VALÈNCIA. La tecnología no es un mundo que las mujeres, generalmente, hayan elegido para estudiar y trabajar. La educación ha empujado a los hombres a carreras como la informática o la ingeniería mientras que a las mujeres, en muchas ocasiones, se les ha creado inseguridades sobre si realmente son capaces de dedicarse a estas profesiones. Ahora, asociaciones, universidades, administraciones y empresas luchan por romper estas barreras a través de acciones como el empoderamiento, las cuotas o la formación tecnológica como medidas a corto plazo para tumbar estas barreras.
Así se señaló en el desayuno sobre 'Mujeres y empleo en el mundo de las tecnologías' organizado este martes en el Hotel Valencia Palace y al que asistieron Mar Prieto, técnica de Emprendimiento de València Activa, Loles Real, vicerrectora de Innovación y Transferencia de la Universitat de València, Bianca Dragomir, directora general de Avaesen, Paloma Mas, startup relationship manager en Plug and Play Spain, MªCarmen Tortosa, directora de Comunicación de Lanzadera y Angels, Carmen Tarín, directora General IEM Business School y Ángela Pérez, CEO de Imegen.
También asistieron Elena Lluch, gerente de AVIA, Laura Olcina, directora de ITI, Henrika Masiulyte, customer success manager de Sales Layer, Celsa Monrós Barahona, education lead de EIT Climate KIC Spain, Angélica Bellver, CTO y fundadora de IDS, Patricia Pons, doctora en Informática ACM-W de la Universitat Politècnica de València, Alina Marín Taurá, responsable en el proyecto Azalea UPV y Ana Carrau, CEO de Upbeat Modus. "Hay un problema cultural de base, por lo que hay que ir a la educación de los niños", señalaba Mar Prieto, técnico de emprendimiento de València Activa. "El lenguaje es muy importante y también los referentes".
A pesar de que el objetivo era común para las participantes, no todas se han encontrado con los mismos problemas en sus respectivos terrenos. Algunas han notado diferencias en el ámbito laboral por ser mujer y otras no, por lo que evidentemente no es una situación universal, aunque más habitual de lo que debería. Sin embargo, si en algo están de acuerdo es que hay poca presencia femenina en estos ámbitos y la necesidad de terminar con esta situación.
"El 100% de mi plantilla son mujeres, aunque trabajamos en un sector dominado por hombres", destacaba Bianca Dragomir, directora general de Avaesen. "Nos viene un tsunami tecnológico encima y tenemos que ser partícipes en esto y vencer los estereotipos. Hay que intentar conectar el talento femenino con tech para que entiendan que pueden cambiar el mundo", recalcaba. "Somos la historia que nos contamos. Yo me veo a mí misma para que otras se vean también", insistía Dragomir, quien recuerda que entró con 27 años al cargo. " Hay que liderar con el ejemplo y nos tenemos que ver como el ejemplo".
Aunque la tendencia marca que más mujeres cursan estudios universitarios pero la presencia en carreras STEM se reduce, en la Universitat de València han conseguido darle la vuelta gracias a su implicación en captar talento en secundaria y retener a las mujeres para que se queden en estos estudios. "En ingeniería y carreras tecnológicas tenemos una tendencia opuesta a la media nacional. De las mujeres que estudian estos grados, hemos conseguido una mayor retención en estudios superiores como master y doctorados", aseguraba Loles Real, vicerrectora de Innovación y Transferencia de la UV. "El curso pasado, en Grado las mujeres representaban en ingeniería un 20%, en master un 34% y en doctorado un 36% aunque la representación en la empresa es mínima", lamentaba.
Sin embargo, Patricia Pons, doctora en Informática de ACM-W UPV, mostraba la otra cara. "Hemos llegado a un 33% de mujeres en carreras técnicas en los años 80 y de repente han ido bajando. Incluso se han notado picos cuando se ha cambiado el nombre de facultad de informática a escuela técnica o ingeniería informática", señalaba Pons. "Hay un estereotipo de base asociado en el que las niñas no ven referentes. He dado charlas en colegios y cuando les digo que vamos a programar un robot las niñas piensan que es muy difícil aunque luego lo hacen bien. A la niña se le educa en el no se te da bien y al niño en si te esfuerzas puedes", apuntaba.
