Escapadas hedonistas

Masía La Mota: relax y oleoturismo en el interior de Alcoi

O cómo es desconectar de todo en un hotel con encanto que fue una antigua almazara, mientras disfrutas de uno de los aoves con más calidad de la Terreta

| 03/02/2023 | 6 min, 20 seg

Es tiempo de interior. Y mira que somos gente de mar, de Mediterráneo y de brisa marinera. Pero el interior de la Comunitat Valenciana tiene mucho que ofrecer. En meses como estos, dejamos de lado la playa para descubrir otras tantas de las bondades que tiene que ofrecer la Terreta. Y es que tenemos todavía mucha joya oculta para muchos.

Eso lo saben en la plataforma Temps de Interior. Se trata de un club que reúne los mejores alojamientos y experiencias en el interior de nuestra comunidad. ¿El objetivo? Poner en alza ese tipo de turismo que al que a veces prestamos poca atención (teniendo tanto mar, claro) y que tanto tiene que ofrecer. Buceando entre sus propuestas, nos hemos topado con un tesoro, un lugar que aúna un hotel con encanto rodeado de olivos y una apuesta en firme por difundir la grandeza de los aoves de la Comunitat Valenciana. 

Para ello ponemos rumbo al interior de Alcoi, concretamente al Parque Natural de la Font Roja. Es ahí, en medio de la naturaleza, donde se alza Masía La Mota, un proyecto cuanto menos estimulante. Pero, ¿cómo ha llegado esto hasta aquí? 

Dos nombres. Indira Amaya de Ameglio y su marido Edgar. Estos dos panameños llegaron a Alicante en busca de un lugar tranquilo en el que asentarse. Y fue aquí donde lo encontraron. “En el año 1999 con la caída de las hojas, encontramos escondida entre pinos y carrascas la Masía La Mota”, cuenta y continúan “desde el primer momento supimos que esta era la casa con la que soñábamos y ese mismo día la adquirimos.” 

Encontraron lo que años antes, era una importante explotación agraria de montaña en el interior de Alicante. Aquellos lugares, donde se elaboraban vinos, aceites y se utilizaban para la recolección de frutas y cereales, habían ido quedando paulatinamente en desuso, convirtiéndose casi en fantasmas de lo que antaño fueron. 

Empezaba aquí la historia de un sueño cumplido, que arrancaba como algo tan personal como encontrar un lugar para vivir, para pasar a convertirse, poco a poco, en algo que brindar al mundo. “El conjunto es tan grande que desde la carretera parece una pequeña aldea. De allí surgió el proyecto de convertir una parte en alojamiento rural”, explican. 

Un hotel rural, con encanto y sostenible

Cuando se pusieron manos a la obra para convertir la antigua almazara en hotel, pensaron en todo. Tenía que ser acogedor, respetar el lugar y sobre todo, ser sostenible. Tomando siempre como principio la conservación del medio ambiente, acometieron una obra de adecuación en la que se implementaron muchas cosas que hace más de 20 años, no estaban tan en la palestra como ahora. Optimizaron el consumo energético, implementaron un sistema de captación de aguas pluviales, consiguieron que el agua que les abastece sea de un manantial... 

Este paraje único, entre la Font Roja y la Sierra Mariola, se presentaba como el lugar perfecto para desconectar y para ubicar su hotel rural. Tan solo son diez habitaciones, todas ellas dentro de los antiguos muros de la masía, algunas con bohardilla, otras con techos altos originales, pero todas ellas con vistas al paraje natural. Hasta tienen una suite dedicada a la modelo Eugenia Silva, habitual del hotel, a la que le encanta especialmente la panorámica desde allí. Cuando vuelven las temperaturas más amables, uno de los sitios a los que directamente mudarse es su piscina, con una zona de hamacas y con vistas al entorno. ¿Un masaje? También puedes dártelo organizándolo a tu llegada. El equipo de Diego Coderch, fisioterapeuta, trabaja con el hotel para relajar el cuerpo, por supuesto, con aceite de oliva virgen extra ecológico, que maceran con hierbas aromáticas de la sierra.

Otro punto muy a favor, es su restaurante, que aunque por el momento están cerrado temporalmente, apuesta por cocina tradicional con sus puntitos de innovación. Lo que sí siguen ofreciendo es servicio de terraza los fines de semana para bebidas y snacks. ¿En la bodega? Una excelente selección de vinos de la zona, de bodegas Xaló, de Pepe Mendoza y Enrique Mendoza, entre otros.

Puede que seas de los que quiere llegar y no salir de allí, pero si eres más de turismo activo, te pueden organizar paseos en bici o a caballo, excursiones y visitas guiadas por Alcoi y sus vestigios prehistóricos, rutas de senderismo y hasta un vuelo en globo aerostático. 

Si la vida te da olivos, haz un aceite con ellos y cuéntalo al mundo 

Más allá de compartir su paraíso, surgió otro proyecto. El lugar estaba rodeado de olivos, ¿por qué no explotar sus propias tierras para además elaborar un aceite de calidad? Contaban con la variedad Alfafarenca, autóctona de la montaña alicantina que se sabe que ya fue traída por los fenicios hace 2500 años. Empezaron a recolectar olivas, recogiéndolas a mano y prensándolas en frío para así asegurar la máxima calidad. Aunque de pequeña producción, lograron un aove premium, Masía La Mota, reconocido en 2021 con nada menos que la Medalla de Oro, de los Premios a la Calidad del Aceite de Oliva Virgen Extra de la Comunidad Valenciana. 

Lo tienen en el desayuno, en su restaurante y en diferentes puntos de la zona. Pero más allá de probarlo, es maravilloso que te lo puedan dar a conocer de otra forma. Por eso también son abanderados de oleoturismo. Si tienes algo bueno, hay que compartirlo con el mundo, ¿verdad? La cosecha en esta época ya ha terminado, pero puntualmente durante el año -normalmente una vez al mes-, organizan sus rutas y degustación de aceites. 

La idea es arrancar en su zona de cosecha para contarte más sobre la elaboración de sus aoves y sobre la importancia de esta masía, que todavía conserva objetos originales de la antigua almazara del siglo XIX, que ahora, restaurados, forman parte del hotel. Suelen aliarse con otras pequeñas almazaras de la zona, conocida como Olis de Diánia que agrupa a productores comprometidos con la sostenibilidad, como Castell de la Costurera, Eco Travadell o Milenario. Por tan solo 15 euros, puedes disfrutar de la visita y una cata de estos aceites, para terminar brindando con una copa de vino o cerveza y con un picoteo a base de ibéricos y quesos. Además, te regalan una botella de 250 ml de su aceite de oliva virgen extra, para que puedas seguir recordándolos en casa. 



Ah, y si todavía no tienes regalo para San Valentín (guiño-guiño) han preparado una experiencia especial. Ahora que empiezan a florecer los almendros el lugar no puede ser más bucólico. Incluye alojamiento con botella de cava en la habitación y una cena romántica en el restaurante Natxo Sellés en Concentaina. Otra fantástica opción es coger otra de las experiencia que proponen, con alojamiento en doble deluxe y cena en L'Escaleta. Para no perdérselo. 

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