Varios periodistas también sufrieron golpes y patadas por parte de los extremistas valencianistas
VALÈNCIA. Las calles de Valencia han vivido en el día de la Comunitat Valenciana una de las jornadas más violentas que se recuerdan en años. Un grupo de Ultras de los Yomus ha descargado su violencia verbal y su furia física contra un grupo de manifestantes y contra varios de los periodistas que allí se congregaban para cubrir la manifestación del 9-0 convocada por la Comissió 9 d'Octubre.
La manifestación estaba convocada a las seis de la tarde, pero antes de las cinco y media ya se habían producido los primeros incidentes cuando un grupo de ultras comenzó a agredir a las personas allí congregadas. La Policía Local de Valencia trató de separarlo porra en mano, pero estaban desbordados.
No fue hasta que comenzaron a llegar las unidades de antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía que el ambiente se calmó un poco. Los agentes hicieron dos cordones uno para los ultras y las personas que junto a ellos portaban banderas españolas y Senyeras, y otro para proteger a los procatalanistas.
Durante una hora, ambos bandos se cruzaron insultos y cánticos. A cada momento algún ultra trataba de saltar el cordón policial para agredir a los manifestantes, pero la policía lo evitaba una y otra vez. Los ánimos se fueron calentando hasta que un Yomus consiguió salir corriendo en dirección a las personas que tenían banderas Esteladas en sus manos. La policía se giró y trató de detenerle, pero en ese momento, un grupo mucho mayor aprovechó el desconcierto para cruzar el cordón policial. Fue entonces cuando se vivieron los momentos más violentos de la tarde.
Los manifestantes, al ver a los Yomus ir hacia ellos salieron corriendo pero fue en vano, ya que unos metros después fueron alcanzados. Varios hombres comenzaron a agredir a dos chicas. Una de ellas fue placada y su cabeza terminó chocando contra el suelo. El ruido fue tal que hasta los periodistas allí congregados dejaron de hacer todo y se giraron. Un chico trató de socorrerla y fue entonces cuando un grupo de unas diez personas le cercó y comenzaron a dale una paliza.
En ese mismo instante, un fotógrafo que realizaba su trabajo cayó al suelo y el grupo se dividió en dos. Unos le seguían pegando al joven y los otros al fotógrafo, quien recibió patadas y golpes sin descanso mientras trataba de evitar que le robaran la cámara. Fueron unos segundos interminables hasta que los miembros de la UIP hicieron acto de presencia y, porra en mano, disolvieron a los agresores. Cuando llegó la policía la prensa dejó de recibir golpes, pero no amenazas.
A partir de ese momento, la policía tomó la decisión de sacar de allí a los agredidos para que pudieran llegar a la manifestación, que en ese momento se encontraba a unos 200 metros en la calle Colón. No fue fácil, pues los ultras trataban de impedir su paso, pero finalmente y, a base de paciencia, consiguieron que llegaran.
El resto de la marcha se produjo en relativa calma. Seguían medio rodeados por personas que les insultaban pero podían avanzar. La Policía Nacional habló con los convocantes para cambiar el recorrido de la misma ya que en el Parterre, lugar en el que se debía leer el manifiesto, otro grupo de Ultras les esperaba, esta vez miembros de España 2000.
Los convocantes decidieron seguir el consejo de los agentes y alteraron su recorrido, que finalmente terminó en uno de los puentes del antiguo cauce del Turia. Mientras, los miembros de España 2000, y ante la imposibilidad de reventar el acto, se dedicaron a quemar banderas Esteladas en La Porta de la Mar.
Por otra parte, Podemos y Compromís reclamaron la dimisión "inmediata" del delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues. La formación morada le ha acusado de haber permitido "que una contramanifestación ilegal de grupos de ultraderecha" se cruzara con la convocada legalmente por la Comissió 9 d'Octubre esta tarde en València. Mientras, la coalición le reprocha que no haya garantizado la seguridad y el derecho de manifestación de los asistentes.
A ello, la Delegación del Gobierno en la Comunitat respondió que la manifestación ultraderechista no estaba comunicada y, por lo tanto, tampoco autorizada. La Delegación agradeció el trabajo de la Policía, ya que "ha garantizado la seguridad e integridad física de los manifestantes" de la Comissió 9 d'Octubre. Asimismo, señaló que los agentes han realizado intervenciones "puntuales" para separar a grupos de ideología contraria y que las peleas se han registrado antes del inicio de la manifestación y en los aledaños de la misma.