ALICANTE. Un proyecto pionero en Europa y estudios novedosos que presentan el estado de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit) y sus puntos fuertes y retos en materia de impacto social y medioambiental. Son los resultados que ayer se mostraron en el evento que congregó en Distrito Digital a los distintos actores que han trabajado para lograr la monetización del impacto social y medioambiental y la monitorización de los indicadores de innovación responsable. Así, Redit, en colaboración con la Consellería de Innovación han sacado a la luz los datos de este trabajo que han monitorizado a los nueve institutos tecnológicos en la Comunitat Valenciana.
Lo que buscan es saber el grado de responsabilidad en el día a día de actividades de estos centros de innovación y de ciencia o de investigación. El objetivo es el de posicionar a los institutos tecnológicos que han monitorizado o evaluado en una línea de frente de estudios de impacto social y ambiental.
Y es que, tal y como han explicado, la monetización del impacto social y medioambiental se ha medido a través de la metodología SROI, un método que se centra en el retorno social de la inversión teniendo en cuenta aspectos extra financieros como la desigualdad y la igualdad de género. La monitorización de los indicadores de innovación responsable (RRI), por su parte, pretende sentar las bases de actuación en el ámbito del I+D+i de los centros partiendo de una evaluación de la situación actual que arroja datos de suma importancia para seguir trabajando en una innovación responsable.
La primera parte del informe la presentó la catedrática de la Escuela de Ingeniería de la UPV e investigadora senior de Ingenio, Mónica García Melón. Desgranó en detalle la "Monitorización de los indicadores de innovación responsable (RRI) en los Institutos Tecnológicos de Redit". Si a corto plazo quieren conseguir conocer el estado de Redit a nivel cuantitativo y cualitativo, a largo plazo, quieren que suponga la promoción de un cambio estructural.
Así García incidió en la responsabilidad de la ciencia y su papel en asuntos como la innovación inclusiva, la educación para la innovación, la participación ciudadana en la innovación, el medio ambiente en los procesos de innovación y la igualdad de género.
Este análisis no quiere quedarse solo en los Institutos Tecnológicos, sino que quiere extenderse por pymes y micropymes, aunque el de este estudio "es un muy buen primer paso".
La metodología que han seguido para realizar el estudio pasa por el trabajo de consulta definiendo los indicadores que identificarán el grado de madurez de cada objetivo. Se reunieron con cada centro de Redit hace más de dos años para acordar qué indicadores trabajarían y dividieron el trabajo en dos fases, la cuantitativa y la cualitativa. Primero se enviaron indicadores que debían aportar desde los centros y después se realizaron entrevistas presenciales.
En resumen, han destacado cuatro niveles de madurez en los indicadores: reactivo, proactivo, productivo y estratégico. "La gran satisfacción ha sido darnos cuenta de que casi todos los institutos se encuentran en niveles productivos en casi todas las áreas, y hay algunos, incluso estratégicos".
Destacar que en el caso de igualdad de género "nos hemos encontrado que seis institutos estaban en nivel estratégico, un resultado fantástico". Así, García destacó en esta área que "hay desequilibrio de género por áreas de conocimiento. En las carreras técnicas hay más hombres y la igualdad de género en los institutos tecnológicos es algo que todavía no está del todo implementado, pero tiene muchas posibilidades de mejorar".
En cuanto al área de medio ambiente, "el objetivo es promover un modelo de I+D+I alineado con los principales retos medioambientales. Los resultados dicen que tenemos cuatro institutos a nivel estratégico, tres a nivel proactivo y en reactivo, solamente dos. En este caso, los reactivos estaban sumamente justificados porque la gestión ambiental no depende de ellos mismos".
Respecto a la participación ciudadana, "hemos visto que tenemos un instituto en nivel estratégico tres en el nivel proactivo y el resto en el punto reactivo, y eso y eso es normal porque es algo bastante nuevo".
En cuanto a la educación, "lo han hecho todos muy bien. Siete institutos están a nivel estratégico y dos están a nivel productivo. Tienen muchas actividades de formación". Y, finalmente, el área de innovación inclusiva. "Pensar, enseñar la innovación para que sea más inclusiva. Es un área novedosa y complicada y ha costado trabajarla porque ha sorprendido a casi todos".
