VALENCIA. Martínez Loriente, el interproveedor cárnico de Mercadona, ya es historia. El cambio de razón social de la firma propiedad del empresario Francisco Martínez por el de Frescos y Elaborados Delisano, la compañía que se ha quedado con su planta de Cheste, supone la desaparición formal de la mercantil y culmina el proceso de despiece de la que llegó a ser la quinta empresa de la Comunitat por volumen de facturación y que Mercadona enmarcó dentro de su estrategia por contar con proveedores especializados.
Apenas han pasado seis semanas desde que la cadena de supermercados de Juan Roig anunciara de manera repentina la venta de las tres plantas de producción de su interproveedor cárnico a otras tantas empresas de diferentes provincias: Incarlopsa, Elaborados Cárnicos Medina y la mencionada Delisano.
El reparto del negocio causó sorpresa en el sector, tanto por su volumen como por ser inesperado, pues apenas un año antes Francisco Martínez se había hecho con el 100% de la sociedad tras quedarse el 45% que estaban en poder de la familia Loriente a través de la mercantil Serlopi y el 10% que controlaba la cadena de supermercados de Juan Roig.
La reestructuración, de la que ni Martínez Loriente ni Mercadona han ofrecido las cifras, se ha hecho por la vía rápida. A principios de este mes, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) daba luz verde al reparto de las plantas de Martínez Loriente, entre Delisano, Cárnicas Medina e Incarlopsa.
Dos semanas después de recibir esa autorización, Frescos Delisano asume la personalidad jurídica de la empresa, que tenía su sede social en la planta de Cheste que se ha quedado esta compañía de Serinyá (Girona). Según explicaron fuentes de Martínez Loriente, el nuevo dueño no prevé utilizar ni su marca ni la razón social.
La compra de la planta de corte y envasado de cerdo y cordero de Cheste supone un importante salto para Frescos Delisano, perteneciente al Grupo Cañigueral y que en 2015 facturó 480 millones de euros. De entrada, supone aumentar su plantilla en 1.200 personas hasta alcanzar los 3.200 empleados e incrementar su capacidad productiva en 79 millones de kilos al año.
Por su parte, la familia Loriente asume a través de Incarlopsa la planta de cerdo y cordero que Martínez Loriente explotaba en Cuenca. Las instalaciones cuentan con una capacidad productiva de 30 millones de kilos al año y una plantilla de 300 trabajadores.
La tercera planta que explotaba Martínez Loriente, el matadero y sala de despiece de ternera en Buñol con una capacidad de producción de 20 millones de kilos anuales y 700 empleados, será gestionado desde ahora por la madrileña Elaborados Cárnicos Medina.