VALÈNCIA. Lejos de la comodidad de la cama, existen muchos espacios en los que uno puede soñar: frente a un libro, paseando por la calle, en el teatro y a través de la música. Generando su propio universo onírico, la artista valenciana Xenia se sube al escenario del Loco Club el próximo sábado 22 de febrero -en un bolo junto a Ganges- para crear la atmósfera perfecta para presentar su nuevo trabajo: Cuando las sombras se alargan. En este, la valenciana hace un viaje por sus recuerdos a través de la nostalgia, centrándose en su universo propio. Días antes del concierto la valenciana navega entre sus referentes y se encuentra con ella misma ante el espejo de su trabajo más maduro hasta la fecha, en el que se atreve a retarse como artista y como persona “con sus luces y sus sombras”.
-¿Cómo se hace este álbum?
-Sin pensar demasiado en componer una única historia. Yo escribo y hago canciones y de ahí genero mi paisaje visual, que es donde va mi subconsciente. No pienso en hablar de una cosa u otra, sino que intento componer a partir del escenario de una idea y desarrollarla con la letra y la música.
-¿Qué te cautiva del mundo onírico?
-Me encanta todo lo que tiene que ver con la oscuridad, con la noche y con lo onírico, es muy interesante la idea de que vivamos una vida paralela por la noche. El título del álbum, Cuando las sombras se alargan, hace referencia a la noche, que en el libro El nombre del viento se nombra como el momento en el que las sombras se ven alargadas y me pareció algo muy bonito y poético. Quería algo que tuviera este nombre.

- Xenia con estilismo de Moscoso y Andrea Coret -
- IGNACIO LÓPEZ / DUELO
-En las letras, da la sensación de que haces una exploración a través de la música del espacio-tiempo, y creas un universo único en el que eres la protagonista.
-En mis letras compongo mi propio imaginario onírico. También quería que mis sonidos recordaran a algo surrealista, o al momento en el que se acaba el sueño. Cuando empieza y termina una canción es como si hubiera un salto entre sueños. La letra para mi tiene que tener una poesía o un relato que abrace todo a nivel sonoro y con la historia.
-Lo haces con frases como “remando en medio de la tormenta” o “dando un par de vueltas por si quieres volver”, que al final hablan de las relaciones de una manera muy poética y también madura.
-En este álbum trabajo en ser más literal en mis letras porque tampoco quiero abusar de la metáfora. Envidio a artistas como Amaia que pueden escribir de una forma tan cruda sobre su vida; yo siento que sigo trabajando en ello, pero noto que entre Ruido-0 y este trabajo avanza mucho mi forma de escribir. Siento que Cuando las sombras se alargan es mi trabajo más maduro hasta la fecha.
-Hace un par de años, en conversación con este diario, decías que “te cantas a ti misma”, porque “no hay nadie más a quien cantarle”. ¿Sientes que sigues haciéndolo desde otro concepto?
-Me busco en otros tiempos. Con este álbum me ha venido una oleada de nostalgia que se refleja mucho en las letras. Pasa en temas como 61L4, una canción en la que abrazo a mi yo adolescente que está jugando en el pueblo donde veranea. La grabé cuando fui con Nacho [su pareja y productor del disco], en el momento en el que estábamos produciendo el álbum. Me salió solo.
-¿Cuáles son tus referentes musicales ahora mismo?
-Entre ellos está Rosalía, que es una “devoradora” y también FKA Twigs tanto a nivel musical como visual, es una figura muy potente que siempre tengo en la cabeza. También a Arka, Sega Bodega y Frank Ocean.
-¿Te das espacio para experimentar con sonidos nuevos?
-Creo que con Ruido-0 fui demasiado rápido. Es un disco al que le tengo mucho cariño, pero no me di tanto espacio para la experimentación. Me gusta poder tener el tiempo para equivocarme. Nada más terminé con ese álbum, me puse a producir, componer y estudiar melodías para conseguir innovar dentro de mí misma, no en el panorama nacional, sino en el de Xenia [ríe]. En Cuando las sombras se alargan me atrevo a jugar con la percusión, con patrones rítmicos nuevos y con otro tipo de sonidos.
-¿En qué se refleja ese aprendizaje?
-Este es el álbum en el que intento aprender a hacerlo todo sola. He pasado mucho tiempo produciendo y componiendo y todas las demos que salían se iban a una misma carpeta que llegó a tener hasta treinta temas. De ahí aplico un filtro de calidad para seleccionar los temas que finalmente componen este disco, aunque todo nace de experimentar y queder aprender.
-¿En qué público piensas cuando compones?
-Este trabajo lo hago por una autoexploración conmigo misma, aunque la idea es llegar a un público mainstream que abrace el estilo lo que hago: ese pop más oscuro aunque con una estructura muy definida.
-¿Te sigues enmarcando dentro del sonido pop?
-Siento que ni yo puedo huir del pop ni el pop puede huir de mí, aunque todavía me considero una artista muy “pequeña” a la que le queda mucho por aprender. Este álbum me ayuda a confiar en los impulsos ajenos a mí y en alguien que confíe en el proyecto. Una artista no debería encargarse de hacer su propia promoción ni hacerlo todo, aunque siendo independientes solemos tener este tipo de limitaciones. Tengo mucha suerte de tener amigos y amigas con muchísimo talento que me ayudan a hacer de todo, y de contar con mi manager Marta Kornelski, que es la persona maravillosa que está detrás de todo.
-¿Cómo se van a “alargar las sombras” dentro del Loco Club?
-Estaré yo sola sobre el escenario, porque el álbum tiene un formato más íntimo. Para las luces cuento con Jose del colectivo Duelo y en la escenografía me ayuda Javi Camps. La idea de cara al futuro es ampliar el equipo con performance y otras cosas, pero ahora me quiero centrar en este concierto.