ALICANTE. Manolo Copé (Alicante, 1974) es el cargo público más importante que tiene Esquerra Unida en la provincia de Alicante y el único de concejal de la coalición en las grandes capitales de la Comunitat Valenciana. Tras los malos resultados de Sumar en las pasadas elecciones europeas, Alicante Plaza dialoga con el edil para conocer su punto de vista sobre cómo debe ser la configuración de la espacio político que hay a la izquierda del PSOE.
¿Qué balance haces de las elecciones europeas y cómo analizas lo que ha pasado con Sumar a nivel estatal?
-Creo que hay un evidente desgaste de lo que ha supuesto Sumar, sobre todo, porque yo creo que el proceso no se ha iniciado de la manera que habría sido más natural, que es dando protagonismo también a los partidos políticos que conformaban ese espacio. Por tanto, el proceso de escucha que se había puesto en marcha con la ciudadanía para crear esa marca, ese paraguas de Sumar, no ha tenido la misma implicación a nivel de los partidos políticos. No nos hemos sentido con toda la comodidad, que habría sido lo más razonable. Se ha perdido una oportunidad en el sentido de que no ha habido una claridad respecto a lo que era el paraguas Sumar con un partido político que también se estaba creando y que se sigue creando. De hecho, hasta octubre tienen su plazo para la conformación de este movimiento político. Por tanto, yo creo que el haber entrado en confrontación con los espacios de la izquierda a nivel territorial o a nivel estatal que ya existían, creo que ha sido un error, sinceramente, con una mirada también desde Alicante. En la Comunidad Valenciana no hay más espacio que el que ya ocupamos Compromís, Esquerra Unida y Podemos y, por tanto, crear otro partido político nos parecía algo muy artificial y muy artificioso. Por tanto, la valoración es muy negativa. Lógicamente, nosotros esperábamos obtener mejores resultados en las elecciones europeas. Es cierto que el nivel de abstención siempre perjudica a la izquierda y se ha evidenciado en estas elecciones. Pero luego, además, yo creo que el espectáculo que se ha dado no ha sido el más razonable. Es decir, esta lucha de poderes, esta lucha cainita muchas veces en que la izquierda nos ha perjudicado enormemente y se ha llevado el réditos precisamente de populismos de extrema derecha. Todo el mundo se queda un poco asombrado de ver con qué poco es necesario convencer a la gente de que voten una propuesta como la de Se Acabó La Fiesta.
"Creo que hay un evidente desgaste de lo que ha supuesto Sumar porque yo creo que el proceso no se ha iniciado de la manera que habría sido más natural"
-Entonces, ¿Crees que Sumar como estatal hay que repensarlo? No solamente estructura y también liderazgos...
-No solamente hay que repensarlo, sino que hay que recrearlo. Creo que el proceso de creación que se hizo no fue el óptimo y por tanto a los hechos nos remitimos y ya los resultados de las encuestas nos remitimos. Yo creo que si el proceso hubiera sido de otra manera y hubiera generado ilusión en todos los partidos, en todos los militantes y en todos los simpatizantes de ese espacio político, habría generado al menos el doble de adhesiones. Teníamos una sensación de ir a la campaña muchas veces así, un poco alicaída. Y eso la gente lo nota, la gente lo nota. Cuando no hay ilusión, eso se transmite. Frente al miedo que nos puede plantear la ultraderecha, solo se le puede vencer con ilusión y yo creo que la senda la está marcando precisamente el espacio de la izquierda en Francia. Han hecho un frente popular que está ilusionando a muchísima gente en Francia. Yo tengo familiares en Francia que se fueron pues después de la guerra civil allá para buscarse el futuro. Y es gente que normalmente está muy desilusionada de la política y que ahora con este Frente Popular se están activando. As´que frente al miedo, hace falta la ilusión que genera el ir de la mano. Yo creo que es algo que estamos cansados y aburridos de decirlo y que dejemos los personalismos y los egos un poquito atrás para que haya un proyecto nítidamente de izquierdas que conforme un espacio que yo creo que sigue sin consolidarse, al menos en España.
