Música y ópera

Les Arts propone una rima libre con Ravel y Puccini

Una doble sesión inédita con ‘L’heure espagnole’ y ‘Gianni Schicchi’ abre las puertas del humor y la crítica social en la ópera valenciana

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VALÈNCIA. Les Arts se lanza esta semana a un juego de contrastes con dos óperas breves y afiladas: L’heure espagnole, de Maurice Ravel, y Gianni Schicchi, de Giacomo Puccini. Dos piezas nunca antes vistas en el teatro valenciano que dialogan desde el humor, pero también desde una mirada crítica a la institución familiar y al peso de las convenciones sociales. "El punto en común es mostrar los defectos de la sociedad y del ser humano", resumen los directores de escena Moshe Leiser y Patrice Caurier, responsables de una producción que esquiva el exceso caricaturesco para apostar por una comedia profundamente humana.

Ambas obras coinciden, además, con aniversarios señalados: el centenario de la muerte de Puccini y los 150 años del nacimiento de Ravel. Con esta doble efeméride como telón de fondo, Les Arts propone una velada que, como señala el director artístico Jesús Iglesias Noriega, "ofrece una nota de ligereza muy bienvenida tras las tragedias operísticas habituales".

El tándem Leiser y Caurier, con más de 140 montajes a sus espaldas, no deja lugar al azar. Para ellos, hacer comedia es "diez veces más difícil que una tragedia", explican. “Hay que dominar tempos, sincronizar a una docena de personajes en escena, y todo eso sin perder profundidad ni humanidad”. En ese sentido, su acercamiento a los dos títulos busca algo más que provocar la risa: "No queremos que el público vea una farsa. De hecho, les pedimos a los intérpretes que actúen como si no supieran que están en una comedia", confiesan.

En L’heure espagnole, la acción se sitúa en un taller de relojería donde la protagonista, Concepción, trata de escapar del tedio con una galería de pretendientes. Maurice Ravel y el escritor Franc-Nohain pusieron el foco en desmontar la institución del matrimonio, que en este caso supone un encierro impotente para el deseo sexual de la mujer. El montaje evita el realismo y opta por una estética que juega con los símbolos. El cuco estropeado es la impotencia del marido; el toro representa la virilidad; y todo está impregnado del espíritu impresionista francés.

Por su parte, Gianni Schicchi es una sátira despiadada sobre la hipocresía de una familia ante una herencia. “Es una familia muy católica, pero cuando el dinero tiene que ir al convento, la moral se evapora”, explican los directores de escena. La historia transcurre en un hospital, "porque hoy es allí donde se muere", y es precisamente esa situación límite la que da pie al humor negro de Puccini: "Lo terrible de la situación se convierte en cómico por el hiperrealismo con el que lo contamos".

El humor como partitura

Desde el podio, Michele Spotti refuerza esa dualidad cómica desde la orquesta. El joven director italiano, que ya dejó huella en Les Arts con Ernani, reconoce el desafío de abordar dos obras tan distintas. “En Ravel, el trabajo con el sonido es complejo: hay que acompañar a los solistas con líneas musicales llenas de ironía, buscar una comicidad casi orquestal”, explica. Y para ello, insiste en la necesidad de trabajar con artistas franceses: “Las sutilezas de la comedia francesa son difíciles de abordar si no se entienden desde dentro”. En cambio, en Puccini, “la limpieza de estilo es fundamental”, señala Spotti. “Hay que construir un sonido claro, transparente, que subraye el cinismo florentino del texto”.

Spotti no oculta su entusiasmo por volver a dirigir a la Orquestra de la Comunitat Valenciana: “Es una orquesta muy técnica, muy vigorosa. Me permite descubrir incluso sonidos nuevos, como si estuviéramos tocando Shostakóvich”.

Defenderán los títulos un reparto que reúne nombres consolidados y nuevos talentos. Ambrogio Maestri, uno de los barítonos más celebrados en el papel de Gianni Schicchi, regresa a València tras su aplaudido Falstaff. Le acompaña la valenciana Marina Monzó como Lauretta. En L’heure espagnole, debuta en Les Arts la mezzosoprano francosuiza Eve-Maud Hubeaux, en el papel de la sensual Concepción. Junto a ella, los tenores Iván Ayón Rivas y Mikeldi Atxalandabaso, y el bajo alicantino Manuel Fuentes completan un elenco versátil que alterna personajes en ambas óperas.

Dos joyas de relojería

Para Leiser y Caurier, estas dos óperas no solo dialogan entre sí, sino que funcionan como “obras maestras de relojería”. “No hay ni una nota de más ni de menos, ni nada gratuito. Todo está perfectamente calibrado”, aseguran. Y aunque Ravel y Puccini construyen desde lenguajes y culturas distintas —la sensualidad sutil y simbólica del francés frente a la inmediatez expresiva del italiano—, ambas piezas comparten una mirada lúcida sobre los resortes sociales que mueven a sus personajes.

“Desde el principio, Ravel nos invita a un mundo de fantasía con los relojes; Puccini, en cambio, entra bruscamente: es una declaración de intenciones. Pero al final, las dos son comedias, y las dos, profundamente humanas”.

L’heure espagnole y Gianni Schicchi se representan en Les Arts los días 25, 27 y 30 de abril, y 2 y 4 de mayo. El espectáculo se grabará para su difusión en OperaVision a partir del 13 de junio y se emitirá por Mezzo y Medici.tv el 9 de mayo.

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