Se trata de un concepto amplio que todavía se está definiendo hoy en día a nivel de la Comisión Europea. Los indicadores de esta área han sido menos exigentes que en otras por su novedad. Los institutos están totalmente integrados en su entorno social, pero los datos interesantes llegarán en torno a pymes y microempresas a las que aún no se ha podido acceder. Así, conseguirán más datos en unos dos años.
Por su parte, Elisabet del Valle, cofundadora de Cliclab Transformative Agent, explicó la "Monetización del impacto social y medioambiental, a través de la metodología SROI". En este campo, aseguró que "lo que no se mide no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre".
Afortunadamente, apunta, "existen instituciones a nivel mundial que están trabajando con el análisis de impacto social y la cuantificación. Nuestro club es socio y en España, hace relativamente poco se ha creado la primera asociación que cuantifica, monitoriza y da espacio a todo el impacto social". Se trata de una metodología que permite cuantificar a términos económicos, el retorno del impacto.
El objetivo de este estudio era triple: por un lado, dar visibilidad social y comunicar. por otro, sentar las bases para una futura monitorización y, por último, formar.
Según la fusión de dos estudios, la inversión de 197 millones en la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana genera un impacto social de alrededor de 1.505 millones de euros, generando un retorno a la sociedad casi ocho veces mayor a la inversión realizada. Los resultados desprenden que por cada euro invertido en las actividades de los institutos tecnológicos de Redit, se obtiene un retorno social de 7,64 euros.
Asimismo, también recogen que el impacto de las acciones llevadas a cabo por los institutos tecnológicos ha doblado el valor de la inversión realizada en cuanto a acciones para los trabajadores, ya que con una inversión de 22 millones se ha conseguido un impacto de 44,6 millones.
Para Fernando Saludes, presidente de Redit, "se ha dado el salto ya a medir el impacto, teniendo en cuenta las connotaciones sociales. Podemos afirmar que es un tema totalmente pionero y que esperemos que pueda marcar el camino a nivel nacional y europeo y, como mínimo, situarnos a la vanguardia y marcar el modelo de cómo hacemos las cosas en la Comunitat Valenciana".
Asimismo, Jordi Juan, secretario autonómico de Innovación y Transformación Digital aseguró, sobre los resultados de los informes que "cuando empecé a recibir los datos me dio mucha alegría, porque los resultados son buenos. Los Institutos Tecnológicos de la Comunitat son buenos y, para nosotros sois un aliado fundamental. Eso también nos indica que lo que estamos haciendo está bien hecho y nos anima a seguir trabajando y nos da la garantía de que las políticas públicas que desarrollamos, efectivamente, tienen un impacto en nuestros vecinos". Para Juan, este tipo de estudios es tendencia en Europa y debe serlo más en el país e introducir este tipo de criterios en la contratación pública.
Según Gonzalo Belenguer, director general de Redit, "se habla de transparencia y responsabilidad. Esta medición supone una iniciativa doblemente pionera y un avance mucho más importante de lo que pensamos. Atrevernos a soñar en la colaboración público- privada para tomar medidas desde el punto del que nos encontramos es excelente. Es un ejercicio que demuestra a la sociedad que querer es poder y que este es el camino para impactar en la sociedad".
También, Sonia Tirado, directora general de Innovación apuntó que estos estudios empezaron a gestarse tras la DANA que afectó, sobre todo a la Vega Baja, en 2019. "El tiempo y los resultados nos han dado la razón. Cuando tienes una idea y la visualizas como algo que ha de darse, si encuentras en el camino compañeros de viaje que ayudan, todo acaba saliendo. Y hoy en el discurso general ya está la innovación responsable. Ha de ser la puerta por la que han de entrar todos. Llevará tiempo, pero ya tenemos resultados excelentes en institutos, algo que ya intuíamos" y que ahora confirman según los resultados de los estudios.
En este sentido, aportó que los presentes datos serán "una semilla que irá creciendo y se extenderá. Tenemos una responsabilidad compartida. Administración y el resto de actores que tomamos decisiones debemos de retornarle multiplicado el esfuerzo que hace la sociedad para conseguirlo".