VALENCIA. La marcha de Unidos Podemos del Congreso en el momento en el que se guardaba un minuto de silencio por la muerte de Rita Barberá abría un profundo debate e intercambio de opiniones la mañana de este miércoles entre las diferentes figuras políticas de la Comunitat Valenciana, Madrid y periodistas que desaprobaban tal reacción a través de sus perfiles en las redes sociales. La oportunidad del momento o no de enarbolar una protesta política por la imputación en el caso Taula de la que fuera alcaldesa de Valencia durante 24 años dividía incluso a los miembros de la formación morada que lidera Antonio Montiel.
Al inicio de la primera sesión de control del Gobierno en esta nueva legislatura –que comenzaba con quince minutos de retraso– la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, trasladaba el pésame a la familia y allegados de la exsenadora y solicitaba a los diputados guardar un minuto de silencio en su memoria. Sin embargo, la decisión de Unidos Podemos pillaba por sorpresa a los allí presentes. El secretario general de la formación morada, Pablo Iglesias, y el portavoz parlamentario, Iñigo Errejón, justificaban que su grupo fuese a ausentarse por entender que la figura de Barberá no merecía "homenajes políticos" por haber tenido una "trayectoria marcada por la corrupción".
Una reacción respaldada en la Comunitat Valenciana por diputadas podemitas en Les Corts como Cristina Cabedo, que antes de que diera comienzo la comisión para la reforma del Estatut de Autonomía en una de las salas del parlamento valenciano, repetía el proceder de los morados en Madrid saliéndose del acto y rechazando realizar declaraciones a los medios de comunicación. Sin embargo, no fue la única que avaló este comportamiento.
Mientras en el Ayuntamiento de Valencia se decretaban tres días de luto y se trasladaba a los familiares las condolencias poniendo a su disposición las dependencias municipales para instalar un libro de firmas o una capilla ardiente por primera vez en el consistorio de la ciudad –algo que finalmente los familiares rechazaron–, el concejal de València en Comú (grupo municipal que integra a Podemos) Roberto Jaramillo decidía no interrumpir su agenda y se ausentaba de un pleno extraordinario improvisado con minuto de silencio incluido antes de su inicio. Un gesto que no quiso entrar a valorar el portavoz de su grupo en el Cap i Casal, Jordi Peris. Tampoco estuvo presente su homóloga María Oliver, pero en este caso, por hallarse de camino a la capital.
No obstante, si bien unos rechazaban tal "homenaje", otros sectores del partido en la Comunitat se alejaban de la postura adoptada en Madrid, como el del síndico parlamentario de Podemos en Les Corts, quien además de permanecer en el minuto de silencio del que se había ausentado Cabedo, también acudía a las 12 del mediodía a la puerta del parlamento valenciano junto a los diputados de otros grupos y mostraba su disconformidad, aunque suavizando los reproches a la cúpula del partido.
Así, matizaba que lo que tocaba era "anteponer el aspecto humano" y al día siguiente –jueves– continuar "con la crítica política". Sin embargo, apuntaba que en esos momentos correspondía "un mínimo recuerdo a esta persona, alcaldesa de esta ciudad y una de las primeras diputadas mujer de esta cámara".
Por su parte, los miembros de Podemos en el Senado -institución de la que ella formaba parte en esta última etapa política- sí guardaron silencio mientras permanecían en sus escaños. Un hecho al que también hacía referencia Montiel -sólo acompañado por el miembro de Podemos en la Mesa de Les Corts, Marc Pallarés- para amortiguar las críticas que habían ido surgiendo por la iniciativa de su partido a nivel estatal.
Sin embargo, a pesar de las grandes ausencias en este acto espontáneo -que a algunos diputados cogió fuera de Valencia- y convocado por el president de Les Corts, Enric Morera, otros miembros de la formación morada en el parlamento valenciano como Fabiola Meco secundaron la participación de Montiel en este minuto de silencio al entender que éste no significaba homenajear a la exsenadora, sino que la jornada de ayer era "para el silencio y respeto por sus familiares", si bien también manifestó que de este duelo no debía interpretarse que la formación compartiese "la trayectoria de Rita Barberá", algo que también había trasladado el líder de los podemitas en la Comunitat.
Una vez más se demuestra que para los integrantes de Podemos no todo es blanco o negro. Así, el 23 de noviembre no quedará marcado en el calendario únicamente por el fallecimiento de 'la alcaldesa de España' -como muchos la apellidaron-, también por una división en el partido que más allá de posturas personales, tiene una traslación en el debate sobre mayor o menor moderación. No en vano, los gestos forman parte de la política y Podemos aún tiene que definirse en estos aspectos.