MURCIA. Un año más el mundo ha vuelto la mirada al que sigue siendo el máximo exponente de la maldad y el horror llevado a cabo por el hombre, el mayor campo de exterminio nazi. Este lunes el mundo ha recordado, para no olvidarlo, que hace 80 años fue liberada esta fábrica de matar que se construyó en Auschwitz, con capacidad para quitar la vida a cinco mil personas diarias y donde en total se asesinaron a más de un millón de personas. Este lunes, curiosamente, también se ha conmemorado el Día Internacional del Conservador Restaurador, una de las labores que lleva a cabo el Archivo General de la Región de Murcia (AGRM), entre otras muchas relacionadas con la custodia, recuperación y documentación del pasado y de la historia de la Comunidad murciana. De hecho, uno de los proyectos más ambiciosos llevados a cabo por esta institución -con sede en la avenida de los Pinos de Murcia- ha sido la de rescatar del olvido a los murcianos deportados a campos de concentración alemanes.
Más allá de las cifras, y para no convertirlas solo en números, el AGRM ha querido compartir la historia de un murciano superviviente de Auschwitz. Se llamaba Francisco Salinas Pagán, ‘Francis’, y nació en la diputación mazarronera de La Majada el 7 de septiembre de 1901, hijo natural de María Salinas Pagán.
Cuenta el Archivo Regional que Francis -soltero, jornalero y con instrucción- emigró a Francia, residiendo en Reims hacia 1922. En la década de 1930 vivía en París, donde trabajaba como peluquero y profesor de peluquería. Más tarde se instaló en la localidad de La Baule (departamento de Loira Atlántico, en la región de Bretaña), donde continuó ejerciendo su oficio. Por entonces casó con Raymonde Jeffroy y tuvieron un hijo.
Torturado por la Gestapo
Al estallar la guerra mundial en septiembre de 1939 –continúa relatando el AGRM-, Francisco Salinas se enroló voluntario mientras durase la campaña, que concluyó con la invasión alemana y la disolución del ejército galo. Se nacionalizó francés en febrero de 1940. “Residente en la zona ocupada, Francis decidió unirse a la Resistencia en marzo de 1943, concretamente a la red ‘Cohors-Asturies’, que actuaba en esa zona y estaba integrada en la Fuerzas Francesas Combatientes (FCC), organización clandestina interior dependiente de la Francia Libre del general De Gaulle. Allí tuvo el indicativo RK 167, el nombre en clave ‘Salamon’ y alcanzó el grado de subteniente. Realizó labores de reclutamiento, información general y transporte de armas”, ha podido averiguar el AGRM.
Precisamente por entonces, Francis se convirtió en peluquero y perfumista de los oficiales alemanes de la comandancia de la cercana base de submarinos de Saint-Nazaire, recién instalada en La Baule, “lo que sin duda le valdría para obtener valiosa información para la Resistencia”. Sin embargo, el 13 de marzo de 1944 fue detenido en su domicilio e internado en la prisión de La Fayette, en la ciudad de Nantes, “donde fue interrogado y duramente torturado por la Gestapo, que no consiguió extraerle información relevante”.
El 4 de abril fue enviado al campo de tránsito de Compiègne, donde se le registró con el número 31.401. Se conocen con cierto detalle las visicisitudes de su detención y deportación gracias al relato de un joven amigo y compañero de fatigas, André Bessière, con el que coincidió en este centro de detención y que publicó en 1991 unas memorias tituladas L'engrenage, explica el Archivo
“Interrogado de nuevo por la BDS de París, se le clasificó como preso político francés y se le incluyó en la ‘Operación Meerschaum” (de envío masivo de presos para ser explotados laboralmente en Alemania). El 27 de abril de 1944 partió en un convoy de casi 1.700 presos con destino al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, donde llegó el día 30 y en el que recibió en la piel de su antebrazo izquierdo el número 186.376 (motivo por el que esta expedición sería conocida como el ‘convoy de los tatuados’)”.
“Fue el único murciano que estuvo en este terrible campo de exterminio. Por suerte para él y la mayor parte de sus compañeros de transporte apenas permanecieron allí dos semanas, pues el 14 de mayo fueron trasladados al campo de Buchenwald, en el que se le registró con el número 53.199”.
Un héroe en Francia
El Archivo General informa, igualmente, que “al poco se produjo un nuevo traslado y el 25 de mayo ingresó en el campo de Flossenbürg, con un nuevo número: el 10.227. Allí fue asignado al Kommando Flöha, dedicado a la fabricación de fuselajes de aviones de guerra, al que llegó el 2 de junio de 1944. Ingresado en la enfermería del campo, debido a una pleuresía, logró recuperarse y ejerció como peluquero de los SS”.
El 14 de abril de 1945, ante el avance de los aliados, el Kommando fue evacuado en una ‘marcha de la muerte’ hacia el campo de Flossenbürg, aunque a finales de mes cambió su itinerario para dirigirse al campo de Terezin (Theresienstadt en alemán), al norte de Praga (Checoslovaquia), en el que ingresó el 6 de mayo y donde sería liberado al ser tomado el campo por el ejército soviético dos días más tarde.
“El 23 de ese mes fue repatriado a Francia, con apenas 56 kg de peso. Pudo regresar junto a su familia en La Baule y retomar su oficio de peluquero, aunque con numerosas secuelas físicas: bronquitis crónica, astenia, coeficiente de masticación de los dientes inferior al 40%, problemas gástricos, insuficiencia coronaria y neuritis cervicobraquial”.
El gobierno francés reconoció sus servicios como deportado resistente con condecoraciones: cruz de guerra 1939-45 (con palmas), medalla de la Resistencia, cruz y medalla de combatiente voluntario de la Resistencia, medalla conmemorativa de servicios voluntarios en la Francia Libre, diploma de la Cruz de Honor de la Asociación Franco-Británica, medalla de combatiente voluntario de la Resistencia y medalla de combatiente. Todas estas recompensas culminaron con su nombramiento como caballero (por decreto de 2 de julio de 1959) y oficial (por decreto de 5 de diciembre de 1960) de la Legión de Honor: unas de las más altas distinciones de Francia.
Francis falleció en Saint-Nazaire el 29 de julio de 1966, a los 65 años víctima de un cáncer de pulmón. Por decisión del gobierno galo, de noviembre de 1967, se le reconoció como 'Mort pour la France'.
