VALENCIA. Abengoa vivió ayer una de sus mejores sesiones en bolsa de las últimas semanas. Los títulos B de la firma sevillana lideraron las subidas en el Mercado Continuo con un repunte del 14,63%, hasta los 0,579 euros; mientras las acciones clase A de la compañía -con menos derechos de votos- también registraron una fuerte revalorización del 9,55% hasta los 0,149 euros.
Todo ello horas después de la destitución en la noche anterior de su hasta entonces presidente, José Domínguez Abascal, con el objetivo de facilitar un acuerdo de reestructuración con los acreedores financieros.
Sin embargo, minutos después del cierre la agencia de calificación crediticia Moody's enfriaba -y mucho- los ánimos al rebajar el rating desde 'Caa3', la nota más baja dentro del grado de especulación, a 'Ca' -alto riesgo, en situación cercana a la insolvencia- el rating de Abengoa, al considerar "muy probable" que la empresa se declare en concurso de acreedores.
La agencia de calificación crediticia, que adoptó esta decisión tras analizar el plan de viabilidad de la compañía, advierte de que las opciones de superar la fase de preconcurso de acreedores se reducen a medida que se acerca la fecha establecida para el final del periodo de negociación (final de mes).
Mientras participa en estas negociaciones, Abengoa ya ha anunciado varios impagos tanto del principal como de los intereses de diversas emisiones, y es "muy probable" que se produzcan nuevos 'defaults'.
La compañía, cuyo plan de viabilidad sitúa el valor de empresa de Abengoa en 5.400 millones de euros, declara una deuda bruta consolidada por valor de 9.400 millones de euros y una deuda bruta corporativa de 8.400 millones.
Sobre esta base, Moody's calcula que los acreedores apenas podrán recuperar entre el 35% y el 65% de su inversión, lo que supone un porcentaje muy cercano a los niveles de insolvencia. Por este motivo, la perspectiva sobre el rating es negativa.
"Si Abengoa no es capaz de acordar una reestructuración de la deuda con sus acreedores, es probable que entre en un proceso concursal formal, con menores opciones de que se pueda recuperar su valor", afirma la agencia.
En cuanto a la perspectiva negativa, la agencia indica que refleja la incertidumbre en torno a la etapa final de las negociaciones con los bancos y los bonistas, así como los altos riesgos de impagos de nuevas emisiones.
