VALÈNCIA. El enredo tecnológico en el que el Consell parecía verse inmerso a sí mismo de cara a la elaboración de los presupuestos de 2023 ha provocado que huya de cualquier problema añadido en año electoral. La plataforma para la gestión financiera del Ejecutivo autonómico tenía que ponerse teóricamente en marcha para las próximas cuentas. Pero de nuevo se dilatará cinco años después de que el proyecto fuera aprobado.
La transformación digital de la administración valenciana fue fijada como uno de los retos del Botànic en 2015. En este marco, el exconseller de Hacienda Vicent Soler anunció el llamado programa Nefis (New Economical Financial Information System), que venía a solventar el atraso digital que padecía la Generalitat. A través de él se iba a gestionar el sistema económico y financiero del Gobierno valenciano y sus organismos autónomos. En él se ha de incluir, por ejemplo, las aplicaciones para la gestión de cuestiones de tanta importancia como las nóminas de la Generalitat, los contratos públicos, las subvenciones o los impuestos. De aplicación ya en numerosas autonomías y municipios –el propio Ayuntamiento de València lo tiene–, tocaba esta vez que por fin llegara a la valenciana.
Después de posponerlo en diversos presupuestos, esta ocasión podía ser la definitiva. Pero fuentes del Consell dan por hecho que se dilatará de nuevo. Es la conclusión que extraen de la reunión mantenida ayer martes de la Comisión Interdepartamental para la Modernización Tecnológica y las Comunicaciones en la Comunitat Valencia (Citec). A la convocatoria asistieron los subsecretarios y los altos cargos responsables de las cuentas. No acudió el titular de la Conselleria de Hacienda, Arcadi España, encargado de presidirla. Una ausencia bastante comentada entre los miembros de Compromís.
En la cita se abordó la implantación de Nefis y se acordó una replanificación para hacerlo por fases hacia comienzos de 2023, explican desde Hacienda. La razón es que a finales de año existe un gran volumen de ejecución y en este resulta de especial importancia la vinculada a los Fondos Europeos. En cuanto a los próximos presupuestos, el escenario será previsiblemente el de elaborarlos como hasta el momento.
A lo largo de la reunión hubo turnos de palabra de los cargos de PSPV y Compromís. Según varias fuentes, fueron especialmente los socialistas los que expusieron más reparos. Desde la coalición, de acuerdo con las mismas fuentes, admitieron los problemas pero abogaron por probar a implementarlo. Algunas propuestas pasaron por realizar las cuentas conjuntamente con este sistema y con el anterior, Nepal, (el que la Administración ha utilizado estos últimos años). La opción más clara parece que será la de retrasarlo, aunque los representantes de ambos partidos se han emplazado a analizar la situación.
El motivo principal para descartarlo de nuevo es el riesgo que conlleva en año electoral. Como informó Valencia Plaza, en este momento ni siquiera están desarrolladas todas las partidas de ingresos. A lo que se añaden las dificultades que conlleva la puesta en marcha de la plataforma para la modificación y ejecución de las cuentas. El sistema reduce bastante la flexibilidad entre las partidas puesto que con Nefis se debe entrar más en el detalle de a qué se destina el dinero. Esto significa que si se compromete una para algo en particular, cualquier cambio a otro destino resulta mucho más complejo. Mientras que con Nepal (el programa que la Administración ha utilizado estos últimos años), los destinos de las partidas son más genéricos y las variaciones son más sencillas de acometer.
Circunstancia que choca con el proceso de presentación de enmiendas por parte de los grupos políticos, que suponen movimientos en numerosas partidas para introducir o retirar millones de euros. Distintas fuentes del Consell señalan que las enmiendas se podrían presentar e incluso aprobar, pero si una partida cambiara de destino la posterior ejecución quedaría en el aire. Además, la menor movilidad que existe entre partidas afectaría también a las modificaciones presupuestarias que se realizan a lo largo del año.
Otro de los temores en la Generalitat es que existan contratiempos para abonar las nóminas. Y a todo ello se une que varias voces remarcan la escasez de formación que tienen los funcionarios para la transición al sistema. Algo que niega la Conselleria de Hacienda y se afana en exponer que está previsto llevar a cabo cursos formativos entre los meses de septiembre a diciembre de 2022 para 2.390 personas sobre ejecución presupuestaria. Una formación que, cabe recordar, ya anunció el exconseller de Hacienda Vicent Soler en 2020 sin que se haya llevado a cabo dos años después.
Nefis fue adjudicado en 2019 al grupo Inetum –que adquirió Informática El Corte Inglés– con un contrato de 16,5 millones de euros con IVA por un periodo de tres años. Finalizaba en diciembre de 2022 y estaba cofinanciado por la Unión Europea a través de los Fondos Feder. Debido a los retrasos para su puesta en marcha, el Consell tuvo que modificarlo, tal como figura en la Plataforma de Contratación. Hace un año, el plazo de ejecución se amplió a diciembre de 2023, con el consiguiente incremento del coste (en un 25%), que pasó a los 20,7 millones de euros (sin IVA).
La justificación de entonces fue por la necesidad de que el programa se pusiera en marcha al comienzo del ejercicio presupuestario del año que viene. Algo que está en el aire cómo ocurrirá. De hecho, varias fuentes reconocen que ya se estudia la prórroga del citado contrato antes de que venza.