VALÈNCIA. La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana ha dicho basta a las políticas "restrictivas" que repercuten en la actividad del sector. Para mostrar su rechazo a la situación actual y defender su valor ante la sociedad, cazadores de toda España vestidos con prendas naranjas recorrerán el centro de València con el fin reivindicar sus demandas a la administración pública y hacerse oír.
La concentración, para la que se han movilizado más de 150 autobuses, prevé superar las expectativas alcanzadas en el encuentro de 2018, que contó con más de 40.000 asistentes. El punto de partida será la Estación del Norte a las 11:30 horas y discurrirá por la calle Colón, la Porta de la Mar y Navarro Reverter hasta llegar a la plaza de América. "No hay otro colectivo que movilice lo que moviliza la caza, lo de este sábado va a ser una barbaridad", avanza Lorena Martínez, presidenta de la Federación.
Martínez, que preside la agrupación desde hace un año y es ingeniera de montes, alerta de la tensa situación que experimentan los cazadores valencianos en comparación a otras regiones. Según explica, en lugares como Cataluña o Castilla la Mancha existen ayudas directas para el sector, mientras que en la Comunitat este ejerce un desembolso económico "demasiado elevado" que viene de su propio bolsillo, con juicios que llegan a alcanzar el millón de euros, poniendo trabas e impedimentos a la libre práctica.
Esta situación es principalmente grave en lo que respecta al jabalí. Afirma: "Estamos obligados a hacernos cargo de los daños que produzcan las especies en los terrenos agrícolas de cotos de caza, cuando el 80% de los agricultores tienen sus terrenos en cotos. Si hacemos una batida, una caza dentro del monte con perros, y durante 12 horas antes o 12 horas después hay un accidente de trafico también tenemos que hacernos cargos de los daños que produzca el animal al coche. Lo primero que hacen es preguntar si hay coto por si les puede cubrir su seguro".
Por ello, asegura que la caza ha dejado de ser una afición para convertirse en una obligación, puesto que se les exige realizar una cifra de batidas al año. "Estamos al límite. En ninguna otra autonomía se paga tanto por cazar", expresa a la vez que lamenta que no se tenga en cuenta su labor a la hora de controlar las poblaciones. "¿Qué sentido tiene que hagamos función para reducir poblaciones de nuestro bolsillo? En lugar de ayudar, ponen trabas constantes para que sea más difícil todavía. Los cazadores de la Comunitat cazamos por obligación y además pagando", insiste.
Asimismo, recordó que no perciben ninguna compensación posterior porque no es posible la comercialización de carne de caza, su entrega a terceros. Tampoco nadie se encarga de ir a recoger las especies abatidas. De esta manera, en ocasiones los cuerpos se quedan en el monte sin poder ser trasladados a ningún otro lugar.
Ante este panorama, la Asociación Valenciana de Agricultores (Ava-Asaja) ha compartido que las pérdidas sufridas por los ataques de animales superaron en 2022 los 40 millones de euros y ha salido en defensa del colectivo de la caza. Su presidente, Cristóbal Aguado, coincidió en que la situación del campo es "dramática" por los destrozos producidos por el exceso de fauna salvaje, hecho por el que agradeció a los cazadores su tarea: "Los necesitamos y respaldamos sus reivindicaciones, pedimos que su labor sea justamente reconocida por la Administración y por la sociedad. A algunas personas que viven en la ciudad les cuesta mucho escuchar y entender el mensaje de auxilio de los sectores rurales".
Con esta concentración multitudinaria, también se busca crear un impacto visual y acercar a la gente de ciudad a la problemática actual, que involucra a miles de personas de todo el territorio. Así pues, las calles de València se pintarán de naranja bajo el lema "Por una caza viva" en un grito de auxilio por conseguir herramientas y aflojar la presión a los cazadores.