el líder del ppcv toma posesión del cargo como presidente de la generalitat 

Mazón se corona con más poder del que tuvo el Botànic en ocho años y con Vox en segundo plano

La recepción en el Palau dejó quinielas del Consell: José Antonio Rovira, Marciano Gómez, Susana Camarero, Salomé Pradas, Ruth Merino...

18/07/2023 - 

VALÈNCIA. Con un calor sofocante se hizo efectivo este lunes el traspaso de poderes entre el hasta ahora presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, y el popular Carlos Mazón. La jornada transcurrió con normalidad, con estricto tono institucional y en un acto breve y sin grandes alardes, que dio para observar los detalles. 

El primero el del ambiente. El PPCV está de subidón permanente. Podría parecer una obviedad tras una victoria electoral con mejores resultados de los que preveían y después de conseguir la Generalitat y el Ayuntamiento de València. Pero a ellos se ha añadido las últimas semanas diversas estrategias que le han favorecido. La primera fue el acuerdo alcanzado con Compromís para la Mesa de Les Corts, que dejó sin un puesto al PSPV y enfrentó a la izquierda. La más reciente, y de mayor importancia, ha sido lograr la Diputación de Valencia, la única institución que estaba al alcance de los socialistas

Esto supone que, actualmente, los populares cuenten con más poder que el Botànic (PSPV, Compromís y Unides Podem) en sus ocho años. El PPCV, tras las consecutivas debacles de 2015 y 2019, perdió casi todas las instituciones que dirigía, incluyendo grandes ayuntamientos. La caída fue más contenida en Alicante, donde retuvo la Diputación. Aquella que precisamente ha presidido Mazón hasta hace días y que le sirvió de trampolín autonómico. 

La izquierda ni siquiera ha logrado algo similar. La corporación provincial de Valencia se le ha escapado y el PSPV únicamente cuenta, entre los grandes consistorios, con Gandia, Paterna, Sagunto, Mislata, Alcoy, Elda o Xàtiva. 

   

Así que con este panorama entraba ayer lunes Mazón a Les Corts cual héroe, entre aplausos de los suyos, arropado por –no demasiados– cargos nacionales, para tomar posesión como presidente de la Generalitat. Lo hizo con el recuerdo de una exitosa sesión de investidura la semana pasada. Especialmente por el contraataque al portavoz de Compromís, Joan Baldoví. En la coalición todavía colea el discurso del síndic, que no ha encontrado mucha comprensión entre sus filas que digamos. Hay quien ya se encomienda a los santos que sean necesarios para que la legislatura entera no sea así. 

Aplausos antes, durante y después de la breve alocución del amado líder, que juró lealtad al Estatuto de Autonomía, a la Constitución y al Rey. En reiteradas ocasiones apeló a la humildad con la que, aseguró, afronta el liderazgo del Gobierno valenciano. "Hoy es el día de la humildad, hoy es el día del compromiso, hoy es el día de la responsabilidad, del juramento, de la lealtad extrema con la Comunitat Valenciana y de ofrecer sin reserva alguna mi absoluta dedicación al pueblo valenciano (...) Asumo con humildad la presidencia de la Generalitat, consciente de la tarea que enfrentamos y profundamente agradecido por la confianza que me ha sido otorgada, consciente de los sacrificios de nuestros antepasados", afirmó.

Mazón trasladó un mensaje de "ambición por superar conformismos, cabezas mirando al suelo, o miradas esquivas, desconfiadas o amigas de la derrota". "Ambición por nuestro autogobierno, por el máximo respeto a nuestras instituciones legislativas, ejecutivas y estatutarias. Pero ambición por la calidad de vida, la libertad, los servicios públicos y las oportunidades tanto de futuro como del cotidiano día a día, de más de 5 millones de ciudadanos de Alicante, Valencia y Castellón. De su salud, educación, industria y agricultura, de sus infraestructuras viarias, ferroviarias, portuarias y marítimas, pero sobre todo de las sanitarias, educativas y sociales, de su comercio, pesca, turismo y justicia, de sus fuerzas y cuerpos de orden público junto al resto de servidores de la administración", señaló.