"No se entendería que no fuéramos de la mano todas las formaciones políticas que estamos a la izquierda del PSOE"
-¿Con otro nombre?
-Siempre he dicho que a la izquierda del PSOE, incluso raspando votos de lo que es el PSOE, no sobra nadie. Y es cierto que Podemos está en un momento de debilidad estructural, pero también es cierto que ha sacado músculo en las elecciones europeas teniendo una persona como Irene Montero, que ha tenido unos resultados más que dignos para lo que se esperaba. Por tanto, sinceramente y a los hechos me remito, en la ciudad de Alicante estamos trabajando conjuntamente con Podemos porque, como digo, no sobra nadie y y yo creo que nadie comprendería un escenario en las próximas elecciones municipales y autonómicas, que no fuéramos de la mano todas las formaciones políticas que estamos a la izquierda del PSOE. Tendríamos que hacer un esfuerzo y hacerlo desde ya, porque la gente luego no le podemos ir un mes antes intentando vender humo.
-¿Ves a todos esos agentes que mencionas predispuestos a esa confluencia?
-Los veo predispuestos, siempre y cuando las direcciones de los partidos no empiecen a contemporizar con listas y puestos. Yo creo que, en ese sentido, mi formación política, Esquerra Unida, siempre hemos tenido claro que, mientras haya un programa que defender con ideas y claras concretas, no vamos a tener ningún problema. Yo, de hecho, en las anteriores elecciones municipales llegué a renunciar ahí encabezando todo, porque yo prefería que fuéramos en el puesto quinto y sexto si había un proyecto que fuera común. Eso es público, no es algo que yo ahora esté diciendo de cara a la galería. Y además es que personalmente yo no tengo ninguna necesidad ni ninguna obsesión con participar en los espacios institucionales de la política, porque yo soy un profesor de Filosofía y Griego, que estaba muy contento con mi trabajo y que de alguna manera mi organización es la que me ha ido empujando a estar aquí. Por tanto, yo no tengo nada que perder y sí que tenemos mucho que ganar. Por eso, no me obsesiona tanto con las personas, sino con el proyecto. Y eso, o se construye desde ya o llegaremos tarde para variar.
"No me sorprenden los resultados de Se Acabó, no me sorprende por la sencillez de los mensajes que tienen"
-¿Te sorprende que la plataforma Se Acabó La Fiesta, o Vox, pesque mucho en barrios, en teoría considerados obreros?
-No, sinceramente no me sorprende, pero no me sorprende por la sencillez de los mensajes que tienen. Es verdad que a veces los políticos que estamos en el espacio de la izquierda solemos hacer mensajes complejos. Y lo que la gente necesita y espera son mensajes sencillos, contundentes, que vayan al estómago, no tanto a la cabeza o al corazón. Y ahí yo creo que sí, que tenemos un reto por delante, que es hacer llegar este mensaje que pretendemos transmitir con mensajes tranquilos, contundentes, sencillos, que lleguen a las clases populares de las que de alguna manera nos sentimos representantes.
-¿No cree que a lo mejor falta pedagogía de la democracia, de las medidas que adopta la democracia? Es decir, ahí hay mucho simplismo, quizás falta un poco de pedagogía, de explicar que las cosas no son tan simples como esas nuevas formaciones dicen...
