VALÈNCIA (VP/EP). El presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha expresado su preocupación por el deterioro de la actividad económica de la zona euro, mostrando así su cara más 'dovish' antes de ofrecer cualquier pista sobre las próximas decisiones de la institución, que ha aplazado para próximas reuniones, una vez que la entidad cuente con más información, según coinciden los analistas consultados por Europa Press.
"La reunión de hoy demostró que el BCE todavía tiene muchas dudas", apunta Carsten Brzeski, economista jefe de ING Alemania, quien apuesta por que el BCE ofrecerá los detalles de la nueva ronda de megasubastas de liquidez a largo plazo, TLTRO III, en su reunión de junio, mientras que la opción de establecer algún mecanismo para mitigar el efecto de los tipos negativos en la banca sea "un último recurso" que prepararía el terreno para una mayor relajación monetaria, "un escenario que el BCE aún trata de evitar".
Por su parte, Aitor Méndez, analista de IG, considera que si bien el mensaje de hoy no ha sido tan impactante para el mercado como el de marzo "el tono empleado hoy muestra un banco central descaradamente dovish", destacando el compromiso del italiano de utilizar "todos los instrumentos".
En este sentido, Bart Hordijk, analista de Monex Europe, resalta los esfuerzos del banquero italiano en demostrar que el BCE cuenta con instrumentos de sobra en su caja de herramientas para abordar la situación. "El presidente del BCE aprovechó cada oportunidad de subrayar que el BCE no se ha quedado sin munición monetaria tras el final de su programa de compras", señala.
De este modo, el analista destaca que Draghi desvió con habilidad todas las preguntas sobre temas en los que el BCE no había llegado a un consenso, aplazando a futuras reuniones las opciones del banco central de cara a una mayor relajación monetaria sin defraudar las expectativas del mercado. "Un juego bien jugado por el BCE si sucede, mientras que Draghi puede ignorar fácilmente estas discusiones si las perspectivas de la zona euro mejoran", añade.
Por su parte, Mondher Bettaieb, director de crédito corporativo de Vontobel AM, considera que Draghi sigue apoyando firmemente el ciclo económico europeo y sigue destacando los riesgos a la baja y el hecho de que podrían mantenerse hasta septiembre. "Hoy -por ayer- básicamente ha proporcionado a la comunidad inversora una posición de respaldo frente a la de debilidad tan extendida, especialmente si las proyecciones económicas de junio no se estabilizan".
A su juicio, la función de reacción del BCE sería clara y Draghi ha vuelto a afirmar que la caja de herramientas del BCE sigue teniendo muchas opciones, incluidos los posibles programas de compra de acciones. En este contexto, Draghi nos ha recordado que el BCE no toleraría un régimen de inflación más bajo durante tiempo, teniendo en cuenta los efectos secundarios negativos que ese entorno traería a la economía".
Finalmente y en cuanto a la posible jerarquización de los tipos, "la institución ha iniciado un proceso para determinar en qué medida se ve afectada la rentabilidad de los bancos debido a los tipos negativos de los depósitos en los bancos centrales nacionales, especialmente debido al hecho de que los bancos son profundamente diferentes en los distintos países europeos. En conjunto, los tipos negativos cuestan al sistema bancario de la Eurozona unos 8 000 millones de euros al año y, al utilizar un tipo de depósito escalonado, estos costes reducirían sin duda alguna y beneficiarían la solidez de los bancos. Creemos que estos tipos diferenciados se harán realidad y que al final serán positivos para los bancos del espacio europeo".