VALÈNCIA. El Consell de la Joventut de València (CJV) ha firmado un manifiesto "por una vivienda digna" en alianza con la Federación de Asociaciones Vecinales y representantes estudiantiles de la Universitat de València y la Universitat Politècnica de València, tal y como adelantó Valencia Plaza a comienzos de año. En un acto celebrado en la plaza del Ayuntamiento, los representantes de estos colectivos han reivindicado la puesta en marcha de medidas que ayuden a mejorar la situación de vivienda para los jóvenes valencianos.
El manifiesto cuenta con un total de ocho puntos entre los que destaca la reclamación de "ampliar la red pública de vivienda municipal, reducir las listas de espera de Aumsa y considerar a las personas jóvenes como colectivo especialmente vulnerable y prioritario en la adjudicación de contratos de alquiler asequibles".
El documento resalta la problemática de los pisos turísticos, sobre los que señala que el Ayuntamiento cuenta con la "capacidad y responsabilidad" de regularlos, "limitar su expansión desmesurada", así como perseguir las prácticas ilegales. También reclama "buscar fórmulas para desincentivar la acumulación de vivienda vacía" y formar a la juventud para evitar que se vulneren sus derechos, así como que cuenten con mayor información ante posibles abusos en sus contratos de arrendamiento.
En materia de ayudas, el manifiesto considera que son "útiles y necesarias" a corto plazo, pero cree que se deben considerar "una medida transitoria y paliativa, puesto que no solucionan el problema de raíz de la especulación urbanística". Por todo ello, el CJV, junto con las entidades firmantes, proponen la creación de una comisión específica del Ayuntamiento de València que se encargue de hacer un seguimiento de esta cuestión y que pueda plantear soluciones a partir del diálogo entre representantes municipales y las asociaciones de la ciudad.
Además, consideran que estas propuestas se deben poder expresar y debatir en el Consejo Social de la Ciudad, una entidad de la que no forma parte el Consell de la Joventut, aunque es una de las principales reclamaciones de los últimos meses. En este sentido, el recién nombrado presidente del CJV, Pablo Bottero, reivindicó en una entrevista en Valencia Plaza la importancia de entrar en el Consejo Social: "Estar ahí significa que realmente valoran el Consell y que van a tener en cuenta nuestra opinión a la hora de tomar decisiones".
En declaraciones a los medios de comunicación durante la firma del manifiesto, Bottero ha incidido en que el problema de la vivienda también está afectando al área metropolitana. Sobre el contacto con el consistorio para tratar de mejorar esta materia, el presidente del Consell ha explicado que sí han podido entablar conversaciones con el concejal de Urbanismo, Juan Giner: "Tenemos muy buena relación. Sabe de lo que habla y podemos trabajar en esta línea".
Por su parte, la presidenta de la FAVV, María José Broseta, se ha mostrado en sintonía con las palabras de Bottero y ha incidido en la subida del precio de la vivienda, que ha considerado "desorbitada". "Todas y todos tenemos que exigir a las administraciones que den un paso adelante para que esta situación se pueda mejorar", ha valorado la presidenta de la FAVV.
Broseta ha pedido "actuar ya" ante la situación. "Nosotros sabemos que esto no se va a solucionar mañana, pero queremos ver hechos ya, desde hoy", ha añadido la presidenta de la FAVV. Broseta ha considerado que València "es ya una zona tensionada" y ha añadido que esta problemática anteriormente afectaba a "determinados barrios", pero en la actualidad "son todos los barrios, incluidas hasta las pedanías".
En los preámbulos del manifiesto, el CJV señala que, para un buen número de personas jóvenes, "emanciparse del hogar familiar es más un sueño de película que una realidad". Según el Consell, solamente 1 de cada 10 jóvenes se pueden alquilar un piso en la ciudad, compartir habitación o heredar una vivienda. "Para la gran mayoría, en cambio, emigrar o refugiarse en las afueras, son las pocas opciones que nos quedan para poder desarrollar un proyecto de vida propio", destaca.
Por ello, creen que la situación es "insostenible" y señalan como principales escollos la acumulación de pisos, la especulación urbanística, la "laxa" regulación de apartamentos turísticos y la "escasa" oferta pública de vivienda. "Salarios bajos, un paro estructural del 30% y una elevada temporalidad y parcialidad en la ocupación, hacen del colectivo joven uno de los más precarizados de la sociedad, a pesar de ser una generación formada y capacitada para trabajar en sectores pioneros y de alta calificación", añaden.
1. Es imprescindible hacer cumplir y desarrollar la Ley 12/2023, de 24 de mayo, por el derecho a la vivienda en la ciudad de València, así como la Ley 2/2017, de 3 de febrero, de la Generalitat, de la función social de la vivienda de la Comunidad Valenciana.
2. El Ayuntamiento de València tiene la capacidad y responsabilidad de implementar una regulación de los apartamentos turísticos, limitar su expansión desmesurada, localización y perseguir prácticas ilegales.
3. Hay que ampliar la red pública de vivienda municipal, reducir las listas de espera de Aumsa y considerar a las personas jóvenes como colectivo especialmente vulnerable y prioritario, en la adjudicación de contratos de alquiler asequibles.
4. Buscar fórmulas para desincentivar la acumulación de vivienda vacía.
5. Formar a la juventud en materia de emancipación puede evitar que se vulneren sus derechos y estar alerta ante posibles abusos, así como establecer mecanismos de inspección de los contratos de alquiler.
6. A pesar de ser útiles y necesarias en el corto plazo, las ayuda municipales al alquiler tienen que considerarse una medida transitoria y paliativa, puesto que no solucionan el problema de raíz de la especulación urbanística.
7. Proponemos la creación de una comisión específica del Ayuntamiento de València, encargada de hacer seguimiento de esta problemática y plantear soluciones útiles que partan del diálogo entre representantes municipales y el tejido asociativo de la ciudad.
8. Todas estas propuestas tienen que poder expresarse y debatir en el Consejo Social de la Ciudad, donde el Consell de la Joventut de València ha de formar parte, sin más demora.