-Claro, lo que pasa es que en cuanto empiezas a explicar las cosas, cuando las cosas necesitan explicación, la gente la rehuye. Creo que hay una falta de cultura democrática y eso solo se solventa desde la educación. Como te decía, yo he sido docente, yo he sido tutor en bachillerato y me sorprendía que chavales con 17 o 18 años tuvieran un desconocimiento tan abrumador de lo que es el funcionamiento mínimo de la democracia. Yo creo que hay que dar una vuelta de tuerca a qué es lo que estamos transmitiendo en las aulas, más allá de los contenidos de las materias, porque al final educamos para la ciudadanía. Una de las competencias que trae la Lomloe, precisamente las competencias ciudadanas, y yo creo que esa competencia debemos trabajarla mucho más. Los que tenemos hijos en edades de que vayan un poco asimilando lo que es, lo que significa formar parte de una democracia, creo que yo por lo menos lo noto, lo noto, que hay una carencia y un déficit muy potente de lo que tendrían que ser contenidos mínimos, de cómo funcionamos, de cuál es la diferenciación de poderes que tenemos en nuestra sociedad democrática, de cómo funciona la democracia, de cómo podemos canalizar las preocupaciones, las dudas, las ideas que podamos tener. En fin, yo digo que esa competencia ciudadana tenemos que acrecentarla mucho más, pero como te decía, también creo que cualquier explicación de cualquier idea a la gente le viene un poquito grande, le viene, lo rehúye. Por eso estos populismos de derecha y extrema derecha tienen tanto predicamento, precisamente porque dan mensajes muy contundentes que van a la barriga, que van al corazón y ya está. Y lo aceptan como válido. Yo sigo insistiendo en que es algo antidemocrático: que un señor con un canal de Telegram haya conseguido 1 millón de votos es un poco un síntoma de cómo está la situación política.
"Lo que pasa es que en cuando empiezas a explicar las cosas (en Democracia), cuando las cosas necesitan explicación, la gente la rehuye"
-Aparecen también otros problemas que a lo mejor frustran, como el acceso a vivienda, vemos que hoy en día es un problema...
-El tema de la vivienda, el tema del consumo, es decir, ir al supermercado, ir al comercio de tu barrio. Si en vez de ir tres veces esta semana voy a ir una o dos, porque la economía y las economías van justas. Y es verdad que la gente entre el precio y lo desorbitado que está el acceso al mercado de vivienda en esta ciudad. Eso sumado al día a día, es decir, la gasolina, la luz, el agua. Al final la gente no llega a fin de mes, por mucho que haya subido el salario mínimo interprofesional, que yo creo que eso también es un logro que ha tenido el reconocimiento incluso a nivel internacional. Pero claro, si subimos el salario mínimo interprofesional, pero tenemos unos precios desorbitados de acceso a la vivienda, unos precios desorbitados para acceder al consumo diario y habitual, pues es normal que la gente tenga cierta sensación de hartazgo y decir que la política no está sirviendo para lo que tiene que servir, que es precisamente para que el bien común prevalezca, es decir, el mayor bien para la mayoría. Y ahora mismo eso está en entredicho, porque yo creo que cuesta muchas veces dar con las teclas de las políticas que hay que desarrollar.
"Lo que no puede ser es que la gente joven exprese su rebeldía votando a la ultraderecha. Eso es un contrasentido"
-¿Y qué responsabilidad le atribuyes a la educación? No solo la enseñanza sino la educación en casa. Por lo general, ¿los padres son muy proteccionistas?
-De hecho yo he sido profesor de bachillerato y lo revolucionario y lo rebelde era votar a la ultraderecha. Claro, lógicamente tú como docente intentas trasladar mensajes de valores, no te metes en que voten a nadie, ni muchísimo menos, está claro...Yo creo que la educación pública en eso es bastante exquisita. Con ese tema, pese a que la quieran estigmatizar, la educación pública tiene que generar y está generando, o intenta generar, ciudadanos críticos. Y ahí no estamos siendo capaces de que las familias transmitamos con normalidad los valores de la democracia o los valores de la participación, y estamos viviendo una juventud un poco desnortada o demasiado influenciada por el influencer de turno. Y claro, eso precisamente va contra todo lo que es una educación en valores, lo que es un proceso educativo que se tiene que dar también en la familia. Yo creo que ahí las familias también no podemos evadir la responsabilidad que tenemos los padres y madres . Tenemos que hacer un esfuerzo precisamente para que nuestros hijos también por lo menos escuchen lo que significa formar parte de una democracia, independientemente de lo que vote cada uno. Ya digo que para mí eso es lo más importante. Lo que no puede ser es que la gente joven exprese su rebeldía votando a la ultraderecha. Eso es un contrasentido.