VALÈNCIA. El covid-19 no solo ha alterado los hábitos y rutinas de los ciudadanos, sino también las pautas de movilidad y las formas de desplazarse. El miedo al contagio ha propiciado un aumento del uso del vehículo privado en detrimento del transporte público que se ha desplomado drásticamente. Los datos son claros: la movilidad en la provincia de Valencia ha caído un 53% y el transporte público un 95%. Pese a que poco a poco se recupera la demanda el metro sólo ha recuperado un 30% de afluencia, según datos de la Conselleria de Movilidad.
Una situación que ha llevado al departamento que dirige Arcadi España a diseñar una Estrategia Valenciana de Movilidad para encarar esta nueva etapa post-covid. Un plan que pone el acento en mejorar y reforzar el uso del transporte público y fomentar alternativas, como las bicicletas en detrimento del coche.
Ente los principales ejes de actuación está la apuesta por la bicicleta como garantía de sostenibilidad y la reorganización del espacio público para que el peatón reencuentre su sitio, así como la apuesta por los carriles bus y por los carriles bus y VAO (Vehículos de Alta Ocupación).
Igualmente, se recomienda la regulación de las horas punta para evitar aglomeraciones en los desplazamientos, establecer sentidos de circulación en el espacio urbano para los peatones y el refuerzo de la oferta, así como la mejora de la eficiencia de la red del transporte urbano.
Para conseguirlo, la estrategia propone potenciar y fomentar la red de itinerarios ciclistas que conecten los municipios metropolitanos y que garanticen la seguridad de los usuarios, así como un plan específico de estacionamiento para bicicletas.
En el área metropolitana de València se incluyen 14 itinerarios ciclistas: la Vía Churra, Carpesa-Tavernes Blanques-Alboraia, Alboraia-València, Tavernes Blanques-València, la conexión Empalme y Burjassot, València-Godella, València-Paterna, la conexión Quart de Poblet-València, Aldaia-Quart de Poblet, Picanya-Xirivella, Xirivella-València, Picanya-Paiporta con València, Horta Sud (La Torre)-València y Puçol-Sagunt.
Además, entre otras medidas, se incluyen ayudas directas de la Generalitat para la compra de bicicletas urbanas, bicicletas eléctricas y vehículos de movilidad personal en los establecimientos con sede en la Comunitat que se adhieran a este plan, así como el refuerzo de zonas de estacionamientos para poder dejarlas.
De igual modo, también incide en la implantación de una red de itinerarios prioritarios para el transporte público en superficie, así como carriles VAO-bus en aquellos corredores con una oferta superior a las 50 expediciones al día que experimentan niveles de servicio en hora punta superior a los 300 pasajeros.
Antes del covid-19, diariamente se realizaban en la Comunitat más de 15.500 expediciones en autobuses interurbanos (laborables de invierno), de los cuales más de 2.800 son en hora punta de la mañana. Anualmente, el volumen de viajeros transportados supera los 20,9 millones de usuarios.
De esta forma, para conseguir una mejora del servicio de transporte público metropolitano por carretera tanto en tiempos como en frecuencias, la Estrategia de Movilidad propone carriles-bus en Xirivella-València y Horta Sud, y Carril VAO (bus) en la CV35 y en la V-21, aquí a partir de la finalización de las obras del Ministerio. "El objtivo es agilizar los flujos. Con medidas como lo de estos carriles, se reducirían los tiempos de espera de los viajeros ya que los buses pasarían con más frecuencia, al poder hacer su trayecto más rápido", explican desde Consellería. También se pretende reforzar las expediciones en zonas rurales.