VALÈNCIA. La emergencia sanitaria provocada por el coronavirus que en la Comunitat Valenciana ya ha producido 143 fallecimientos y 2.616 contagios ha motivado que algunos cargos públicos hayan solicitado volver a su profesión para a combatir esta pandemia. Es el caso del diputado y alcalde socialista Manuel Pineda, médico de profesión que se encontraba en excedencia por estar ocupando un cargo público. También del senador de Cs por la Comunitat Valenciana, Emilio Argüeso, ha pedido reincorporarse a su puesto de agente de la Guardia Civil mientras dure la declaración del Estado de Alarma.
El alcalde de Rafal (Alicante) y parlamentario en Les Corts Valencianes publicaba este miércoles en su perfil de twitter que volvía a ponerse la bata blanca para ayudar en esta crisis. "Es aquí donde considero que tengo que estar para poder ayudar, no solamente al sistema sanitario, sino a todas aquellas personas que pueden tener esa sensación de incertidumbre y que necesitan nuestra ayuda", explicaba en un vídeo.
El socialista, además de alcalde de esta localidad de la Vega Baja, es secretario general de los socialistas de la comarca y diputado provincial. También es médico de familia, especialista en medicina del trabajo y Doctor en medicina y cirugía. Valencia Plaza entrevista a Pineda telefónicamente para conocer cómo ha sido su vuelta a la consulta.
-¿A qué puesto se incorpora?
-Yo tenía una relación contractual con Les Corts y la única forma de volver a la sanidad pública de la Comunidad Valenciana era renunciando al sueldo que tenía en el parlamento. Ahora estoy trabajando en el centro de salud de Almoradí, del departamento de Orihuela, porque soy médico de familia y estoy en consulta en atención primaria.
-¿Por qué ha decidido dar este paso?
-Porque realmente cada vez la necesidad es mayor y hay más profesionales afectados. Además, yo la parte política que me corresponde la tengo cubierta ya en el Ayuntamiento con mi equipo de gobierno; ya tenemos nuestro plan de contingencia. Estar confinado en casa realizando teletrabajo... me faltaba la parte médica, que es la que realmente he ejercido siempre. Era una necesidad. Creo que necesitaba ayudar y no podía estar en casa mirando cómo pasaba la guerra desde la ventana. Creía que tenía que estar en primera línea. Mis hijos también; tengo una hija que es enfermera y está trabajando en Torrevieja, y un hijo que es médico residente también y está trabajando en el hospital de Elda. ¿Qué hace el padre que es el que les ha infundido esa vocación escondido detrás de una ventana en casa? Creo que debía estar aquí. Ayudaré en la medida que se pueda, trataré de no contagiarme como están haciendo todos mis resto de compañeros, y seguro que vamos a salir de ésta. Juntos lo vamos a parar.
-¿Qué tipo de instrucciones le han dado cuando ha llegado al centro de salud para tratar a estos pacientes? La consellera explicó que se enseñaría a especialistas para tratar a pacientes que graves de laUCI. ¿Es su caso?
-En este momento hay un plan de contingencia basado en que los pacientes apenas vienen al centro de salud, solo aquellos que es necesario que les vea el médico para ser diagnosticados y ponerles en tratamiento. Pero todo aquel que pueda resolver la consulta telefónicamente, se toma nota de sus teléfonos y el médico les llama para atenderlos. Todos los médicos de familia hemos atendido urgencias hospitalarias porque nos hemos formado durante la etapa de formación de cuatro años en urgencias. De hecho, la mayoría de médicos de urgencias son médicos de familia. Ahora bien, no es lo mismo atender las urgencias en consulta de atención primaria o en horario de atención continuada, a luego hacerlo en un hospital, por lo que hace falta una formación añadida. En mi caso necesitaré más reciclaje evidentemente porque llevo cinco años dedicado a mis funciones de diputado y alcalde. Me he incorporado esta mañana y de momento no me han comentado nada, pero ya he visto las pautas con el Covid-19, la forma de trabajar de mis compañeros y he ido llamado algunos pacientes para hacerles el seguimiento. Por ejemplo, si un paciente viene a la consulta o a urgencias, te lo citan para que al día siguiente le hagas una revisión, un seguimiento, aunque de momento sin hacerle la prueba.
-¿Ese es el día a día que llevará ahora?
-De momento sí, pero si la situación se complica entiendo que desde la Conselleria de Sanidad se están planteando otros escenarios. Al principio se adoptaron medidas como la de dejar dos asientos entre paciente y paciente en las salas de espera para mantener la distancia de seguridad, ahora directamente se ha quitado gente de las consultas para evitar aglomeraciones. Solamente se atienden consultas telefónicas y alguno puntualmente de manera presencial, pero vienen con cuenta gotas en el caso de Almoradí, que es interior de Alicante. Pero puede ocurrir que dentro de unos días la mitad de los médicos tengamos que irnos a sustituir a los médicos que están en este momento en las puertas de las urgencias de un hospital.
-¿Cuál es el ánimo de los facultativos?
-Somos un sector que nos resignamos y sabemos perfectamente porqué estamos aquí. Hemos asumido siempre riesgos en el trato de pacientes y esta no es la única enfermedad infecciosa que hemos tenido que abordar. Recuerdo por ejemplo con el ébola que había mucho rechazo por parte de la población cuando te ponías algún EPI. Es cierto que hay cierto miedo, pero sobre todo por contagiar a tu familia. Nosotros asumimos que podemos contagiarnos, yo mismo al enfrentarme a esta situación lo asumo que puedo enfermar, pero el miedo de todos en general es que eso afecte a nuestra familia, a nuestros seres queridos que no tienen nada que ver con esta valentía que todos ejercemos día día en la consulta.
-¿Ha gozado de los materiales y equipos adecuados para afrontar su trabajo?
-Yo no disponía de nada porque estaba todo anticuado. Así que cuando he llegado al centro me han hecho quitarme la ropa, cosa que jamás había tenido que hacer para trabajar, me he puesto el pijama nuevo, una bata nueva, y otra especie de bata que te protege más, además de la mascarilla y los guantes. Realmente sí que se puede hacer una labor muy correcta. Quizás, ante algún paciente de Covid-19 grave sí que haría falta algún EPI más fuerte.
-El martes la consellera hizo unas declaraciones desafortunadas por las que el Colegio de Médicos pidió una rectificación inmediata. ¿Qué opinión le merecen esas declaraciones?
-A mí no me cabe la menor duda que la consellera tiene la exquisita sensibilidad hacia la labor profesional médica. Tengo relación con ella y hemos hablado muchas veces. Quizá las palabras no fueron las mejores, pero no me cabe la menor duda que tiene sensibilidad al respecto. De hecho, si miras las declaraciones de forma fría probablemente no se hubiera levantado el revuelo que ocurrió el martes porque en el comunicado posterior quedó demostrado que no era lo que ella quería decir. Puede ser que sí, que haya una escasez de equipos de protección porque no estábamos preparados para esto. De todas maneras, esto se ha considerado como una enfermedad profesional, es decir, que cualquier profesional que esté en este momento de baja por infección se le considera como una baja por accidente laboral, no por contingencia común. En cualquier caso, yo quiero trasladar el máximo apoyo al president de la Generalitat, Ximo Puig, y a la consellera que sé que no van a escatimar esfuerzos por los sanitarios y por la población.