Mi móvil ha muerto por bloqueo

Llegan las vacaciones y vemos y escuchamos con cierta desidia y distancia –pensando que no va con nosotros– los clásicos consejos sobre la revisión y mantenimiento de nuestros coches, los apuntes sobre la seguridad en la residencia habitual y un largo etcétera de ideas prácticas, pero nunca esperamos que llegue ese día en que nuestro inseparable teléfono (no me negarán que suelen tenerlo cerca hasta cuando duermen) decida pasar a mejor vida. 

A servidor le ha tocado en pleno inicio del mes de agosto, con el personal inundando las redes sociales de fotos de playas, paellas, piscinas y divertimentos varios propios de la temporada estival, quizá mi pobre celular –me encanta esta forma de denominarlo– no quería que siguiera martirizándome con esas estampas veraniegas de dudoso gusto estético o quizá se saturó al “sentir” que en mis lecturas aparecía demasiadas veces la palabra BLOQUEO: político, institucional, entre partidos, entre candidatos. En definitiva tozudez, cabezonería, terquedad, casi me atrevería a decir que maldad.

La situación empieza a ser insostenible y no porque haya que aprobar el famoso ‘techo de gasto’ ni porque se necesite un gobierno, que la experiencia diaria demuestra que sí pero no, no es para tanto, la vida sigue igual –cuánta razón el gran Julio Iglesias que vuelve a hacerse viral con sus vídeos–. Sino porque los líderes políticos están demostrando una falta de talento, talante y cultura democrática verdaderamente preocupante. El recurso constante a que ellos representan a sus electores y sólo y exclusivamente a sus electores es, además de ridículo, falaz. Al tomar posesión como diputados de las Cortes Generales representan al conjunto del pueblo español, a todos y cada uno de nosotros, votemos a quien votemos e incluso a los que deciden abstenerse.

Sobre esta situación que puede acabar en una tercera convocatoria electoral en un año, escribía hace unos días la abogado del Estado, Elisa de la Nuez:  “El problema básicamente se podría reducir a uno: la total irresponsabilidad de sus líderes por las decisiones que toman.” También considera que a nuestra democracia parlamentaria le falta flexibilidad y capacidad de adaptación, pues probablemente sólo con cambiar al candidato del partido más votado, se lograría la tan deseable y necesaria investidura. Sobre esta propuesta y viendo la actitud arrogante de Pedro Sánchez, permítanme que la ponga en duda, porque aunque el candidato popular fuera otro, el ¿líder? de los socialistas podría tirar del clásico “es el representante de un partido corrupto”; como todos sabemos el PSOE ni ha tenido ni tiene casos de corrupción, ejem ejem.

Mientras la inmensa mayoría de la población está empezando o acabando unos días de vacación, pendiente de viajes y desplazamientos familiares y con la preocupación  de mantener o encontrar un trabajo dignamente remunerado, los representantes de la población por segunda vez elegidos no consiguen ponerse de acuerdo. Como bien escribió Rafael Torres, “lo difícil no es formar gobierno sino “vivir cada día, y no digamos siendo pobre”, para desgracia nuestra algunos de los políticos que deberían solventar esta situación parecen “lo más torpe y haragán de cada casa”.

Hay que reconocer que tras el 26-J Mariano Rajoy y el Partido Popular salieron reforzados por el aumento del número de votos y en consecuencia de escaños, pero además están manteniendo una actitud pro-activa para llegar a acuerdos pensando no sólo en la investidura sino en la legislatura, pese a ello el PSOE se mantiene firme en su posición anti-PP. El documento que han presentado los populares pone de manifiesto la nada triste ni cruel realidad, sino más bien, real y esperanzadora situación: PP, PSOE y C’s están de acuerdo en muchísimos aspectos, me atrevería a decirles que demasiados –pero esto daría para un análisis más detallado sobre la fusión y desaparición de las ideologías– en un gran número de asuntos de Estado, los tres partidos que representan a la mayoría de españoles coinciden o pueden entenderse más de lo que intentan hacernos creer. Si nos obligan a volver a las urnas por Navidad, el castigo para quien está bloqueando esta situación debería ser contundente.

Comienzan los Juegos Paralímpicos

Quiero aprovechar este Tintero en el inicio de las Olimpiadas de Río de Janeiro para enviar mi ánimo y apoyo, además de mi orgullo como valenciano y español por los magníficos representantes que tenemos en los Juegos Paralímpicos en nombre de nuestra Comunitat, encabezados por Ricardo Ten y David Casinos. Todos ellos son ejemplos de esfuerzo, superación y valentía. Tanto su labor como la de sus patrocinadores debe hacernos reflexionar sobre el tipo de valores que queremos que reinen en nuestra sociedad, ellos nos enseñan a apreciar lo realmente importante. ¡Suerte campeones!