Hoy es 7 de octubre
VALÈNCIA (EFE/Loli Benlloch). El síndic del PP en Les Corts, Miguel Barrachina (Segorbe, 1969), desvela en una entrevista con EFE que uno de sus pasatiempos es jugar en familia a las cartas, en concreto al guiñote, aunque no se le da muy bien; que es feliz en el campo, y que no puede dormirse si no lee.
-Sus vacaciones ideales de verano son ...
Estar en el campo, dedicarme a los árboles. Mi madre tiene en su pueblo unas tierras de secano que trabajamos cuando podemos.
-Un atardecer que no hay que perderse en la provincia de Castellón.
Los de Segorbe, que son muy bonitos. Los veo casi todos los días.
-La banda sonora que le acompaña en sus trayectos de Segorbe hasta València.
Galván Real, una especie de fusión de flamenco y bachata que escucha mi hija cuando la llevo al colegio. Al principio no me gustaba, me parecía muy moderna, y ahora es la que escucho siempre que me puedo poner Spotify y estoy a mi aire.
-Dígame escritores que le hayan acompañado en su vida y el libro que le espera en la mesilla de noche.
Ha habido muchos. En la época de Bachiller lo que más leí fue a Noah Gordon, que me gustó mucho, y de Vargas Llosa hubo una época en que leí creo que todos sus libros. Pérez Reverte también me gusta mucho. Ahora mismo me espera Joe Abercrombie, un autor de fantasía. Suelo leer cosas para evadirme. Y solo me duermo si leo, si no, me cuesta mucho.
-¿Tener a ratos el móvil en un cajón es una utopía?
Para mí es una utopía, estoy conectado las 24 horas. Tengo un presidente muy trabajador, Carlos Mazón, y a cualquier hora puede escribir. De hecho lo hace, y me parece bien, porque para eso estamos.
-¿La familia que juega las cartas unida permanece unida?
Eso me gustaría creer. Es uno de los pasatiempos familiares y por lo menos se lo he transmitido a mi hijo, como mi madre nos lo transmitió a los hermanos. Jugamos cuando el tiempo me deja, que es pocas veces, pero nos lo pasamos bien.
-¿A qué juegan?
Al guiñote. En la zona de donde es mi madre, que es de Teruel, y en Segorbe, de donde soy yo, el guiñote es el deporte olímpico, es decir, se juega a eso y a casi nada más. Juego desde pequeño, esto se aprende a la vez que a caminar. Recuerdo que mi abuelo, que era pastor de ovejas, cuando estábamos malitos venía y jugábamos todo el tiempo que podía.
-¿Y se le da bien el guiñote?
No, creo que no muy bien, tengo más afición que calidad. Pero bueno, también soy corredor y no gano ya ninguna carrera hace muchos años. Lo importante es participar: si solo participasen los que ganan, el mundo sería muy aburrido.
-¿Considera que la vida le ha dado buenas cartas?
Sí, he tenido mucha suerte. Con todo: con mi mujer, con mis hijos, con mis padres ... He tenido mucha fortuna y la sigo teniendo.
-Una película que podría ver muchas veces.
Soy de verlas solo una vez, pero que haya visto con mis hijos y más les han gustado son 'Alatriste' y, aunque no es recomendable para niños, 'Malditos bastardos'. Mi mujer es más de películas con más contenido.
-Un personaje histórico que le hubiera gustado conocer.
Es posible que El Cid Campeador, que fue el primer rey cristiano de Valencia y pasó por Segorbe. O Jaime I, que dos siglos después hizo el mismo recorrido que El Cid. Cualquier personaje épico de los que hicieron historia en nuestra Comunidad y en España.
-¿Qué es eso de que de mayor será agricultor?
Cuando me jubile, cuando deje esto, me gustaría dedicarme al campo. Es lo que me hace feliz, es donde desconecto. Donde más desconecto es o corriendo, pero cada vez hago menos kilómetros por las lesiones, o en el campo. Me hace muy feliz estar rodeado de árboles.
-¿El deporte forma parte de su día a día?
Sí, he sido corredor de maratón, hice tres veces el de Castellón. Ahora, con 54 años, hago menos, pero suelo correr unos 40 kilómetros semanales. Salgo entre tres y cinco días, y en vacaciones a veces corro a diario.
-¿Algún otro deporte?
Sí, deportes me gustan todos. También jugar al frontenis: en mi tierna infancia fuimos campeones provinciales en el colegio.
-¿Cuál es el plato que más le gusta de la cocina segorbina?
El típico es la olla segorbina, pero eso solo se puede hacer si no trabajas por la tarde: es una comida muy deliciosa pero muy de agricultor, muy energética. La olla me gusta, aunque soy comedor de pizza y de pasta.
-¿Y sabría cocinar la olla segorbina?
Puff, no, yo la cocina la tengo delegada. Mi hijo, mi hija y mi mujer cocinan. Yo soy de bocadillo de jamón. En casa preparo los desayunos y recojo los platos, pero no soy nada de cocinar. Me gustaría contarlo al revés.
-¿Es Segorbe su paraíso en la tierra?
Mi paraíso es mi familia, y como vivimos en Segorbe todos siempre, pues sí. He vivido en Madrid, Valencia y Castellón, pero donde nacimos, Segorbe, es el sitio que nos gusta. Y no pensamos movernos de allí, estamos muy felices rodeados de la familia.
Vivimos justo en el mismo sitio donde mi abuelo tuvo su último corral de ovejas y donde los abuelos de mi mujer tenían la alfarería. Hemos estado ahí durante generaciones bien y no encontramos ningún motivo para irnos a otro sitio.