VALÈNCIA. Hace apenas dos años llegaba Marta Banyuls a La Mutant como nueva directora artística. Su fichaje ponía fin a una etapa de inestabilidad que había dado más de un dolor de cabeza a la concejalía de Acción Cultural, encargada de las gestión de los teatros municipales. Esta llegada suponía un nuevo punto de partida, o así se comunicaba entonces, tanto es así que en este mismo diario se hablaba de un “año cero” para el teatro. Sin embargo, el punto de inflexión no era definitivo, sino más bien una transición. Tal y como adelantó Culturplaza la pasada semana, Banyuls ha optado por no renovar su contrato al frente de la sala, que finalizaba el próximo mes de octubre, dejando a La Mutant en una nueva casilla de salida. O casi. Y es que su marcha ha forzado un cambio en los teatros municipales en el que, en realidad, se lleva un tiempo reflexionando en los despachos de la concejalía de Acció Cultural. En resumidas cuentas, se trata de acabar con la ‘itinerancia’ de directores artísticos, convocando una plaza pública que traerá una estabilidad definitiva a las direcciones de La Mutant, el Teatre el Musical (TEM) y el futuro centro de producción de artes escénicas Bombalino.
Fue la propia Banyuls la que, durante la presentación de la nueva programación de La Mutant este lunes, aplaudió el movimiento del consistorio tras su salida. “Es una manera de dignificar la figura del gestor cultural. Llevamos muchos años de privatizaciones y externalizaciones, lo que lleva a una precarización. Que el Ayuntamiento opte por esta figura en la RPT me parece un paso muy interesante y a tener en cuenta”, expresó. Ciertamente, con este movimiento se pondrá fin a un cambio forzado de direcciones cada dos o tres años, un ciclo que, de acuerdo con la actual directora, no deja mucho margen para asentar los proyectos artísticos. “En gestión cultural dos años no es tiempo suficiente para implementar casi nada. Dos años y con una pandemia de por medio… no da tiempo material. Insto a los responsables políticos, y me consta que va a ser así, a que vayan más allá de dos años prolongables por uno más”, defendió Banyuls, quien puso ejemplos como el de director del Institut Valencià de Cultura (IVC), cuyo contrato es de cinco años prorrogable por otros cinco.
Tiempo de hacer balance de lo hecho, la gestora cultural también ha aprovechado su último encuentro con prensa para reflexionar sobre estos dos cursos al frente de la sala municipal, dos años en los que ha tenido que gestionar una pandemia que pilló a todos los sectores con el pie cambiado y que ha afectado especialmente a las artes escénicas. “Han sido dos años de crecimiento y de sostén, de aguantar con lo que se nos venia encima. Teníamos una serie de inquietudes y deseos, que era volver a poner a La Mutant en la cartelera mental del usuario de artes escénicas. Creo que lo hemos conseguido. ¿Me hubiera gustado llegar a más? Sí, pero las circunstancias de la pandemia ha sido muy duras […] Durante la pandemia La Mutant ha sido un faro para la ciudadanía. Cuando los museos estaban cerrados, cuando no había otro tipo de ocio, el público ha venido”. Ciertamente la situación sanitaria ha obligado a cambiar los planes, algo que ha afectado directamente a la ambición internacional del espacio, unas conexiones que ahora se empiezan a recuperar, aunque no con poca dificultad.
La presentación de la programación de La Mutant para los próximos meses ha sido, en cierta medida, una despedida para Marta Banyuls, un acto en el que estuvo acompañada por la concejala de Acción Cultural, Maite Ibáñez, quien aprovechó para agradecer el trabajo de Banyuls al frente de teatro. “Marta ha impregnado una identidad en este teatro a través de la programación que nos ha ido desgranando en cada temporada, con temas intimistas, populares, abiertos, siempre desde la gestión profesional”. De igual forma, Ibáñez defendió este “es un momento para intentar mejorar la situación” y se mostró satisfecha por el nuevo proceso para cubrir la plaza de dirección del teatro, un proceso que tardará años en completarse pero que afianzaría la plaza.
Con todo, la actividad en La Mutant sigue y lo hace reforzando las conexiones con otros festivales y eventos de la ciudad y, también, con alguna que otra sorpresa fuera de nuestras fronteras. Uno de los puntos fuertes de la programación y gran conexión internacional para el centro es el estreno absoluto en España de dos piezas firmadas por dos referentes de la danza internacional. Por una parte, el eslovaco Anton Lachky, que presentará en Les autres (17 de octubre) a cuatro personajes que se rebelan contra el mundo plástico en el que viven a través del baile. Por otra, el belga Jan Martens, cuyo montaje Elisabeth Gets Her Way (19 y 20 de noviembre), sigue los pasos y el legado de la talentosa música Elisabeth Cojnacka. Además, las propuestas locales y nacionales estarán representadas a lo largo de estos meses por La confiança (22 y 23 de octubre), la primera producción de Ultramar, una monólogo escrito por Guadalupe Saez que trata el tema de la violencia obstétrica a través de los ojos de una madre; y Explore el jardín de los Cárpatos (17 y 18 de diciembre), reinvención escénica del concepto de turismo a cargo de la compañía barcelonesa José y sus Hermanas.
Gran parte de la programación de los próximos meses de la sala tomará forma gracias a las colaboraciones con eventos externos como La Cabina, VLC Pitch Forum o el festival de circo Contorsions, que presentará Sopa, del colectivo Ateneu Popular 9 Barris, el 28 de noviembre. No son las únicas citas que recalarán en el espacio, que también acogerá una nueva edición del festival Truenorayo, con el que inauguran temporada, o Volumens. Además esta nueva temporada dibuja una nueva colaboración con el IVAM, que llevará el 15 de octubre una sesión de música y performance vinculada a la exposición Indústries / Matrius, Trames i Sons. Otras colaboración mediante las que se completa la programación de La Mutant es la relación con el teatro Escalante, el proyecto de la Diputación actualmente sin sede estable, que llevará a la sala municipal las representaciones de Lo pequeño, el 29 de septiembre, y Prometeu, el 3 de octubre. Y en ese afán de generar conexiones, una no poco importante con la Asociación de Profesionales de la Danza de la Comunitat Valenciana (APDCV), uno de los principales impulsores del proyecto Circula!, un tren estatal de creación y formación en danza que en diciembre llevará a La Mutant las piezas Retratos errantes (días 10 y 11), una muestra del talento de Group LaBolsa para las creaciones en vivo, y Geneaología de un deseo (día 12), una investigación sonora y espacial de la coreógrafa valenciana Lucía Jaén acerca del concepto de deseo.