MªCarmen Tortosa, directora de Comunicación de Lanzadera y Angels, reconocía que mujeres que han pasado por sus programas han comentado que se han sentido humilladas por sus compañeros en las empresas en las que han trabajado. "Una ingeniera agroalimentaria estaba enseñando a su sustituto y éste le decía: tú no entiendes niña", explicaba. "Se sienten fuera de lugar y de ahí el posible abandono de empresas tecnológicas", reconocía. No obstante, no todo son malas cifras. Y es que el número de mujeres CEO en sus programas es de un 20% y un 30% en el caso de las cofundadoras.
Celsa Monrós, education lead EIT de Climate KIC Spain, apuntaba a la falta flexibilidad como motivo de abandono de carreras tecnológicas. "Cuando te planteas tener una familia la carga mental es mayor, los horarios que tienes se alargan y ves como tu posibilidad de continuar creando tu carrera profesional se va acortando porque tienes que demostrar el doble, pero no tienes tiempo para dedicar más horas fuera de jornada laboral", señalaba. "Tú vas a recoger a los niños y tus compañeros se van de networking".
"Mi proyecto es marketing online. Las dos mujeres que lideran ese área estudiaron diplomatura en Turismo y ADE y ellas ahora optarían por informática. Sin embargo, lo que nos ocurre en nuestros estudios es que en nuestro programa en el que explicamos las bases generales del marketing online un 55% de los asistentes son mujeres. Sin embargo, pusimos en marcha un programa más técnico, con más matemática, SEO, analytics y solo continúan con la parte técnica el 33% de mujeres", lamentaba Carmen Tarín, directora General IEM Business School.
"Conozco casos de gente haciendo doctorados o trabajando en empresas tecnológicas y la tecnología avanza tan rápido que si me quedo embarazada he perdido muchas cuestiones. Por ese motivo, conozco casos de gente que se ha ido", señalaba Angélica Bellver, CTO y fundadora de IDS. Henrika Masiulyte, customer success manager de Sales Layer, lamentaba que en muchas ocasiones los padres dan a elegir a sus hijas entre programar o bailar. Masiulyte también criticaba que muchas cuestiones solo están concebidas para los hombres adultos. "Está demostrado que el cinturón de seguridad o los airbags hacen más daño en accidentes a las mujeres que a los hombres. Si los productos se concibieran con diversidad, con variedad de sexo y raza, sería posible diseñar para un público mucho más amplio", recalcaba.
Celsa Monrós, education lead EIT de Climate KIC Spain, recalcaba que actualmente los referentes que se tienen de televisión son El Hormiguero, Breaking Bad o Big Ban Theory, donde aquellos que se dedican a la ciencia son en su mayoría hombres. Sin embargo, las asistentes de voz son Siri o Alexa. "Cada uno es referente en sus papeles", lamentaba. También criticaba las prisas con las que se crearon las carreras tecnológicas. "No hemos cocreado esas carreras. Si hay mujeres participando desde el principio van a tener más prisma colaborativo y tendrán esos componentes que hace que nos atraiga a los dos", apuntaba.
Alina Marín, responsable en el proyecto Azalea UPV, dirige el proyecto técnico de la universidad con más chicas en el equipo y con más cargos de responsabilidad. "Si el proyecto es liderado por mujeres, no es casualidad que luego haya más mujeres", destacaba. "Yo fui de las personas que lideraron el equipo y muchas se unieron porque escucharon a otra mujer. Las mujeres nos sentimos con menos barreras entre nosotras y sobre todo cuando se trata de lanzarte a algo que habitualmente está liderado por hombres".
