Hoy es 4 de octubre
El proyecto de periodismo gráfico de la Unió de Periodistes Valencians ha tenido que evolucionar simplemente por una cuestión de supervivencia. Fragments d'un any nació como una exposición que recogía las mejores imágenes tomadas por fotoperiodistas que trabajan en los medios de comunicación en Valencia. Ahora es un proyecto cultural mucho más amplio compuesto por una exposición sobre periodismo gráfico, una beca de producción para un ensayo visual, diversas actividades dirigidas a profesionales y a la sociedad civil y una página web con contenido multimedia para difundir el trabajo de los fotoperiodistas locales. Por ello, sería oportuno valorar el proyecto cultural en su conjunto, y no solo la exposición, para poder comprobar el esfuerzo de la Unió de Periodistes en la defensa y la puesta en valor del periodismo gráfico.
La creación de un modelo atractivo para instituciones y patrocinadores ha sido posible gracias a la profesionalización del proyecto, el cual ha recibido el apoyo de patrocinadores tan importantes como DKV y Consum y producida por el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM) y la Diputación de Valencia. Los cuatro con gran trayectoria en gestión cultural han avalado el nuevo proyecto.
Fragments d’un any no ha desaparecido. La selección de las mejores imágenes del año pasa de estar expuestas en un museo con una duración determinada a formar parte de un contenido web con perfiles personalizados y entrevistas de cada fotógrafo participante. Los ciudadanos pueden seguir consultando y valorando el trabajo de los fotoperiodistas valencianos en el siguiente link: http://projectefragments.com/fragments-dun-any/
De este modo, dejamos el formato expositivo para la reflexión y el formato multimedia para la información. Siendo accesible para todo el mundo de forma indefinida y añadiendo contenido año tras año con el objetivo de poderlo valorar en su conjunto con el paso del tiempo.
Además, por primera vez en la historia de la Unió de Periodistes Valencians, se ha convocado una beca para producir un ensayo visual sobre la historia contemporánea de la Comunitat Valenciana. El proyecto ganador, El río invisible, de Paco Llop, que será expuesto en el proyecto de año que viene y pretende ser un homenaje al Turia, olvidado cuando el agua dejó de cruzar la ciudad.
Mitología del periodismo gráfico. Sin entrar a valorar la calidad de la exposición, entendemos que la mejor manera de dotar de un discurso critico a la muestra es profesionalizándola. No considero que los ejemplos que recoge la exposición sean aleatorios: el primer encargo para documentar gráficamente una guerra, el intento de golpe de estado del 23-F, los atentados del 11-S y la muerte de Aylan, entre otros, son claros ejemplos de hechos que han transcendido a la historia y forman parte de nuestra memoria colectiva, en gran medida gracias a estas fotografías.
Evidentemente hay muchos ejemplos y autores que se quedan en el cajón, pero no todos tienen cabida y con una exposición de más de cien fotografías no se nos puede acusar de ofrecer una visión sesgada. Además, como se puede comprobar en el discurso expositivo, no tiene mayor importancia la presencia de unos autores u otros, no se trata de poner el foco sobre los fotoperiodistas, que solo hacen su trabajo de la mejor manera que pueden, o no. Tampoco me atrevo a valorar la honestidad y compromiso de gente que no conozco viendo solo sus fotografías. El mensaje trata de que seamos escépticos, de ser críticos con las imágenes que recibimos, que detrás de cada imagen hay unos intereses, en unos casos meramente informativos y en otros, desde económicos hasta políticos. En definitiva, poner en duda una serie de creencias predominantes como que el periodismo gráfico es una actividad heroica, de estricto compromiso social, que cubre nuestra necesidad de saber, da voz a quien no la tiene y nos ofrece la verdad a través de la imagen.
Poner en el punto de mira ciertas tendencias fotoperiodísticas o editoriales no significa criminalizar el fotoperiodismo. Pero solo siendo críticos conseguiremos mejorar, o por lo menos no dejarnos vencer por la mediocridad. El periodismo debe ser crítico, incluso cuando hablemos de nosotros mismos. Si no es de este modo, tampoco sabremos serlo con los demás y no seremos merecedores de llamarnos fotoperiodistas.
Desde que se hizo la primera exposición Fragments en el año 2004 hasta la fecha, se han perdido cerca de 45 puestos de trabajo de fotoperiodista con contrato que no se han sustituido. Esto indica que la crisis del sector no entiende de proyectos culturales. No creo que ningún modelo expositivo ayude a mejorar el sector. La única manera de defender esta profesión es hacernos valer en nuestros medios de comunicación y ser piezas imprescindibles. Las exposiciones se acaban y vienen otras. Los puestos de trabajo mejor que no se acaben.
Para finalizar, reconozco que la inauguración fue una plantación de nabos. Desde la Unió de Periodistes haremos todo lo posible para que la próxima presidenta sea una mujer.
Biel Aliño es fotoperiodista y miembro de la dirección ejecutiva de la Unió de Periodistes Valencians