Foto: COMPROMÍSVALÈNCIA. La ejecutiva de Compromís configuró este martes la comisión negociadora encargada de pactar con la plataforma Sumar la forma en la que acudirán a las urnas el próximo 23 de julio. Un paso dirigido a engrasar la maquinaria electoral ante el adelanto de las elecciones generales anunciadas por Pedro Sánchez por los resultados de las autonómicas y municipales del pasado domingo 28 de mayo.Los contactos, sin embargo, llevan produciéndose desde mucho antes.
Paralelamente, mientras definen cómo se configurará la coalición -tienen hasta el 9 de junio para llegar a un acuerdo-, los valencianistas también se debaten sobre quién se encargará de liderar el proyecto de la Comunitat. O dicho en la jerga que acostumbran a utilizar: más allá de la defensa que hacen sobre la importancia del 'qué' y el 'cómo', a la interna preocupa 'quién'.
En particular, en Més, el partido mayoritario de Compromís, que sería el encargado a priori de designar al cabeza de lista por la circunscripción de Valencia. La candidatura, que en su momento lideró Joan Baldoví, es la que única que tiene el escaño prácticamente asegurado en el Congreso de los Diputados. Y precisamente por esto ya han comenzado a surgirle pretendientes.
Este mismo martes, desde el entorno del concejal de Cultura Festiva en funciones de València, Pere Fuset, aseguraban que este se postulaba como candidato para liderar Sumar por la provincia de Valencia. Defendían su figura y el grado de conocimiento que este tenía entre el electorado "más allá de la ciudad" por su vinculación con el mundo de las Fallas.
Huelga recordar que, después de que la Fiscalía pidiera archivar la causa contra Fuset por el accidente de Viveros y absolviera al edil, fuentes de Compromís en València ciudad defendían que el partido tenía, en cierto modo, una deuda pendiente con él y debían "reparar" la situación que había vivido el concejal durante cuatro años en los que se le apartó de primera línea política. Por lo que liderar la candidatura por la circunscripción de Valencia podría ser la reparación que no llegaron a concretar en su día.
Ahora bien, desde hace ya semanas en Més también suena con fuerza otro nombre: el del exconseller de Educación, Vicent Marzà. Voces autorizadas del partido abogan por que debe ser él quien ponga rumbo a Madrid para defender los intereses de la Comunitat Valenciana en el Congreso de los Diputados como en su momento hizo Baldoví. Y subrayan el trabajo realizado por el diputado autonómico durante dos legislaturas, primero desde la Conselleria y después desde Les Corts.
El dilema está servido, pues ambos pertenecen a la misma formación y son prácticamente de la misma generación. Un escenario de división por el que el partido se plantea ahora recurrir a las primarias. Fuentes de la formación recuerdan a este diario que los estatutos de Més así lo marcan: que para un proceso de este tipo los aspirantes deben enfrentarse a este tipo de sufragios.
Una advertencia que sin embargo miembros del partido interpretan como un amago del entorno del edil para frenar las pretensiones del exconseller con el pretexto de no 'abrir en canal' al partido a las puertas de unas elecciones. O dicho de otro modo: que solo haya un candidato. Desde un sector de Iniciativa, por su parte, leían este proceso de primarias exprés (pues apenas habrá tiempo para articularlo) en otros términos: dejar la decisión en manos de la militancia para no tomar partido desde la dirección de Més sobre los liderazgos que conviene promover. "Hay falta de valentía", sintetizan las citadas fuentes.
La explicación oficial al proceso de primarias, no obstante, es otro: el partido busca "evitar dedazos" en las listas. En cualquier caso, los plazos para armar un sufragio de este tipo son ajustados. Y será una decisión que el partido deberá adoptar más pronto que tarde porque el calendario no deja apenas margen para ello. Si el 9 de junio deben presentarse las coaliciones electorales, apenas 10 días después, el 19 de junio, será la fecha límite para presentar las candidaturas al Congreso y al Senado para que la semana siguiente sean publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Respecto al 'cómo', el equipo negociador de Sumar y Compromís ya han cerrado algunos de los flecos que deberá tener el acuerdo para acudir de la mano a las urnas. La primera, que el programa electoral incluirá cuestiones prioritarias de la agenda valenciana: el compromiso con reformar el sistema de financiación autonómico, reclamar al Gobierno central la gestión de Cercanías y los fondos pertinentes para ello o Corredor Mediterráneo, entre otras.
La segunda, que las negociaciones sean bilaterales, y no con multitud de partidos, pues entienden que debe ser la plataforma la que negocie por su cuenta con otras fuerzas de matriz estatal como Podemos o Izquierda Unida. Dos premisas a las que les han dado el visto bueno.
La intención de Compromís, además, es que su marca aparezca de una manera u otra en la papeleta para las generales del 23J, como ya avanzó este diario. "Queremos que sea un Compromís Sumar, Sumar Compromís, o Movimiento Sumar Compromís, pero estar", explican fuentes de la coalición a Valencia Plaza. Esto es, que pueda replicarse la fórmula escogida para las elecciones estatales de 2019, cuando la coalición de Más País y Compromís acudieron a las urnas como Més Compromís para las tres circunscripciones de la Comunitat Valenciana. Una petición que deberán definir en las próximas horas y que en Madrid estudian cómo encajar.