   

El nuevo jefe del Consell salió de Les Corts poco después con otro de los detalles que dejó la jornada: la escenificación. Mazón es presidente de la Generalitat tras un pacto de Gobierno con Vox. Pero a Vox se le vio poco. La tradición establece que tras la toma de posesión, tiene lugar un corto paseíllo hasta el Palau de la Generalitat, donde se celebra en traspaso de poderes y una recepción para los invitados y todo aquel que se acerque. Pero la mayor representante de Vox durante ese trayecto fue la presidenta de Les Corts, Llanos Massó. Se trata de la segunda autoridad de la Comunitat, por lo que su presencia es lógica. Sin embargo, no hubo nadie más en primeras filas ni en fotos en los momentos relevantes. No es, desde luego, que estuvieran ausentes, puesto que hubo varios diputados y dirigentes de Vox presentes hasta el final. El asunto es que ocuparon un segundo plano. 

Las instantáneas, de hecho, llamaron más la atención por el protagonismo de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que por otra cosa. Una imagen que contrasta absolutamente con la que tuvo lugar en 2015 y 2019 durante la toma de posesión de Ximo Puig. En ambas ocasiones estuvo acompañado en todo momento por sus dos socios: Compromís y Podem. En 2015, a su lado aparecían Mónica Oltra y Antonio Montiel –quien daba su apoyo desde fuera del Ejecutivo–. En 2019, estuvieron Mónica Oltra de nuevo y Rubén Martínez Dalmau. Ambos fueron vicepresidentes. 

   

Nada parecido pudo verse este lunes. Una muestra más de que Mazón ha querido evitar la foto con Vox en todo momento. Así fue también cuando llegaron al acuerdo para la Generalitat y al pacto de Gobierno y de reparto de competencias. Lo sucedido no va sólo de la imagen. También del fondo. El PPCV quiere dominar el discurso dentro del Consell. Todavía es pronto para comprobar si así será los próximos cuatro años, aunque estas semanas se ha cumplido. Y supone otra diferencia con el Botànic, donde Compromís siempre supo manejar –con Mónica Oltra al frente– su voz propia –para molestia en muchas ocasiones con los socialistas–.

Ya en el Palau, Mazón mantuvo una breve reunión con Puig. Posteriormente, bajó a la plaza de Manises, donde tenía lugar la recepción, y dirigió unas breves palabras a los asistentes. Agradeció a su predecesor la "hospitalidad y amabilidad" con la que le atendió y reiteró su compromiso con el cargo. "Como en la película El Candidato, parafraseo al protagonista, y no les pido una lealtad ni una adhesión inquebrantable, sino el beneficio de la duda", dijo. 

   

De ahí pasó al momento fan de las fotos con los numerosos asistentes –aunque muchos menos que en años anteriores– y con los viejos conocidos del PPCV. Entre ellos, destacaban algunos como Gerardo Camps –quien acudió tras declarar como testigo en el juicio del caso Gürtel a Francisco Camps– o la exconsellera Trinidad Miró. Otra presencia reseñable fue la del empresario Enrique Ortiz, quien ha figurado en diversas causas de corrupción como Brugal

Como era lógico en una circunstancia así, las quinielas de consellers iban circulando. Algunos de los cuales estaban presentes. En todo caso, la composición del Gobierno la lleva Mazón en total discreción y la anunciará mañana miércoles. Muchas apuestas señalaban a José Antonio Rovira para Educación. Diputado autonómico y persona muy cercana al presidente de la Generalitat, fue director general de Personal de la Conselleria de Educación entre 2001 y 2007 –nombrado por Eduardo Zaplana, aunque luego permaneció con Francisco Camps al principio–. Posteriormente, fue gerente de Personal de la Diputación de Alicante (2007-2011) y, entre 2013 y 2014 (ya con Alberto Fabra de presidente de la Generalitat) fue director territorial de Alicante de la Conselleria de Educación (2013-2014).

   

Para Sanidad suena con fuerza Marciano Gómez, exdirector de la Agencia Valenciana de la Salud. El doctor es actualmente director del Área Clínica Médica del Hospital La Fe. 

En la vicepresidencia segunda del Consell y Conselleria de Igualdad y Servicios Sociales aparece el nombre de Susana Camarero, exsecretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad entre 2014 y 2016 y exdiputada en Les Corts y el Congreso. También mencionan varias fuentes a la parlamentaria Elena Bastidas, encargada de este área en el partido. Habrá que comprobar si la vicepresidencia lleva aparejada o no la portavocía del Ejecutivo, que algunas fuentes populares creen que puede recaer en otra persona. 

Algunos de los perfiles femeninos que también suenan para el Gobierno son el de Ruth Merino –siempre se la ha situado en Hacienda, donde las quinielas han dejado más nombres como el de José Antonio Belso– y el de Salomé Pradas, actual diputada.  

   

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