"La coordinadora de este proyecto, dedicado a edificaciones sostenibles, critica que aún se tengan que soportar comentarios ofensivos y machistas, sobretodo en los sectores más técnicos, ya que inconscientemente eso aparta a las mujeres de esas áreas. "Nos cuesta el doble destacar. A la hora de especializarse cuando eres una mujer te juzgan más que cuando eres un hombre y te hacen pensar que no estás a la altura", lamentaba. "Parece que solo pueden destacar las mejores de cada área, las que tienen más carácter, cuando un hombre no necesita tanto para ser visible."
En ese sentido, Paloma Mas, startup relationship manager en Plug and Play Spain, señalaba la importancia de entrar en la parte tecnológica entendiendo como se quiere hacer. Además, apuntaba a la importancia de que los padres inculquen en la educación que las mujeres pueden hacer las mismas cosas que los hombres. "No veo justo las cuotas, no creo que sea una cuestión equilibrada", señalaba. "La mujer ha de ser escogida por que es válida y deben entenderlo hombres y mujeres. Sin embargo, el fondo filosófico o moral me parece una buena medida, aunque sí una buena cuestión para romper las dinámicas", destacaba.
"Las cuotas temporalmente y para cambiar situaciones puede servir", señalaba Loles Real. "En las universidades ha habido un cambio importante gracias a las cuotas como los Tribunales de tesis. Ahora la mayoría son paritarios y en áreas donde no había mujeres", destacaba. Elena Lluch, gerente de AVIA, apuntaba a que en la junta directiva del ente hay una representación de dos mujeres entre los 11 miembros. "La proporción no es muy grande, pero teniendo en cuenta que de los 110 asociados que somos serán solo unas 8 o 9 gerentes, la representación en un órgano de gobierno es muy superior"; recalcaba.
"Estamos haciendo acciones para dar mucha más visibilidad a las mujeres en los puestos directivos. Tenemos que trabajar en la visibilidad de las mujeres en puestos de mando", señalaba. "Somos buenas consiguiendo objetivos y bastante cabezotas. El gran reto de la sociedad para que más mujeres sigan progresando es la conciliación y que las bajas paternales de los hombres se equiparen", apuntaba.
"A nivel educativo la falta de referentes es brutal·, insistía Ana Carrau, CEO de Upbeat Modus y co-organizadora de Women Techmakers Valencia y Chiquiemprendedores. "Si no lo puedes ver, no lo puedes ser". Carrau recordaba que los 6-7 años es la edad en la que los niños se hacen más conscientes de su rol en la sociedad y empiezan a autoexcluirse cuando afrontan retos tecnológicos. "A las mujeres nos mueven los fines y para nosotros la tecnología es vehicular", apuntaba. Además, recalcaba la importancia de la unión de las mujeres."La sororidad funciona. Si tenemos claro que vamos a por una cosa somos complementarias, amigas y solidarias. De ahí que funcionen tan bien iniciativas como la red de mentoras".
Laura Olcina, directora del ITI, insistía en la necesidad de no solo hablar sobre referentes, sino también de para qué se estudia con el fin de motivar a las mujeres. Por otro lado, también se mostraba a favor de las cuotas. "Las personas posicionadas pueden ver las cuotas como algo ofensivo pero también está dando un oportunidad, aunque plantearía cuotas que se puedan cumplir", recalcaba. Por otro lado, apuntaba a que los chicos también quieren quedarse con sus hijos, pero culturalmente se asocia a que la mujer.
Ángela Pérez, CEO de Imegen, insistía en que todo es una cuestión cultural y destacaba la flexibilidad que han adquirido en la compañía que dirige. "Se asignan tiempo y responsabilidad", aseguraba. Pérez insistía en la necesidad de trabajar este asunto con colegios y universidades. "Yo miro a mis competidores y no me planteo si son hombres o mujeres. Deberíamos superar lo de hablar de estereotipos", insistía. "Por otro lado, tampoco me gustan las cuotas, pero lo contrario es mucho peor. Esto nos ha dado la oportunidad de conocer a grandes mujeres", aseguraba.