Los populares tampoco están dispuestos a ceder Sanidad; Servicios Sociales, la gran incógnita para el reparto
VALÈNCIA. Vox aspira a una vicepresidencia con cartera y a dos consellerias en el nuevo Ejecutivo valenciano presidido por el PPCV de Carlos Mazón. Ambos partidos sellaron el pacto de Gobierno el pasado martes de manera exprés. Tan exprés como van a ser las negociaciones para conformar el Consell. Realmente, las direcciones de las formaciones llevaban ya hablando semanas, pero fue en la primera reunión cuando se anunció la entente sin que hubiera trascendido nada antes. A lo largo de ayer miércoles continuaron las conversaciones. Los protagonistas no fueron los candidatos a la Generalitat, sino equipos de las dos organizaciones.
El encuentro abarcó parte de la mañana y de la tarde y fuentes oficiales no confirman que de ahí saliera nada cerrado en cuanto a estructura y reparto. Aunque entre los deseos y la lógica numérica se podría encontrar el acuerdo final. El Ejecutivo tendrá un máximo de diez consellerias contando con la Presidencia (actualmente hay doce). La distribución será en función de la representación obtenida. Con los 40 diputados del PP y los 13 de Vox, todo indica que serán ocho departamentos para los primeros y dos para los segundos. Sin embargo, la intención que estos últimos están trasladando –según fuentes conocedoras de las negociaciones– es la de tener, en realidad, tres: una vicepresidencia con contenido y, aparte, dos consellerias.
Una de ellas sería, casi con toda seguridad, Agricultura, como se ha venido apuntando desde hace tiempo. El resto está en el aire. Que Vox asumiera asimismo Justicia era una de las opciones que también ha sonado. Sin embargo, en los últimos días ha aparecido la probable exigencia de una conselleria de corte más social como es Servicios Sociales. Tal vez con una réplica de la existente en Castilla y León, donde existe una llamada Familia e Igualdad de oportunidades.
En todo caso, más allá de Agricultura nada parece claro. Al igual que la vicepresidencia. La fórmula que está sobre la mesa es que haya dos vicepresidencias y una de ellas se ceda a Vox. Pero no es lo que más agrade al PPCV, en una superioridad de apoyos muy clara y habiéndole cedido ya la presidencia de Les Corts.
En cuanto al resto de áreas, los populares anticipaban el pasado martes que no estaban dispuestos a ceder la Conselleria de Educación a Vox en el caso de que la exigiera. Ayer miércoles, Mazón zanjó el asunto públicamente. Ni Educación ni Sanidad para sus próximamente socios, vino a decir.
En declaraciones a la Cadena Cope, pidió ser "respetuoso con los tiempos" y avanzó que considera "clave" Educación y Sanidad. Para la primera conselleria admitió que tenía ya pensada una persona. Se trata, por tanto, de dos departamentos que sitúa en manos de los populares.
Para Educación, las quinielas ya han empezado a circular como es lógico. Por el momento, se apunta a dos posibles perfiles. Uno es el de José Antonio Rovira, diputado autonómico y persona muy cercana a Mazón. Ha sido su enlace de confianza en Les Corts desde que tomó las riendas del partido. Fue director general de Personal de la Conselleria de Educación entre 2001 y 2007 –nombrado por Eduardo Zaplana, aunque luego permaneció con Francisco Camps al principio–. Posteriormente, fue gerente de Personal de la Diputación de Alicante (2007-2011) y, entre 2013 y 2014 (ya con Alberto Fabra de presidente de la Generalitat) fue director territorial de Alicante de la Conselleria de Educación (2013-2014). Su perfil encaja en este departamento, aunque fuentes populares también lo sitúan en otros como Hacienda.
Otro de los nombres a los que se apunta para Educación es Beatriz Gascó. Es la portavoz de esta materia en el PPCV y ha sido diputada autonómica durante las dos últimas legislaturas. De hecho, ha sido la encargada de la parte educativa del programa electoral de los populares. Gascó fue directora general de Educación y Calidad Educativa entre 2011 y 2012 y directora general de Innovación, Ordenación y Política Lingüística entre 2012 y 2015 (bajo el Gobierno de Fabra).