Mazón y su 'hermano del agua' Miras piden no vincular la financiación con los impuestos

MURCIA. En una mañana luminosa en Murcia, sin rastro de los nubarrones del miércoles, Fernando López Miras y Carlos Mazón llegaban en el mismo coche al Hotel Nelva. Sonrientes, ambos derrochaban cercanía y afinidad. "Él es Tomás Fuertes", le indicaba el lorquino a su homólogo valenciano. El presidente del Grupo Fuertes, acompañado por los líderes de las patronales murciana y valenciana, Miguel López Abad y Salvador Navarro, recibía a los dos presidentes autonómicos a las puertas del edificio. Les aguardaba el encuentro bilateral entre la Región de Murcia y la Comunitat Valenciana, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y cuyo presidente en la Región es precisamente Tomás Fuertes, ante la presencia de más de un centenar de ejecutivos y empresarios de ambos territorios. 

López Miras y Mazón volvían a reunirse en suelo murciano desde su cita en el Palacio de San Esteban (sede del Gobierno regional) del pasado mes de marzo. Ambos no ocultaron su sintonía: "Carlos es un gran político, un gran amigo y un gran colaborador de la Región de Murcia", se deshacía en elogios el mandatario regional. El president recogía el guante y reveló que López Miras es su único "hermano del agua": "Estoy al 100% de acuerdo con Fernando en materia de agua. Cuando surge este asunto, siempre le llamo, porque no tengo a nadie más en otras comunidades. Me gustaría tener a alguien en el PSOE, por ejemplo, pero no lo tengo", reconocía el alicantino.

El agua fue uno de los temas que trataron, pero no el único. Entrevistados por José María Martínez, el presidente de APD Levante, los dos mandatarios también abordaron la vivienda, el turismo, el Corredor Mediterráneo y la financiación autonómica. No en vano, ambos territorios no sólo están unidos por su vinculación geográfica, sino que también "tienen sectores productivos con muchas cosas en común". 

La vivienda fue el primer tema encima de la mesa. "Tenemos la generación mejor formada de la historia, pero son jóvenes frustrados porque comprar una vivienda es casi imposible", reflexionaba López Miras, que ironizó que el "Gobierno de España se acaba de dar cuenta de que hay un problema" y criticó que la ley al respecto es "muy sectaria", creada "a espaldas de las comunidades". Mazón apostilló que en torno a este asunto existe un "gran prejuicio ideológico", abogó por que exista más oferta pública y privada y lamentó la "atroz fiscalidad".

Además, el presidente de la Comunitat calificó al Corredor Mediterráneo como la "historia de una lentitud", pues debería haber estado ejecutado en 2021 —"Eso es infumable", espetó Mazón— y esgrimió que si los retrasos no son mayores es "por la presión empresarial". Y citó una retahíla de datos para argumentar su importancia: "Las cuatro comunidades del Corredor constituyen el 50% de la población, representan el 48% del PIB, aportan el 48% del empleo, mueven el 50% de las exportaciones y el 72% de las mercancías portuarias".

La financiación autonómica fue otro tema clave, máxime cuando ambos representan las comunidades peores financiadas de España. "La situación es insostenible", admitía el murciano, quien aprovechó para reivindicar que no se debería vincular la financiación autonómica con la fiscalidad, "dado que incrementar la aportación estatal a estas comunidades es una cuestión de equidad e igualdad entre territorios y ciudadanos". Es decir, "no se puede pedir a la ciudadanía que menos fondos recibe que además pague más impuestos", dijo. "Estamos atados de pies y manos", recalcó el jefe regional, molesto ante un reparto que les perjudica desde 2009, genera "españoles de primera y de segunda" y obliga a "mantener los servicios públicos a déficit y a deuda".

Mazón suscribió las palabras del murciano y opinó que es posible compensar las bajadas de impuestos con una "buena gestión" al tiempo que censuró el llamado 'cupo catalán'  porque significa que "se altere el acceso a la equidad en la atención sanitaria". Eso es "peor que la independencia". Y puso de manifiesto que, al tener "menos fonos", su Gobierno se ve "obligado a priorizar sectores y a tener que dejar de lado proyectos de otra índole, como las infraestructuras".