VALÈNCIA. Hace varios años que Dollar Selmouni empezó a ver las recompensas que tiene dedicarse a la música. Los conciertos, el dinero, la visibilidad o hasta ser fichado para la película de Daniel Calparsoro, Hasta el cielo, protagonizada por Miguel Herrán, Carolina Yuste y Luis Tosar. Una trayectoria en la que los números, como los oyentes, no han dejado de crecer, algo que el músico mallorquín ha sabido valorar quizá más que muchos de sus compañeros de generación.
"Siempre lo digo, si gano dinero es gracias al público. Si me compro unas zapatillas es por cada visualización y si viajo igual. No tengo estudios. Todo lo que tengo es gracias a ellos", explicaba a los medios hace cuatro años. Dollar Selmouni quiere ser honesto con quién era, con quién es y con quién busca ser como músico. Alguien que nunca quiso cantar, pero que ahora que lo hace, no quiere quedarse atrás. "Vivo con el terror de que algún día una canción mía pegue en Tiktok y que cuando vaya a un festival, la gente solo se sepa esos 15 segundos", afirma a Culturplaza.
Un miedo comprensible en una industria que cambia rápido, pero poco probable en su caso. Con dos álbumes de estudio a sus espaldas (Los Niños en 2019 y Dollar Selmouni en 2021), el cantante urbano sigue construyendo su propio camino. Este sábado, a las 21:30 horas, actúa en la Sala Jerusalem de València tras haber colgado el cartel de 'sold out'. Sobre el escenario, mostrará esa mezcla de influencias que ha definido su música hasta ahora -una fusión de blues, raï, soul y hip hop- y que, como él mismo afirma, prefiere mantener lo más natural posible, sin hacer uso de ningún procesador de voz.
-Hay artistas que desde pequeños sueñan con pisar un escenario, pero en tu caso, la música llegó más tarde. ¿Cuándo empiezas a experimentar con ella?
-No lo recuerdo la verdad. Algunos chavales cuando son pequeños sueñan con ser astronautas, policías, bomberos... Yo me veía más cerca del kebab. Con 18 o 19 años me empezaron a gustar los corrillos y empecé a ver a gente rampeando en batallas de gallos. Ahí fue el salto. Siempre he escuchado música de todo tipo en mi casa, pero lo de centrarme en la música urbana ha sido algo más mío. También tenía compañeros que se dedicaban a esto. Creo que empecé por el junte.
-Defiendes mucho la pureza de tu voz. ¿Por qué es tan importante para ti mantener esa autenticidad?
-No menosprecio ninguna herramienta de música, pero a mi me gusta que una voz -sea masculina o femenina- suene pura. Y esto se está perdiendo mucho. Hace poco lo hablé con mi productor, Kvinz, que el oído humano ya no sabe ni qué es el fallo en la música. Por eso nos escandalizamos cuando alguien no hace bien un buen concierto. Pasó en La Velada. Y a veces no es la voz del artista el problema, sino otra cosa.
-¿Y en tus primeras canciones, te reconoces?
-Sí, en algunas puedo pensar que he estado rebelde, o en la edad de pavo, pero no menosprecio ninguna. De hecho, puedo aceptar un mensaje que dije cuando tenía 19 años, ahora que tengo 28. A mi yo de niño le díria, "vas bien".
-¿Cómo funciona tu proceso creativo?
-No escribo en casa ni en el monte. Escribo en el estudio que es donde se tiene que hacer, pienso yo. Y doy gracias a Dios, que mi equipo me aconseje y me pida que no cierre las canciones tan rápido, que le demos más vueltas, porque escuchamos mucha música basura. Yo también.
-¿Te sientes cómodo en esa libertad creativa o en algún momento has sentido presión para adaptarte a lo que marca la industria?
-Depende del momento. A veces un partido va 3-0 y uno debe remontar haciendo cosas que no le gustan. Hay que empatar para defender tu proyecto. Por eso soy tan versátil. Hay que hacer una o dos canciones con el sonido que se lleva para seguir sonando. No quiero que la gente me escuche a punto de pistola, pero si hay un sonido de moda, intento adentrarme en él.
-En una entrevista mencionaste que una cosa es hablar con el lenguaje de la calle y otra muy distinta es ser vulgar. ¿A qué te refieres?
-Yo intento ser un chico bien hablado. Hablar mal es muy fácil. Intento no menospreciar a nadie ni abusar del mal lenguaje.
-Y hablando de esa búsqueda de nuevos sonidos. ¿Hay algún estilo que te gustaría explorar en el futuro?
-No lo sé, igual un sonido así muy especial como la cumbia. Muy salero. Que se identifique rápido.
-Alguna vez has comentado que los artistas deberían ser más agradecidos con su público. ¿Crees que se olvidan muchas veces de quienes los escuchan?
-Sí. Yo también soy oyente y fan de muchos artistas y sí que considero que deberían ser más agradecidos. Más cuando se les quiere, respeta y admira. Hay que tener más consideración. Sobre todo al subir a un escenario, me parece que es importante dar las gracias. Ser más humanos. Tengo compañeros que me ha faltado que hicieran eso alguna vez. A mi se me reconoce mucho porque intento mirar a público. La verdad es que lo vivo muy fuerte, porque es lo que más le llena.
-¿Qué es lo que más les agradeces de estos años?
-Que me aguanten y que escuchen mi música.
-Gracias a las redes sociales, las canciones pueden viralizarse en segundos, pero también olvidarse igual de pronto. ¿Cómo se vive esto como artista?
-Vivo con ese medio. Con el terror de que algún día una canción mía pegue en Tiktok y que cuando vaya a un festival, la gente solo se sepa esos 15 segundos. Eso da pena. Si al artista le va bien, está bien. Pero es difícil que te respeten por esos 15 segundos. Lo veo mucho en vídeos, como cantantes hacen un concierto y la gente solo canta esa parte.

- Dollar Selmouni -
- ÁLEX RIVERA
-¿Es difícil que así un disco perdure?
-Así caduca pronto. Nos podemos dar cuenta como muchos de los que sonaban hace un par de temporadas ya no se les ha vuelto a escuchar.
-Llevas tiempo preparando nueva música, ¿significa eso que se viene un álbum?
-Estamos priorizando singles. Si el día de mañana sacamos nuevo trabajo será porque lo tenemos muy claro.
-Has trabajado con cantantes como Fernandocosta. Más allá del talento, ¿qué buscas en alguien para decidir compartir un tema?
-Que sea buena gente, sobre todo. Me he llevado chascos con algún artista, que he pensado maldita la hora que te conocí. También es importante que haya sacado al menos una canción para ver si me gusta lo que hace. Es muy fácil estar al tanto de lo que sale. Lo han puesto muy fácil las plataformas. Hoy en día puedes encontrar a tu artista favorito en un 'Novedades Viernes'.
-Madrid, Valencia, Barcelona, Bilbao....¿Al final es el directo lo que más se disfruta?
-Ahí es donde se defienden las batallas y se ganan partidos. Me gusta defender la música que hago. Intento que para el público que venga, lo que hago sea mejor o igual que lo que escuchan diariamente en unos cascos. He escuchado a otros artistas que lo hacen peor en directo. Que lo que cantan no se parece nada a aquel 'temazo'.
-Hay canciones que, por el contrario, suenan mejor en vivo que grabadas. ¿Es eso lo que quieres?
-Sí, exacto, eso intento yo. Dar siempre lo mejor.

- Dollar Selmouni -
- ÁLEX RIVERA