VALÈNCIA (EFE). Poder tomar una ducha con agua caliente es ahora un lujo en las localidades valencianas más afectadas por la Dana, como Paiporta, pero un autobús de la ONG Mensajeros de la Paz equipado por dentro como si fuera un cuarto de baño ofrece este servicio a los vecinos y voluntarios en los barrios más necesitados.
"El tema de la ducha es de esas cosas que no valoras hasta que la pierdes", cuenta a EFE Aurelio Oterino, conductor de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València y voluntario de Mensajeros de la Paz.
Este viernes ha llegado a Paiporta con el HigieneBús, un autobús equipado con ducha y lavabos que puso en marcha hace dos años la ONG en colaboración con el Ayuntamiento de València y la EMT para atender a personas sin hogar y que a partir de la Dana atiende a las personas afectadas por esta catástrofe.
Los vecinos de Paiporta empezaron a tener agua de nuevo el jueves, pero en algunos barrios y viviendas llega con poca presión y tienen alguna avería puntual, según reconocen a EFE fuentes municipales.
"Parece que poco a poco está volviendo el agua, pero en muchas casas como la mía no hay para calentarla y es agua fría", lamenta Paula, una joven de Paiporta que señala que la situación es más complicada para las mujeres durante la menstruación, al tener más necesidad aún de higiene.
Por su parte, Fernando, otro vecino de Paiporta, bromea con que "nadie se da cuenta de que no te duchas porque todos vamos igual", pero reconoce ya en serio la importancia de la ducha por motivos sanitarios, al ser una zona llena de barro y con bacterias, pero también por una cuestión de comodidad y dignidad.
"El tema de la ducha es de esas cosas que no valoras hasta que la pierdes", dice.
Aurelio comenta que hay personas de poblaciones afectadas por la dana que incluso han llorado de emoción dándole las gracias por haberse podido dar una ducha caliente en el HigieneBús de Mensajeros de la paz.
Desde las inundaciones de hace diez días, este autobús ha recorrido lugares como Paiporta, Catarroja, La Torre o Aldaia para ofrecer una ducha caliente a vecinos y voluntarios, así como productos de higiene y de primeros auxilios.
"Muchos voluntarios cuando ya terminan la jornada vienen a lavarse las manos y a quitarse el barro de la cara. Es una de las cosas que es muy necesaria para no ir a casa con las bacterias que están ahora mismo saliendo", comenta.
Los conductores de este peculiar autobús son a su vez conductores de líneas de la EMT, como Aurelio, que añaden esta actividad e forma voluntaria a sus horas de trabajo como una forma de prestar ayuda a los vecinos con un gesto tan sencillo pero tan necesario y gratificante como una ducha con agua caliente.