VALÈNCIA. “Yo no soy tu Ken tampoco tu Barbie. Para un beso, te falta progreso” son las primeras frases que Marito canta para dar comiendo a Barbie Boy, su versión no-binarie y queer del clásico de Aqua, Barbie Girl. Sumido en la fiebre rosa del estreno de Barbie (de Greta Gerwig) Marito, artista no binarie, busca romper con los roles de género asociados a la muñeca. En esta cover pretende inspirar al oyente a liberarse de prejuicios y entender que se puede disfrutar de la vida, incluso más, siguiendo tus propias normas.
“No todo tiene que ser blanco o negro, ni rosa o azul, la vida es experimentar para encontrarse a uno mismo y crecer”, explica sobre el tema. Aunque confiesa que nunca ha sido muy de jugar con Barbies ver la película le ha hecho reflexionar sobre cómo la muñeca lleva implícito un discurso sobre la binaridad: “Al final cuando retrata la parte de Barbie y Ken se habla siempre del binarismo, desde la normatividad. Luego estuve investigando y vi que Mattel tiene muñecos no binaries, pero no tienen su propia historia como la tiene la famosa Barbie”.
Escribiendo su relato propio, producido a la mano de los mallorquines Queasymob, ha querido crear un universo vertical en el que Marito, como Barbie Boy, fluctúa entre los diversos espectros del género hasta encontrarse. En el tema resuenan muchos comentarios que cualquier persona disidente podría escuchar en su día a día: desde el morbo de un beso hasta la negativa al entrar en una discoteca por la ropa. Todo esto resonaba en la cabeza de Marito y ahora toca tierra gracias a sus letras: “Escribo mucho sobre lo que me pasa, lucho contra lo mainstream y contra las cosas en las que todo el mundo se siente identificade. Cuando te expones y vas a una discoteca, o a una fiesta, siempre hay heteros que juegan contigo, puedes seguirles el rollo o pasar, pero sus comentarios molestan igualmente”.
Con un muñeco que tira sangre por la boca con cada comentario ofensivo Marito crea un visualizer vertical/360 de la mano de Josemi Novo e Iván Moreno, un vídeo divertido en el que su experiencia como persona no binaria se cuenta sin pelos en la lengua, y con un toque muy queer: “En mi caso, la no binariedad es dentro de las etiquetas, la que más libertad me da para vivir sin prejuicios, sin tener que seguir nada preestablecido”. No es la primera vez que el artista expone sin tapujos temas tabú, dando visibilidad, sin miedo, a temas controversiales, especialmente en los tiempos que corren. Las personas divergentes tienden a experimentar situaciones incómodas todos los días, por el hecho de vivir y experimentar su personalidad y su expresión de género de una forma distinta.
Su tema deja mensajes como: "Sin tocar, déjame, que no soy tu distracción", haciendo referencia a la cosificación a la que se exponen las personas que se salen de lo establecido, a pesar del proceso de transición y deconstrucción que requiere el hecho de librarse de dichos prejuicios y normas. “Ya lo decía mi madre, tienen envidia”, afirma Marito, “seguramente les incomode vernos pasarlo bien y disfrutar de experiencias y fantasías que ellos no se permitirían”. El tema también incluye frases como: “Al perrear desato el frenesí, y no puedo evitar las tensiones” o “quiero la fama y el dinero, pero babe, no soy cis-hetero" claramente exponiendo la legitimación del status quo y otras como “Estaba haciendo lo que quiero, no sé por qué hay que poner peros”, exponiendo la necesidad de la mayoría por reprimir la libertad que no se permiten para con ellos mismos.