Foto: EFE/ANA ESCOBARVALÈNCIA. Más de tres semanas después de la descomunal Dana que asoló distintas poblaciones de la provincia de Valencia algunas localidades comienzan a ver, poco a poco, cierta normalidad en sus calles. No obstante, en esta nueva cotidianidad todavía se convive con los destrozos causados por las inundaciones, y aunque parte de los escombros estén siendo retirados de los cascos urbanos y grandes cantidades de lodo ya se hayan expulsado de bajos o sótanos, todavía queda mucho trabajo por hacer. Locales comerciales en riesgo de desaparición, garajes que aún hoy continúan anegados y negocios donde solo sobreviven algunos cables son solo una muestra de la dura realidad que atraviesan los habitantes de estos municipios.
Pero no solo las áreas urbanas han sufrido las consecuencias del temporal. Más de 50 parques industriales presentan diversas afecciones en sus plataformas logísticas y naves empresariales, que han quedado, en muchos casos, totalmente arrasadas. Las pérdidas económicas son así pues cuantiosas, como este mismo viernes atestiguaba Cámara Valencia, que cifraba en más de 13.000 millones de euros el impacto en los sectores económicos valencianos, aunque todavía sea solo una estimación de lo que esta tragedia puede llegar a significar finalmente. Algo que sucede, asimismo, en el parque inmobiliario construido.
En este sentido, el Colegio de Registradores ofrece ya una primera radiografía que pone, de forma provisional, negro sobre blanco sobre el número aproximado de edificaciones afectadas por la Dana y su tipología. De este modo, y de acuerdo con los datos facilitados a Valencia Plaza, existirían al menos cerca de 15.000 garajes dañados, más de 3.800 trasteros y casi 1.500 solares o terrenos sin edificar. Unas cifras que, no obstante, bien podrían incrementarse con el paso del tiempo, puesto que este balance, obtenido a partir del cruce de datos entre el sistema Copernicus de observación terrestre de la Unión Europea y el propio programa informático registral, deja todavía fuera algunas áreas muy golpeadas por la riada, como las localidades de Picanya o Chiva.
En cualquier caso, a las edificaciones anteriores se les suman también, como ya ha publicado este diario, las más de 60.500 viviendas que podrían presentar algún tipo de incidencia, así como otros 300 edificios residenciales con posibles secuelas por la bravura del agua y el lodo. De igual modo, los Registradores cuantifican también, de momento, alrededor de 3.000 naves industriales dañadas y más de 7.500 locales comerciales y oficinas alcanzados por la Dana. En total, así pues, los daños habrían golpeado a más de 100.000 de edificaciones y construcciones de más de setenta localidades.
En estos momentos, una de las prioridades de las autoridades y los vecinos es la retirada de vehículos y agua de los garajes, que suponen uno de los activos más afectados por el temporal, aunque el impacto varía en función de cada municipio. De hecho, casi la mitad de los garajes afectados, un 45%, se concentraría solo en tres localidades. Dos de ellas se ubican en l’Horta Sud, el área más afectada por la Dana, como son Paiporta y Catarroja, mientras que la tercera sería Algemesí, que concentra gran parte de los daños en este tipo de bien en la comarca de la Ribera Alta. Aun así, dos de cada tres garajes afectados y localizados hasta el momento por el Colegio de Registradores se ubicarían en l’Horta Sud.
En este sentido, justo esta semana la Diputación de Valencia ha censado más de 660 garajes, sótanos y huecos de ascensor de l’Horta Sud en los que se actuará en los próximos días para retirar lodo acumulado. Tal y como ha informado la corporación provincial, todos ellos se encontrarían ubicados en los municipios de Albal, Catarroja, Alfafar, Massanassa, Paiporta, Picanya, Benetússer y Sedaví, que a su vez son algunas de las localidades donde más garajes habrían sido dañados según las cifras de los Registradores. Así, en Alfafar se superarían las más de mil edificaciones de este tipo golpeadas, mientras que en Sedaví y Massanassa serían más de 500 y en Benetússer la cifra se ubica por encima de las 300.
