VALÈNCIA (EFECOM). La morosidad de la banca española subió en febrero y llegó al 3,62 %, lo que sigue siendo la tasa más alta desde noviembre de 2022, debido a que se redujo el saldo total de créditos y, al mismo tiempo, crecieron los préstamos impagados.

Según los datos publicados este lunes por el Banco de España, los préstamos morosos subieron 144 millones de euros en el segundo mes de 2024, hasta los 42.248 millones, y la cartera crediticia mermó hasta 1,166 billones, frente a los 1,167 billones de cierre de enero.

En comparación con febrero de 2023, la morosidad del crédito ha pasado del 3,55 % de entonces al 3,62 % de ahora, sin embargo el saldo de préstamos dudosos se ha reducido en casi 350 millones.

Además del dato total del sector, el Banco de España publica cada mes la morosidad agregada de bancos, cajas y cooperativas (cajas rurales), por un lado, y, por otro, la de las financieras de consumo.

La morosidad de bancos, cajas y cooperativas pasó del 3,50 % de enero al 3,52 % de febrero, la mayor tasa desde noviembre de 2022, después de que el saldo de impagados creciera 169 millones, hasta los 39.247 millones.

En esta ocasión, el dato del 3,52 % de morosidad de febrero es peor que el 3,46 % del mismo mes de 2023, a pesar de que el saldo de impagados desde entonces ha caído 574 millones.

En el caso de las financieras de consumo, la ratio de morosidad también subió, pues pasó del 6,53 % de enero al 6,59 % de febrero.

Sin embargo, este aumento de la morosidad de las financieras de consumo se explica por la caída de la financiación en el mes, que fue del 1,65 %, hasta 42.742 millones, a pesar de que el saldo de morosos descendió en 24 millones, hasta 2.816 millones.

Comparado con un año antes, las financieras de consumo han visto cómo la morosidad de los préstamos concedidos ha pasado del 6,04 % de febrero de 2023 al 6,59 % del mismo mes de 2024.