El film, que ha recibido tanto ayuda del IVC como de À Punt, plantea de una manera cómica, un conflicto familiar originado en un local de intercambio de parejas
VALÈNCIA. Previsiblemente, el viernes será el último día de rodaje de Swing: la vida de un secreto, el primer largometraje dirigido por Miguel Ángel Font Bisier bajo el paragua de la productora When The Lights Are Low y el apoyo de À Punt y el IVC. El film, que se ha rodado en 15 jornadas, es una comedia con toques de drama familiar y misterio, según ha afirmado a este diario su realizador. En él, Judith, una joven incomprensiblemente insatisfecha con su vida actual, decide ir con su novio a un club de intercambio de parejas. Esta aventura acaba con una coincidencia familiar que abrirá un enredo que irá desvelando los secretos mejor guardados por sus más allegados.
La historia llevaba escrita desde hacía 10 años, y ha sido Nuria Cidoncha -a través de su productora- la que decidió consolidar la idea y llevarla a cabo. Tras más de dos semanas en las que "la suerte ha acompañado" al equipo de rodaje, ahora será el turno de empezar la postproducción. Las cámaras han rodado -principalmente- en un chalet de la urbanización Santa Bárbara y en un club real de swingers de València: "hemos tenido que cambiar un poco el guion porque los espacios eran más grandes de lo que habíamos concebido, pero el resultado final hará que valga la pena", confiesa el realizador.
El reparto está formado por nombres como Paula Braguinsky (Dinamarca, Antes de morir piensa en mí, El sueño de las lagartijas), Jaime Pujol (El comisario, Continuidad de los parques), Cristina Perales (Viva la vida, De espaldas al mar, El comisario), Paco Luna (El Gran Engaño de Peter Leone, Segunda Oportunidad, Allí Abajo) o Jorge Motos (Más de 100 mentiras, Si fueras tú).
Además, tanto en el elenco como en el equipo, Font Bisier ha aplicado una metodología de cine inclusivo para hacer partícipes de manera horizontal a personas con diversidad funcional, ya sea por cuestiones físicas o psíquicas. Este método ha aplicado cambias desde el propio guion (introduciendo de manera natural personajes que padecen algunas de estas enfermedades) hasta el que será el resultado final, pasando por la producción misma del film para crear por primera vez una film que iguale la experiencia sin importar la diversidad funcional.
Este salto al largometraje de Miguel Ángel Font Bisier nace, como poco, con la ayuda suficiente para adoptar procesos exponencialmente más cuidados que en el mundo del cortometraje, que es donde ha militado durante su carrera: "el hecho de este apoyo, y de que además sea dinero público, hace que sea más cuidadoso y me sienta más responsable del resultado final", comenta el realizador. Habrá que esperar hasta 2020 para saber si su ópera prima da alguna buena sorpresa. Por ahora, incluso puede que acaben de rodar antes de lo previsto.