VALÈNCIA (EFE/Belén Delgado). El mercado del aceite de oliva sigue atento a las bajas reservas en España, sin preocuparse demasiado por las de Italia, que vive una grave situación de sequía, a la espera de la llegada de la nueva cosecha a final de año.
Los últimos datos oficiales de la campaña de 2023-2024 reflejan que las existencias acumuladas en España, a fecha de 30 de junio, rondaban las 415.000 toneladas, de las que 251.200 se encontraban en las almazaras y 162.400, entre envasadores y operadores.
"El bajo 'stock' en España impacta como viene sucediendo toda la campaña. El aceite que hay está muy ajustado y la situación no va a variar hasta final de diciembre, cuando habrá realmente" en el país, afirma a Efeagro el director de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador de Aceites de Oliva y Aceites de Orujo (Asoliva), Rafael Pico.
Entones, la llegada al mercado de la nueva cosecha española sí tendrá efecto "en todos los sentidos", ya sea en el mercado interior como en el exterior y en los precios en origen, asegura Pico.
El director de Asoliva recuerda que el mercado internacional está condicionado por la producción española, la mayor del mundo, mientras que la de Italia "no cuenta", ya que es un país con existencias "siempre bajas" y "el aceite que necesita lo compra a España, Grecia y Túnez".
Según el Gobierno italiano, las existencias en ese país a 30 de junio sumaban 179.416 toneladas de aceite de oliva, un 12 % menos que en mayo pasado y un 23 % menos que en el mismo periodo de 2023.
De esa cantidad, un 73 % era aceite de oliva virgen extra, el 63,4 % de origen italiano y el 27,1 % de otros países de la Unión Europea.
La sequía ha hecho mella en la producción de aceite de oliva en los últimos años entre los productores mediterráneos y, en el sur de Italia, recientemente se han disparado las alarmas por la falta de agua y el calor, lo que está mermando las producciones agrícolas, incluida la del olivar.
En España, las lluvias de invierno y la ausencia de calor extremo en primavera hacen previsible un aumento de la producción de aceite de oliva en la campaña 2024-2025 y un descenso progresivo de los precios.
Hasta ahora, la escasez de producto ha llevado a la industria a seguir comprando "a la semana e incluso al día", una estrategia que puede cambiar "si las envasadoras quieren garantizar el abastecimiento a sus clientes hasta que lleguen los nuevos aceites", según el responsable sectorial de aceite de oliva de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego.
Las cooperativas advierten de que la escasez de aceite también la sufren otros países productores como Italia, donde la posible caída de las existencias a 110.000 toneladas al inicio de la nueva campaña puede suponer "un nuevo reajuste de las previsiones en Europa y una marca histórica".
Según los últimos datos de la Comisión Europea, las existencias de aceite de oliva en la Unión Europea (UE) bajarán a 360.000 toneladas al final de la campaña 2023-2024, un 12 % menos que en la anterior, y la producción crecerá un 8 %, hasta las 1.510 toneladas.
Se estima que la producción de la campaña actual se incrementará el 28 % en España, el 36 % en Italia y el 25 % en Portugal, frente al descenso del 55 % en Grecia; mientras que fuera de la UE destacan el aumento previsto del 11 % en Túnez y la caída del 45 % en Turquía.