VALÈNCIA (VP/AGENCIAS). El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y la alcaldesa de València, María José Catalá, afrontaban este lunes su primer Día de la Comunitat Valenciana en el poder tras las elecciones de mayo. Un 9 d'Octubre que transcurrió tranquilo y sin incidentes tanto en la Procesión Cívica como en la manifestación vespertina coordinada por Acció Cultural del País Valencià (ACPV), y que arrancó con un acto institucional en el que el titular del Consell apeló a la "unidad" de los valencianos y rechazó que la diversidad de la región "tenga propietarios".
"Me niego a pensar que la diversidad de esta tierra tenga propietarios. Nuestra diversidad es la rica y variada realidad de lo que somos, valencianos y españoles", afirmó Mazón en el Palau de la Generalitat, donde recalcó además que el trabajo de las instituciones en este sentido debe estar basado "en la rica, diversa y genuina diversidad de nuestra identidad y nuestro idioma, el valenciano".
En su discurso, pronunciado después de otorgar las distinciones que concede la Generalitat Valenciana cada Día de la Comunitat, el president se refirió también a la financiación autonómica. Así, reclamó una solución "satisfactoria" al déficit y una respuesta "adecuada" en materia de inversiones que sea acorde al peso y proyección de la economía valenciana.
Del mismo modo, reivindicó infraestructuras como el puerto de València, del que ha dicho que "no es un capricho autonómico, sino una necesidad de toda España", o el Corredor Mediterráneo, así como respuestas para el problema del agua o para la industria valenciana.
Tras acabar el acto institucional, la atención se dirigió poco tiempo después hacia el Ayuntamiento de València, desde donde descendía la Senyera en el inicio de una Procesión Cívica que se sucedió sin altercados y con la única excepción de algún insulto aislado a la comitiva oficial.
La marcha recuperaba la entrada en la Catedral para participar en el Te Deum ocho años después de la última vez, acto en el que no participaron los grupos municipales de Compromís y PSPV en el consistorio. Quien sí lo hizo fue la alcaldesa de València, María José Catalá, la encargada de portar este año el emblema por el corazón de la ciudad.
Antes de iniciar la marcha, Catalá afirmó ante los medios de comunicación que, como primera edil, había intentado que la ciudad estuviera para este día "bonita" y "preparada" y confió en que "sobre todo que podamos decir muy alto lo que dice nuestro himno: cantos de amor y de paz".
"En un día como hoy, que los himnos de paz lleguen muy lejos, que termine la barbarie y sobre todo que los valencianos sean un ejemplo de democracia y de saber estar", expresó, y defendió que "somos gente pacífica; somos gente generosa; somos gente trabajadora y esforzada y que se siente muy orgullosa de su Senyera".
Tras finalizar el acto religioso en el interior de la Catedral, la comitiva discurrió por el Parterre hasta llegar a la plaza de Alfons el Magnànim, donde se celebró la tradicional ofrenda floral ante la estatua del rey Jaume I en un solemne silencio. Después, la Senyera ascendió de nuevo hasta el balcón del Ayuntamiento de València para regresar a su lugar en la casa de todos los valencianos.
La manifestación vespertina, también sin incidentes
Por la tarde, la manifestación del 9 d'Octubre, coordinada por Acció Cultural del País Valencià (ACPV), transcurrió también sin problemas. En ella se clamó contra el gobierno de la "prohibición, la persecución, la censura y el caos" del PP y Vox en la Generalitat y sus "ataques a la convivencia y al valenciano".
La tradicional marcha reivindicativa del Día de la Comunitat Valenciana partió desde la plaza de San Agustín bajo el lema "Per un País Valencià antifeixista" ("Por un País Valenciano antifascista") e hizo un llamamiento al conjunto de los demócratas a la movilización para "plantar cara a una regresión democrática que no comparte la mayoría de la sociedad valenciana".
Custodiada por un gran despliegue policial, la marcha transcurrió en un ambiente festivo y reivindicativo, y además de líderes políticos de partidos y coaliciones de la Comunitat Valenciana de izquierda, participó el presidente de ERC, Oriol Junqueras.
Antes del inicio del recorrido, el secretario de ACPV y portavoz de la Comissió 9 d'Octubre, Toni Gisbert, había advertido de la situación "preocupante" y grave que plantea el nuevo gobierno del PP y Vox en la Generalitat, "subordinado a la extrema derecha".