero durante los últimos meses también han dejado de tener sicavs los fundadores de Gioseppo, la familia Navarro Pertusa, que ha transformado una de ellas en una sociedad anónima al uso para seguir canalizando sus inversiones en los mercados (y en participaciones empresariales), y han puesto en marcha los trámites para liquidar y cerrar la segunda. De la misma manera han venido actuando desde mediados de 2022 (o incluso antes) otras conocidas familias de empresarios como la familia Sirvent (de 1880 y El Lobo), la familia Miñano (dueña del aeródromo de Mutxamel o MG Wines), el ya citado Gaspar Serrano Aznar o los hermanos Palacio.