Otro de los bienes con lesiones, por otro lado, serían los trasteros, ya que el Colegio de Registradores estima que podrían haber quedado afectados unos 3.900 de ellos por el agua y el lodo. De nuevo, en este caso la zona más dañada sería l’Horta Sud, que concentra más del 77% de los trasteros que podrían presentar afecciones. Concretamente, son los municipios de Paiporta y Xirivella, con más de 800 en el primer caso y de casi 670 en el segundo, los que aglutinan un mayor volumen respecto al total provisional. Muy cerca, en Catarroja, habría también más de 650, mientras que por detrás aparecerían l’Alcudia (218), Massanassa (207), Alfafar (201), Algemesí (191) y València (161).
A su vez, la riada arrastró todo a su pasó dejando el paisaje valenciano convertido en un vertedero de basura, coches destruidos, lodo y materiales aglutinados. Unos residuos que también se han acumulado en muchos terrenos sin edificar provocando desperfectos en ellos. Los Registradores recogen en este sentido como dañados por la Dana casi 1.500 suelos de este tipo o solares, muchos de ellos en València (160) y en Castelló (159). Además, incluyen igualmente distintas categorías en las que se agrupan más de 7.600 edificaciones alcanzados por la Dana de otras tipologías más diversas.
En cuanto a las cifras de viviendas afectadas, y como ya ha informado Valencia Plaza los datos de los Registradores indican que más de 60.500 habrían podido sufrir destrozos. Una gran parte de ellas, más de 52.000, serían pisos, y un 8% de ellos contarían con espacios anejos como jardines, garajes o trasteros. Mientras, el 80% restante, casi 48.000 viviendas, no los tendría.
Del mismo modo, habría afectadas más de 2.200 viviendas adosadas y más de 60.000 inmuebles aislados, es decir, separados de otras edificaciones, además de 55 viviendas rústicas con algún tipo de problema cuya gravedad no se detalla por ahora en los datos proporcionados. En este sentido, la localidad con más viviendas afectadas sería Xirivella, con más de 11.000, de las que casi 10.500 son pisos sin anejos y casi 400 inmuebles aislados, además de más de 70 adosados. Por detrás, y en la misma comarca, una de las localidades más golpeadas por la Dana y considerada ‘zona cero’ de esta tragedia, como es Paiporta, contaría en principio con al menos 9.484 unidades residenciales con deterioros.
Además, en torno a 3.000 naves industriales de más de 45 municipios habrían sido igualmente alcanzados por los efectos del temporal. Como es de esperar, la mayoría de ellas se ubican en localidades que cuentan con muchos metros cuadrados de superficie en polígonos, como Riba-Roja de Turía, que figura entre las cinco localidades valencianas con más suelo industrial en casi una decena de áreas, con más de 6,5 millones. Allí se concentran, así pues, 484 naves dañadas, el casi el 15% del total. Tras esta población aparece Catarroja, con 324 naves dañadas, y justo después, Beniparrell (324), ambas en la comarca de l’Horta Sud.
En lo que se refiere a los comercios y negocios, las cifras del Colegio de Registradores apuntan a daños en más de 7.300 de ellos ubicados en 44 municipios, con Xirivella como uno de los lugares con mayor número de espacios golpeados (1.551). Le sigue de cerca Paiporta con 1.067 establecimientos con algún tipo de desperfecto, mientras que en València serían 832 los locales comerciales que habrían padecido las consecuencias del temporal y unos 695 habrían resultado alcanzados en Algemesí. Los datos, eso sí, no incluirían aún por ejemplo a los locales del centro comercial Bonaire de Aldaia, por lo que las cifras definitivas podrían incrementarse todavía con creces.
Por último, y más allá de la industria, habría unas 722 edificaciones agrarias de secano y casi 350 de regadío dañadas, como almacenes, cobertizos o instalaciones destinadas al cultivo, hasta un total de más de mil. Muchas de estas construcciones se localizarían en las comarcas de La Ribera Alta y La Ribera Baixa, donde son también más frecuentes dada su proximidad a entornos más rurales y alejados de la capital valenciana. En concreto, el 86% de las edificaciones de regadío afectadas y más de la mitad de las de secano estarían en estas dos zonas.
