VALÈNCIA. Hace tan solo unos días, el Ministerio de Cultura hacía pública la Encuesta de Hábitos Culturales que reflejaba varios récords en diferentes disciplinas. Es uno de los estudios que funcionan como radiografía del momento en el que se encuentra la industria cultural en unos años muy convulsos, determinados especialmente por la de del coronavirus, justo cuando algunos sectores terminaban de normalizar su situación tras la otra crisis, la económica del 2008.
Otra radiografía imprescindible es el Anuario SGAE, que cada año pulsa datos de espectadores y recaudación, entre otros, de cada disciplina en cada comunidad autónoma. En términos estatales, el informe constata incrementos en todos los indicadores respecto a 2023; y aunque se mantienen retrocesos respecto a la prepandemia (2019) en la oferta y la asistencia, la recaudación ha experimentado un crecimiento.
Eso sí, no en todas las disciplinas se refleja la misma evolución, siendo la música, sobre todo la popular, la que ha conseguido finalizar el proceso de recuperación frente al 2019 y se mantiene al alza con un 32,3 % más de conciertos que antes de la pandemia, un 20,6 % más de asistentes y un 77,1 % más de recaudación. La clásica también consolida su recuperación, aunque la asistencia se mantiene algo por debajo (un 9% menos). La otra cara de la moneda es el cine, que sin haber conseguido alcanzar los ingresos de taquilla de 2019, vuelve a caer en la mayoría de sus indicadores en 2024, tal y como ya quedó en evidencia en el informe del año pasado.Ya con datos específicos de la Comunitat Valenciana, la música en vivo vuelve a ser la locomotora de la industria, mientras que (igual que a nivel estatal) el cine sigue sin recuperar el impulso previo a la pandemia.
Los macrofestivales vuelven a despuntar con las cifras más altas, superando por primera vez la barrera de los tres millones de asistentes y los 100 millones de euros de recaudación. Para ponerlo en contexto, los datos de la música popular en directo sin los macrofestivales en toda la Comunitat Valenciana bajan a 1,43 millones de asistentes y 22,65 millones de euros (es decir, menos de la mitad de público y casi 5 veces menos de recaudación). En todo caso, este crecimiento va en sintonía con los datos estatales, ya que el peso relativo de los dos fenómenos a nivel valenciano se mantiene exactamente.
El Anuario SGAE vuelve a dejar claro el peso de la música clásica y de bandas en la Comunitat. En el plano general, el público sube desde los 540.000 hasta los 687.000 espectadores, mientras que la recaudación sube de los 3,3 millones de euros a 4,16. Pero sobre todo, la Comunitat Valenciana no tiene rival en la música de Bandas y Rondallas (así está categorizada en el informe): las tres provincias abarcan casi un tercio de la oferta estatal (el 29,7%). La segunda autonomía, Andalucía, ni se acerca a esos datos, con un 14,7%.
Las artes escénicas levantan cabeza; el cine, no
En el ámbito de las artes escénicas, los datos confirman una tendencia ascendente sin alcanzar los niveles previos a la pandemia. En 2024, las artes escénicas valencianas sumaron 1,11 millones de espectadores, un crecimiento del 11% respecto a 2023, y una recaudación de 8,79 millones de euros, también superior al año anterior (7,6 millones). Y, otra vez, la radiografía muestra un contraste entre el público y las funciones ofrecidas y la recaudación. Como prueba del algodón, el peso autonómico en el total estatal en el número de espectadores es del 10,7%; pero solo del 4,8% en la recaudación.
Donde las datos no arrojan alegrías es en las salas de cine. Donde la Comunitat Valenciana registró 8,74 millones de espectadores, un descenso del 7% respecto a 2023, y una recaudación de 54,9 millones de euros, también inferior a la del ejercicio anterior (57,8 millones). La cuota valenciana dentro del total estatal se contrae ligeramente, pasando del 12,1% al 11,9% en asistencia y del 11,6% al 11,2% en recaudación.
Otro informe de la patronal estatal de las salas de cine fue aún más pesimista, reflejando que las salas españolas perdieron en 2024 un 6% de sus espectadores; mientras, la Comunitat Valenciana, afectada por los últimos meses en los que la Dana cerró los principales multicines, profundizaba aún más esta caída hasta el 11%.
Según la última Estadística de Cinematografía del Ministerio de Cultura, los cines valencianos han perdido al 30% de su público en tan solo cinco años, y son el único sector que no ha acabado de levantar cabeza desde la pandemia.